miércoles, 30 de septiembre de 2015

¿Pasas mucho tiempo frente al ordenador? 10 consejos para proteger tu vista

Pasar demasiado tiempo frente al ordenador puede causar fatiga ocular. Ésto se agrava si, además, acostumbramos a usar el móvil, leer en libro electrónico o realizar cualquier operación con una pantalla que requiera cierto esfuerzo visual. Todo esto se traduce en tensión, pesadez de ojos, escozor ocular y visión borrosa, entre otras.
Un hombre trabaja frente a su ordenador. Un hombre trabaja frente a su ordenador.
Estas sensaciones se manifiestan ya que estamos sufriendo cansancio visual. Los síntomas de éste son escozor o sensación de quemazón en los ojos, enrojecimiento, lagrimeo y mayor sensibilidad. Estas manifestaciones se hacen más patentes al final del día, sobre todo cuánto más tiempo se haya empleado a emplear el ordenador, el móvil, el libro electrónico e incluso la televisión.
A pesar de que los especialistas de los Colegios Ópticos y Optometristasaseguran que no son sinónimos de enfermedad, sí que es necesario revisar periódicamente nuestra vista si sufrimos molestias visuales. Esto es aconsejable ya que a menudo defectos visuales no asumidos o entendidos como leves como la vista cansada, pueden contribuir al desarrollo de molestias oculares.

10 consejos para proteger tu vista de la fatiga ocular

-- Se ha de descansar de manera periódica. Estos reposos se han de hacer durante un mínimo de cinco minutos por cada hora de lectura frente al ordenador o de actividad que precise cierto esfuerzo visual.
-- Uno de los factores que pueden causar la fatiga visual es mantener siempre la misma distancia y la misma actividad. Para descansar la vista, con respecto a esta causa, el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas recomienda alternar las distancias de visión de cerca a lejos. Esto se puede hacer, por ejemplo, mirando por la ventana cada cierto tiempo.
-- El hecho de estar concentrado en una actividad específica provoca que el número de parpadeos por minuto se reduzca de veinte a cinco. Esto provoca sequedad en los ojos. Para evitarlo podemos parpadear de forma consciente cada cierto tiempo -una media de diez parpadeos- y tras esto, dejar a la vista descansar durante unos segundos con los ojos cerrados. Si después de realizar esta práctica la sensación de ojos secos persiste, conviene aplicar colirio.
-- Aplicar unos niveles correctos de brillo de la pantalla con respecto a luz de ambiente. Es decir, cuanto mayor iluminada esté la sala, más brillo deberá tener nuestra pantalla, de la misma manera que al apagar la luz, se debe reducir la de la pantalla.  
-- Es mejor trabajar con luz natural. Además, se debe colocar la pantalla de frente o de espaldas a una ventana o de otra fuente de luz directa. Por ello es recomendable que el foco de luz esté sobre nosotros. Aunque la mejor opción es que la iluminación llegue de forma lateral para evitar los reflejos.
-- La frecuencia de actualización de la pantalla, es decir el número de veces que se refresca la pantalla del monitor, debe situarse entre 70 y 75 Hz. Ésta se puede cambiar en las opciones avanzadas de las propiedades de la pantalla.
-- Es importante la colocación del monitor. Debemos situarnos a 60 cm de la pantalla y esta debe quedar un poco por debajo del nivel de los ojos. En el caso del libro electrónico la distancia entre éste y nuestros ojos debe oscilar entre los 35 y los 40 cm.
-- Ajustar el tamaño de letra, o en su caso el zoom de la pantalla, para que nos sea más cómoda la lectura.
-- Si sufre fatiga ocular, es mejor que deje de usar medios electrónicos durante cierto tiempo.
-- Se debe acudir al óptico-optometrista para revisar la salud visual cada año.
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Qué significa realmente hacer el trabajo que importa

qué es realmente hacer el trabajo que importaCasi nunca tiene nada que ver con el dinero, si no sobre encontrar el trabajo con significado.
Incluso si no eres un filósofo, probablemente has trabajado en cosas que non tienen significado alguno, a menos que tú se lo atribuyas. El trabajo no es una excepción.
Es fácil convencernos a nosotros mismos de que nuestras carreras profesionales son inherentemente significativas. tanto que el lenguaje ha cambiado desde engagement a implicado, innovación a start-up, propósito a llamada. Todo esto sugiere que nuestro trabajo tiene la capacidad de completar nuestras más profundas necesidades, ¿realmente? ¿Deberías sentirte culpable si tu trabajo no te recompensa? ¿Debería cada trabajo proporcionarte un gran sentido del propósito? Para responder a estas preguntas y otras, considera estos seis hechos:

Requiere auto-consciencia

Como casi todas las cosas que merecen la pena, encontrar esa clase de trabajo requiere auto-consciencia por tu parte. Pide que seas elocuente con el impacto del trabajo en tu persona y en la de todas las personas que tienes la oportunidad de tocar con él. Además de prestar mucha atención a cómo y en qué acciones reside esa esencial que buscas.

El mismo trabajo puede tener significado o no

Un trabajador podría encontrar significado a su trabajo si el mismo les ayuda a conseguir objetivos a largo plazo, si las tareas encajan con su set de habilidades e intereses, y si los objetivos son congruentes con sus objetivos de vida y necesidades y valores núcleo.
Mucho como en una relación romántica, puede que una parte encuentre significado y se sienta plena, la otra parte puede que no. En las profesiones puede pasar igual, ya que están basadas en la creencia fundamental de las aspiraciones. Si tu objetivo es ayudar a otros, las carreras comerciales te harán sentir vacío. Si tu ambición es aprender cosas y potenciar tu curiosidad, trabajo estructurados y repetitivos te frustrarán. Y si tu mayor interés es trabajar con otros odiarás los puestos que son solitarios o independientes.

Apenas es sobre la paga mensual

Esto no es nuevo, los sociólogos ya lo decían en los años 50 hacia delante, el deseo de trabajo y ser productivo no desaparece después de que las necesidades financieras desaparecen. Esto es la razón por la cual la correlación entre satisfacción en el trabajo y paga es casi de cero, y la razón por la cual profesionales no tan bien pagados como artistas son, frecuentemente, más felices con su trabajo que los sobrepasados abogados, banqueros o médicos.
No digo que el dinero no motive, Yo trabajé en un proyecto hace año solamente por una gran cantidad de todo ello. Entonces lo hace, pero solo porque la habilidad de mejorar el status o libertad de una persona. Mucha gente tomaría un extra de 5% si sus colegas obtienen cero, más que un 10% si sus colegas obtienen un 30%. Y los efectos de la felicidad económica tienden a bajar después de que se alcanza un salario moderado.

El falso engagement es una trampa mortal

En esta pasada década ha habido cambios sin precedentes en las organizaciones, pero esto ha creado una forma de engagement que no es real, los empleados lo saben y huyen de el. Es una especie de estrategia de marketing aplicada a las personas, cuando lo único que se pretende es que los trabajadores sean más productivos.
Solo porque preguntes a alguien cómo está y que le preocupa no significa que te importe verdaderamente, o que tengas la voluntad necesaria para hacerlos sentir mejor.

Significado viene de personas

Nuestras interacciones con colegas son un proveedor clave del significado en el trabajo. Será difícil de encontrar propósito en tu trabajo si vas a la tuya sin interactuar con gente interesante que se preocupa por ti. Esto es el por qué incluso en esta era tecnológica, las relaciones humanas son esenciales. La mayoría de las personas no quieren solo un trabajo, sino también sentir que pertenecen y contribuyen al total.

El trabajo significante empieza haciéndose

Exacto, si no identificas que podría ser aquello que importa en tu vida y en la que de los que te importan, para luego llevarlo a acabo, nunca encontrarás ese significado profesional que tanto completa a las personas.
Esto es tan importante porque cuanto más probable sea que disfrutes tu trabajo (y vida) y pienses que tu profesión (y vida) tiene significado, más probable es que seas feliz.   Isra Garcia
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martes, 29 de septiembre de 2015

Cuestión de disciplina

cuestion de disciplinaJusto como el uso equívoco de la palabra ser apasionado, creativo o determinado, “disrupción” ha caído en el territorio de las palabras de moda sin sentido.
La cosa es, como creatividad o innovación, disrupción es una disciplina. Al menos así lo veo yo.
Las personas verdaderamente creativas, innovadoras o transgresoras son algunas de las personas más enfocadas que he conocido.
Te enganchas a una rutina y apareces justo para alterar la forma en la que se trabaja, modificar la manera en la que se captan clientes o interrumpir el marketing que hasta ahora conocíamos, tanto si te gusta como si no.
Todos los grandes artistas, escritores, escultores, músicos, rockeros, poetas, emprendedores, etc. te podrían decir algo como esto – cinco minutos al día importa más que una hora a la semana, mantener tu arte siempre en auge.
Lo mismo sucede con disrupción: si quieres que tu organización sea más disruptiva, deberías tratar disrupción con respeto.
Tu proporcionas los métodos, sistemas y herramientas – entonces apareces y trabajas en ello. Día tras día.
Nada más, nada menos.
Pista: aplica esto a cualquier cosa que desees, funcionará igualmente. La magia de conectar los puntos adecuados.
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viernes, 25 de septiembre de 2015

7 tendencias para diseñar tu tarjeta de presentación

Desde nuevas formas y materiales hasta diseños, te mostramos lo que más llama la atención y cómo aprovecharlos para hacerlas creativas y originales.

7 tendencias para diseñar tu tarjeta de presentación

Sin importar el material o forma que elijas, tu tarjeta debe ser acorde a la imagen de tu empresa y expresar el mensaje que quieres dar.

25-09-2015
POR: ALTONIVEL
A pesar del avance tecnológico y los cambios en la interacción y comunicación humanas en los terrenos laborales, hay algo que no cambia: la manera en que te presentas. Y en ese sentido, las tarjetas de presentación siguen siendo una opción irremplazable para darse a conocer y atrapar la atención de un cliente o de un posible socio.
Para lograrlo es básico que tu tarjeta de presentación sea acorde a la imagen de tu empresa o servicio y que exprese el mensaje profesional que quieres dar. El color, textos y textura no son los únicos elementos que influyen en su atractivo, sino también lo “actualizada” que se muestre respecto a las tendencias.
Por eso te mostramos las trends que harán de tus tarjetas de negocios, una útil y atractiva herramienta no solo para ti, sino también para todo aquel que la reciba.

Sé transparente

Sin duda uno de los factores diferenciadores en el diseño profesional de estas tarjetas, y no solo por el aspecto original que le proporciona, sino también por la utilización de otros materiales como el plástico o la goma, lo que hace que su tacto resulte agradable y exclusivo. Además las posibilidades de aportar otras funciones a tu tarjeta son amplias y pueden generarte una mayor recordación.

Tu lado ecológico

Dada la importancia actual por el cuidado y respeto del medio ambiente, cualquier iniciativaque promueva valores como el reciclaje, será bien vista, por ello que una de las tendencias de diseño más importantes en materia de tarjetas de presentación, es asociarlas con un compromiso ambiental.
Hoy no resulta extraño (ni es visto como una señal de tacañería) utilizar papel reciclado para la impresión de las mismas, incluso hay quienes utilizan un paquete de semillas como tarjetas profesionales. Evidentemente este caso dependerá del giro de negocio y el mensaje que quieras enviar.

Del online al offline

Otra de las más interesante tendencias en diseño de tarjetas profesionales consiste en incorporar nuestro universo virtual dentro de las tarjetas físicas.
Que no te extrañe si recibes una tarjeta diseñada como si fuera una pequeña ventana de Facebook, en la que además de los datos habituales de contacto te inviten a tradicionales invitas a tu potencial cliente y/o socio a que se una contigo o siga tu página a través de dicha red social.
También la generación multipantalla y la tecnología táctil empiezan a ser una fuente de inspiración entre los diseñadores para crear tarjetas de presentación creativas e innovadoras.

Lo simple es ser simple

Contrario a lo que se pudiera imaginar, la simplicidad es una de las tendencias más socorridas. ¿La razón? En el día a día estamos expuestos a grandes cantidades de información: imágenes, nombres, marcas, etcétera, y un elemento que salga de este contexto de infoxicación, sin duda destacará en quien recibe la tarjeta. Aquí, la calidad del papel y el tipo de fuente representan los elementos de diferenciación más importantes.

Diseños vectoriales

Es una tendencia extrapolada que se está utilizando mucho para crear ilustraciones y elementos corporativos, como logos e iconos. Esta técnica gráfica es muy recomendable para transmitir una imagen actual también en tarjetas de presentación.

Materiales y formas

Con la intención de romper con los diseños tradicionales y tener un diferenciador competitivo, estas tarjetas están haciendo uso de materiales tan diversos como tela, madera, caucho y goma, y a la par están dejando fuera el tradicional rectángulo para recurrir a nuevas formas que se ajusten mejor al giro y mensaje de la empresa. Y aquí las opciones son infinitas.

Juega con las formas

Muchas marcas logran diferenciarse por la originalidad de sus elementos de imagen corporativa. Lo notarás especialmente en empresas que venden creatividad con más creatividad, haciendo por ejemplo de sus tarjetas, simpáticos materiales recortables o armables. ¿Qué te parecería recibir una tarjeta que con unos simples dobleces se convierte en un robot o una silla? Sin duda la recordarías, ¿no es así?

Errores al diseñar una tarjeta de presentación

Si estás pensando en cambiar o crear por primera vez tus tarjetas de presentación, te compartimos algunos de los errores más comunes que en lugar de potenciar el producto final terminan por dañarlo.
Presta atención y procura no cometer estas equivocaciones:

1.- Diseñarlas en PowerPoint o Word

Lo ideal es que recurras a un experto para que realice el diseño de tu tarjeta de presentación, pues conoce de contrastes, tipografía, formas, tendencias, etc. Pero si deseas hacerlas tú mismo, lo primero que debes evitar es utilizar PowerPoint o Word.
En este caso, utiliza programas específicamente el diseño, como los de Adobe (Photoshop, Illustrator, InDesign), pues además de que te ofrecen mejores herramientas y potencian tus ideas, también podrás exportar en calidad de impresión, evitando que al momento de imprimirlas obtengas un resultado decepcionante.

2. Hacer catálogos, no tarjetas

Uno de los errores más comunes es pensar que entre más información lleven tus tarjetas tendrás mayores posibilidades de contacto, y la realidad no es así. Las tarjetas de presentación atascadas de información solo generan ruido y le dan una apariencia sucia al diseño, así que cuida que contenga sólo lo esencial: tu nombre, cargo -o profesión si trabajas por tu cuenta- y tus datos de contacto como email y número telefónico.

3. Collage tipográfico

Es verdad que existen miles de tipografías y que muchas de ellas pueden parecerte bonitas o ideales para tu tarjeta, pero esto no quiere decir que puedes poner todas juntas. Hacerlo solo ocasionará que el texto no se distinga y dañe la estética de tu tarjeta. Lo recomendable es usar solo una familia tipográfica y en dado caso emplear distintos pesos y estilos (negrita, cursiva, mayúsculas, etcétera).

4. Utilizar plantillas prediseñadas

Si lo piensa bien se trata de una severa contradicción, pues la principal característica de una buena tarjeta de presentación es su originalidad, y al usar estas plantillas no cumples con esa regla. Además se trata de un diseño que no fue hecho especialmente para ti, por lo que no cumplirá con el objetivo de comunica efectivamente tu personalidad y la de tu negocio.
Además, ¿qué te garantiza que alguien no esté utilizando la misma plantilla? Imaginas que vas a una presentación o evento y encuentras a alguien vestido exactamente igual que tú, ¿no te incomodaría?

5. Utilizar fondos extravagantes

Un fondo muy llamativo podría hacer que tu tarjeta se note a distancia. Cierto… pero recuerda que es una tarjeta, no un póster publicitario. Usar un fondo simple que contraste con el texto logrará que cuando la lean no se quemen los ojos por el esfuerzo.

6. Ahorrar unos pesos al imprimirlas

De poco servirá contratar a un diseñador o serán en vano las horas que invertiste trabajando en tu diseño si al momento de imprimirlas aprietas tu billetera. Imprimir en el material más económico no solo afecta la presentación de tu tarjeta, sino que también puede hacerlas menos resistentes. Invierte en una buena imprenta, si recurriste a un diseñador tal vez él te pueda asesorar en dónde y cómo imprimirlas, o incluso puede hacerlo por ti.

7. Dejarte llevar por una moda

Basar tu diseño en una moda puede ser riesgoso si no piensas en el giro y la personalidad de tu negocio, y es muy probable que en poco tiempo se vea anticuado y necesites invertir de nuevo en él. Y no se trata solo de que estarás perdiendo dinero al cambiar constantemente de tarjeta de presentación, sino que puede afectar al reconocimiento de tu marca. Así que antes de ceder ante el canto de la sirena, piensa en qué es lo que quieres reflejar y cómo adaptarlo a las tendencias.
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4 pasos para generar acuerdos efectivos

Una de las principales fuentes de conflicto en las relaciones humanas es la falta de claridad en los acuerdos. Asegúrate de cerrar un buen acuerdo.

4 pasos para generar acuerdos efectivos

¿Qué sería distinto en tu vida, si te atrevieras a pedir lo que necesitas?

25-09-2015
POR: MARCELA HERNÁNDEZ, COACH EMPRESARIAL Y DE VIDA
Una de las principales fuentes de conflicto y resentimiento en las relaciones humanas es la falta de claridad en nuestros acuerdos. No en vano, la comunicación efectiva es uno de los temas más solicitados en los programas de capacitación empresarial.
A partir de una promesa o un acuerdo creamos una realidad distinta a la que vivíamos -tanto para nosotros como para la otra persona involucrada en el compromiso-. Por ejemplo, cuando un jefe acuerda con su colaborador un ascenso a partir de ciertos resultados, está abriendo toda una gama de nuevas posibilidades para ambas partes.
Si observamos a nuestro alrededor, nos daremos cuenta de que gran parte de lo que nos rodea descansa en la capacidad del hombre para hacer promesas y generar acuerdos: nuestra familia;  trabajo; nuestro sistema económico, político y social, etcétera.
Sin embargo, es muy común que los acuerdos se rompan o que no den los frutos esperados. Por todos lados podemos observar rupturas en las relaciones, demandas por incumplimiento o simplemente a muchas personas frustradas por no haber obtenido lo que esperaban.

Claves para generar acuerdos efectivos

1. Utiliza el poder de las peticiones

Dicen que “al que no habla Dios no lo escucha”. Uno de los grandes errores de los seres humanos es que asumimos que los demás nos adivinarán el pensamiento y sabrán qué es lo que necesitamos. Lo peor es que cuando no cumplen con nuestras expectativas les guardamos resentimiento por no brindarnos lo que jamás nos atrevimos a pedir.
Muchas veces por motivos de educación, creencias, ego, etc., las personas no sabemos o no podemos hacer peticiones. Piensa que lo peor que puede pasarte es que te digan que no, y la negativa es sólo hacia tu petición no tiene nada que ver contigo.
De acuerdo con Rafael Echeverría, uno de los principales propulsores del coaching ontológico, “no pedir no solo condiciona una determinada identidad y resulta en una particular manera de ser, sino que es un factor que define el tipo de vida que podremos esperar”.
¿Qué sería distinto en tu vida, si te atrevieras a pedir lo que necesitas?

2. Bríndate a los demás

Así como hay personas a quienes les cuesta mucho trabajo pedir, también hay a quienes no les gusta proponer u ofrecer su apoyo a otros. Prefieren mantener un bajo perfil y pasar inadvertidos ante los demás para no verse inmersos en un compromiso y evadir responsabilidades.
Así como nuestra forma de pedir determina nuestra identidad y nuestros resultados, también nuestra pasividad para brindarnos y hacer ofertas a los demás tendrán un impacto importante en la calidad de nuestras relaciones.

3. Claridad en la comunicación

No es lo mismo una queja que una petición. Hablar de lo que nos molesta o de nuestras inconformidades -ya sea de manera directa o indirecta- no significa que estamos generando un acuerdo o una petición para que las cosas cambien.
Es necesario que nuestras peticiones y ofertas sean claras, y que la persona a la que se las hacemos esté consciente de que necesitamos algo de ellas o bien que estamos haciéndoles una propuesta.
También del lado del oyente es importante que haya claridad y honestidad en su respuestapara aceptar o rehusarse a una petición u oferta. Cuántas veces no accedemos a hacer algo que no queremos sólo por pena a decir que “no” y en realidad no estamos dispuestos a cumplir con nuestra promesa. Estamos generando conflictos y malestar innecesarios.

4. Verifica las condiciones de satisfacción

Recuerda que cada cabeza es un mundo y que quizá la persona con quien hiciste el acuerdoentendió algo distinto a lo que tú pediste u ofreciste. Verifica lo que el otro escuchó y asegúrate que comparte contigo las condiciones de satisfacción del acuerdo. De esta manera evitarás malos entendidos y futuras frustraciones.
Es posible que una de las partes considere que el acuerdo ya fue cumplido pero no ha verificado el nivel de satisfacción de la otra persona. Simplemente da por sentado que el ciclo de la promesa se cierra en el momento en que se llevan a cabo las acciones acordadas.
Nuestra competencia para generar acuerdos efectivos, es la base para mantener la armonía en nuestras relaciones -en cualquier ámbito- y una herramienta muy poderosa para coordinar acciones con los demás.
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Qué aprendes cuando usas twitter con sentido

por qué twitter unfollowHace más un año seguía alrededor de 760 cuentas en Twitter, no encontraba sentido a eso, entonces fui descartando cuentas por el valor de sus contenidos, afinidad, resonancia y mi relación personal / profesional con cada uno de ellos. Descendí hasta 430 aproximadamente. entonces lancé el experimento Social Media 150 y me situé en la cifra de 140 usuarios seguidos, arriba – abajo. La semana pasada dejé de seguir a 37 personas en Twitter que seguí durante mucho tiempo. Lo hice manualmente, no era un gran número, después de todo seguía a 136 usuarios, ahora sigo a 99. La razón fue que lo que me une a estas personas es amistad, soy amigo de la mayoría en Facebook y a otras las sigo en Google+. En ningún caso, en mucho tiempo, miré algún tweet suyo o me interesé sobre algo que estaban diciendo, es mi culpa, cada día utilizo menos Twitter, como Instagram, Google+, Facebook y otras. Aquí explicaba esto.
Del proceso al completo, en todo este tiempo, he aprendido algunas cosas:
  • Reaccionamos antes de investigar: he recibido mensajes de personas indignadas diciendo que había dejado de seguirlas. Sorprendentemente nunca había seguido al 90% (9/10) de las personas que se manifestaron.
  • Atamos un gran valor emocional al “following”: hay personas que han dejado de hablarme o dirigirse a mí solo porque dejé de seguirlas. Esto sí es un serio problema como sociedad.
  • Con la reciprocidad hemos asesinado el valor de Twitter: cuando hablo con la mayoría de profesionales o empresas que aplican la ley de la reciprocidad en Twitter, les pregunto que es la ventaja que obtienen al seguir a quien les sigue, la respuesta es cada vez más parecida a “ser amigable”, “mostrar buenos modales”, “buena conducta en twitter” o “afinar posibles nuevos negocios”. Al mismo tiempo trato de que extraigan el potencial de la plataforma, y a muchos les cuesta verlo, pensando más cómo arma de difusión que como canal de comunicación personal (para lo que se creó). Muchos dejaron de seguirme cuando dejé de seguirles, esto confirmó esta teoría además de ser exactamente lo que pretendía. Para tu empresa sería una buena estrategia que dejaras de seguir a todos y empezaras a seguir a quien realmente a quien te interesa, hazlo y comprueba los resultados.
  • Pensamos que es un canal abierto: y esto es lo que hace que cada funcione menos. No me interesa que mis tweets lleguen a quien no los va a leer, únicamente a quien sí los lee y los aprecia. Entonces, ¿quieres que te sigan más contactos influyentes con muchos followers o un puñado de personas apasionadas sobre tu marca o comunidad que probablemente comprará de ti, te formularán preguntas y te permitirán conectar con ellos de manera más humana?

A quien sigo

A quien me apetece. Actualmente hay 99 cuentas a las que sigo, posiblemente el número descienda hasta que hacer lo que hago deje de funcionarme.
Tengo listas, sí, y allí me divierto y aprendo.

Mi objetivo

Sigo cumpliéndolo como el primer día; proporcionar valor, utilidad y lo mejor de mí a cualquier persona que llegue a mí de forma más general o personal. Siempre estoy ahí, no fallo, nunca.
Investigo los streams de la gente que interactúa conmigo, ya tengan 1 follower o 100.000. Disfruto mucho haciendo esto.

Las reglas y sus percepciones

No hay reglas. Hay acciones que conllevan reacciones. Hay normas que están amplificadas en el espacio digital donde hay pocas señales que seguir. ¿Quieres utilizar Twitter a tu manera? Hazlo. Haz que funcione para ti y para los tuyos. Lo demás, es irrelevante.
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jueves, 24 de septiembre de 2015

4 tendencias para entender tus hábitos y cambiarlos

Crear o cambiar tus comportamientos no es tarea sencilla y mucho obedece a tu personalidad, conocer a qué tendencia perteneces te ayudará a alcanzar tu meta.

4 tendencias para entender tus hábitos y cambiarlos

Cada quien decide qué es lo que quiere cambiar y cómo quiere hacerlo, hasta llegar al punto en el que lo hace inconscientemente.

23-09-2015
POR: ERICK ZÚÑIGA
¿Por qué resulta difícil crear un hábito de algo que te gusta hacer? ¿Por qué a veces puedes cambiar un hábito de un día para otro, y a veces no sin importar cuánto lo intentes? ¿Qué tan rápido se puede cambiar un hábito? ¿Por qué puedes mantener los hábitos que benefician a otros, pero no los que son para ti? ¿Hay una fórmula para crearse nuevos hábitos? Seguramente te has realizado estas preguntas cada vez que intentas cambiar algo que no te gusta o cuando estás comenzando un nuevo proyecto, pero siempre termina en eso, en un mero intento.
La mayoría de las veces el fracaso en la creación o eliminación de hábitos se da porque la persona se establece metas muy por encima de su alcance, se fija tiempos prematuros o sencillamente no sabe dimensionar lo incrustado que está ese comportamiento en su vida diaria.
Por ejemplo, en enero toda la gente se establece propósitos y generalmente se centran en adquirir un buen hábito o eliminar un comportamiento tóxico, así que se proponen bajar 10 kilos en el menor tiempo posible o dejar el cigarrillo cuanto antes. Algunos se quedan a mitad del camino y otros tanto la cumplen solo para olvidarla tiempo después.
“La mayor pérdida de tiempo es hacer bien algo que no necesitas hacer en absoluto”, Gretchen Rubin.
Así lo que consiguieron fue un efímero cambio de vida y no un nuevo estilo de vida basado en los hábitos. Los resultados serían distintos si en lugar de proponerse perder cierto peso optarán por habituarse a ejercitarse al menos tres veces a la semana o a balancear su alimentación, ya que esto lleva a acciones más constantes cuyos resultados serán, por tanto, más consistentes. Es decir, crear o cambiar un hábito.
En su libro “Mejor que nunca. Aprende a dominar los hábitos de la vida cotidiana”, GretchenRubin pretende responder la pregunta “¿Cómo cambio mis hábitos?”, y para ello recurre a una investigación científica y testimonial –para la autora muchas de las respuestas que buscamos se encuentran en nuestro día a día–; además de explicar los principios básicos para la formación de hábitos, lo que ayuda a comprenderlos y partir de ahí para modificarlos.
En este sentido, Rubin destaca que loque define a un hábito no es la repetición, ni la frecuencia, ni el cumplimiento de un comportamiento en particular, sino la verdadera falta detoma de decisión, ya que “un hábito no necesita una decisión mía, porque ya la tomé desde antes”.
Es decir, en primera instancia cada uno decide qué es lo que quiere cambiar y cómo quiere hacerlo, hasta llegar al punto en el que lo hace inconscientemente:
“Primero es consciente, después mecánico. (…) Los hábitos hacen posible que una persona cambie porque nos liberan de tomar decisiones y de usar el autocontrol”.

¿Cuál es tu tendencia y cómo afecta tus hábitos?

La autora también habla sobre 4 tendencias que ayudan a explicar las diferencias entre las personas para adquirir o cambiar comportamientos, para lo cual resulta esencial entender cómo respondemos a las expectativas externas (conocer las fechas límites del trabajo, seguir las regulaciones del tráfico…) e internas (dejar de dormir la siesta, lograr un propósito de año nuevo…), y de acuerdo a ello los clasifica en:

1.- Defensores

Son las personas que responden de forma fácil a las expectativas (internas y externas), que quieren saber que se espera de ellas y satisfacer esas ideas y evitan cometer errores o lastimar a la gente, incluyéndose.
Son las personas que se sienten obligados a cumplir con sus expectativas, aunque suelen estancarse cuando éstas no son claras o las reglas no están bien establecidas, además de que se sienten incómodos al saber que están rompiendo las normas, por innecesarias que sean. Es decir, son los que siempre buscan obtener una estrellita dorada en la frente.
Para la autora, estas personas son las de una manera más sencilla (mas no fácil) pueden cultivar hábitos.
Despiertan y piensan: ¿Qué tengo que hacer hoy?

2.- Interrogadores

Son los que cuestionan todas las expectativas y las cumplen sólo después de concluir que tienen sentido. Deciden por sí mismos si el curso de una acción es buena idea, y se resiten a hacer cualquier cosa que parezca carente de propósito. Se resisten a las reglas y sobre todo a las que considera arbitrarias, y en ocasiones suelen rechazar opiniones de expertos solo para defender sus propias conclusiones.
En este sentido, la autora señala que las personas que entran en esta tendencia son las que creen que si un hábito particular vale la pena lo adoptarán, pero sólo si están convencidos de su utilidad.

DESPIERTAN Y PIENSAN: ¿QUÉ TENGO QUE HACER HOY Y POR QUÉ?

3.- Complacientes

Son los que buscan cumplir con las expectativas externas más que las internas, se distinguen por satisfacer las demandas de los demás, obedecer las fechas límite y esforzarse por efectuar sus responsabilidades.
Les cuesta trabajo automotivarse y dependen de la obligación externa o el miedo a decepcionar a alguien; incluso generan responsabilidades con otros para hacer las cosas que quieren y lo ven como un autosacrificio para “complacer” a alguien más.
Suelen ser susceptibles al agotamiento porque tienen problemas para decir “no” con tal de cumplir las expectativas de los demás, esto les genera dificultades para crear hábitos, porque a menudo los generan para beneficio de los demás.

DESPIERTAN Y PIENSAN: ¿QUÉ DEBO HACER HOY?

4.- Rebeldes

Son los que se resisten a las responsabilidades externas y propias, y deciden cómo actuar según su sentido de libertad, se resisten al control y disfrutan romper reglas y expectativas. Trabajan en sus propias metas y a su manera, rechazando todo lo se “supone” que deben hacer, son auténticos, pero poco fiables porque no se les puede pedir nada ni decir qué hacer o cómo. Incluso a veces se frustran a sí mismos porque no pueden decirse qué hacer.
Resisten jerarquías y reglas, se vuelven inquietos o improductivos cuando no hay reglas que romper, y por ello que sean los que más se resisten a los hábitos, aunque pueden llegar a aceptarlos como comportamientos al disfrazarlos no como algo que tiene que hacer todos los días, sino como un día a la vez.

DESPIERTAN Y PIENSAN: ¿QUÉ QUIERO HACER HOY?

Identificarte dentro de una de estas categorías no sólo te permitirá entender por qué tienes los hábitos que tienes y por qué no has podido adoptar algunos nuevos, sino también te ayudará a plantearte nuevos comportamientos de una manera más convincente y que puedas logras.
“Mejor que nunca…” es un libro que te brinda una guía concreta para entender tus hábitos y te ayuda a cambiar los que consideras malos o a reforzar los que crees buenos.
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