Cualquier persona que se lo proponga puede establecer
el fundamento de un estilo
de vida Inconformista. Empezando por los hábitos, esto siempre será la base. Estos hábitos servirán sobre
todo cuando la situación le arrastre a la conformidad o complacencia. Desarrollar un set de hábitos inconformistas ayudarán a no
caer en la mediocridad y a no confundir disciplina con obediencia.
Son pequeñas pero importantes acciones, que te ayudarán a ser quien eres, alguien inconformista.
Eso es.
Hábitos inconformistas
Aquí hay unos cuantos de esos hábitos inconformistas:
• Aprender a crear cosas que lleven tu nombre y firma.
• Pedir perdón por lo que hiciste mal, no pedir perdón por ser quien
eres.
• Exponerte al riesgo delante de otras personas.
• Hacerte visible justo en el momento que otros dan un paso hacia atrás.
• Sacar al menos una lección positiva de cada caída.
• Entender que hay un mundo más vasto, más rico, más intrigante y
más diferente del que tu ves.
• Educar a otras personas a sobresalir.
• Practicar cada día con algo que no sabes hacer.
• Liderar al menos una causa.
• Hacer el trabajo de forma que quedes satisfecho con su resultado, aunque siempre se
pueda mejorar.
• Involucrarte en iniciativas que sean equivocadas para la mayoría de
personas.
• Pensar de forma estúpida sobre aquello que podría ser obvio para el
resto.
• No evitar los momentos embarazosos.
• Emplear el 60% de las energías en crearse a uno mismo.
Si te comprometes con estos hábitos inconformistas (o con otros que resuenen contigo) y los haces parte de tu obligación
diaria. Entonces serás una persona inconformista que gozará de un estilo de vida a su medida.
Por el contrario, si tus hábitos son reactivos, si significan procesar respuestas, esperar oportunidades, y actuar en base a las
direcciones de otras personas. Si todo eso y más del mismo estilo sucede, habrás cedido al conformismo; habrás sacrificado la
habilidad de hacer y vivir cosas que el 75% de las personas no se atreven a hacer o vivir.
isra garcia
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