Imagina que invitas a una serie de influencers a
tu resort, restaurante u hotel aquí en Ibiza. Tu objetivo es dar a
conocer una nueva línea de negocio, pero sobre todo entender un poco más
sobre cómo utilizar su influencia para que una buena parte de su
público objetivo se decante a usar el servicio en cuestión. Trabajar con
influencers un juego importante que el negocio podría ganar si juega sus cartas con astucia.
Cómo trabajar con influencers
La
meta debería ser construir relaciones humanas a través de estas
personas que ejercen influencia a través de sus blogs, cuentas de
Instagram, Twitter, Youtube, Podcast o Facebook. ¿Cómo jugar en este
nuevo y ya instaurado juego de la publicidad llamado marketing de influencia?
La clave está en encontrar a profesionales influyentes que puedan
ayudar a tu negocio a cumplir sus objetivos, mientras te aseguras que al
mismo tiempo ellos están haciendo algo positivo por su propia
comunidad.
¿Cuál es el retorno de esos esfuerzos?
Responsabilidad social corporativa es algo sólido
Una
cosa que funciona: cualquier negocio que trabaje con causas sociales
como estrategia de responsabilidad social corporativa. Eso ayuda a un
negocio: mostrar que están trabajando con causas alineadas a sus valores
y principios.
Qué hay de trabajar con influencers
Es
un campo confuso en todas las partes. Las grandes marcas buscan
construir asociaciones con personas que tienen una gran audiencia. De la
misma forma que los editores buscaban crear conexiones con los lectores
de revistas y los espectadores de televisión. Solo que es mucho más
diferente la forma en la que interactuamos con bloggers, instagramers, youtubers
y otros creadores de contenidos, que la forma en la que los programas
eran producidos. Las líneas eran mucho más distintas entre editorial y
publicidad. A la hora de revelar y ser honestos es una situación
engañosa en todas las partes.
Y las audiencias no son lo mismo que las comunidades. Por ejemplo, he trabajado duro durante años aquí en isragarcia.es
para construir esa comunidad. No puedo y no te trataré como si fueras
parte de una audiencia. Tu negocio debería sentir lo mismo. Cualquier
persona que haya construido una comunidad sabe que cada persona que la
forma le está confiando su tiempo y su atención. No la venderá por
cualquier producto o servicio que no resuene con sus principios y los de
su comunidad.
Es
un momento todavía más interesante que antes. Las marcas dicen: "vamos a
invertir en el marketing de influencia y en la transformación digital,
pero tenemos que ver un retorno". Desde nuestro lado, la parte de
aquellos que generan contenidos y poseen comunidades, vamos a tener que
encontrar cómo podemos de forma ética, y sin problemas, añadir valor a
todas las partes contando historias que ayuden a todos los lados del
triángulo.
Isra Garcia
|
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lunes, 28 de agosto de 2017
Trabajar con influencers
Adapta la comunicación actual a tu comunicación
La
comunicación cambia, el lenguaje cambia, y siguen cambiando, cada
día. El lenguaje siempre cambia, por lo tanto también la comunicación.
Es algo vivo. Sin embargo, es asombroso el ritmo y la velocidad con la
que cambian actualmente. Si además eres una persona de una cierta edad,
te parecerá estúpida y ofensiva mucha de la comunicación que encuentras
hoy en día.
Puedes
hacer mucha fuerza para seguir dentro del lenguaje y comunicación
apropiados, pero lo que tu pretendes no es lo mismo que la comunicación
actual.
¿Qué es comunicar? La impartición o intercambio de información y/o noticias, podríamos decir.
Date
cuenta como la definición no incluye "cómo cada persona prefiere hablar
o compartir". No estoy diciendo que esto sea lo mejor. No estoy
asignando ningún valor a esta nueva forma de comunicar. Sí estoy
diciendo que "es un hecho". La comunicación va sobre intercambiar
cualquier tipo de información y/o noticias.
La comunicación debe ser recibida y entendida para que sea comunicación. De lo contrario, es ruido.
La comunicación en comunicados
Tu
newsletter podría ser perjudicial. Podría no contener la información
que sus receptores buscan. Podría incluso ser rechazada y abocada a
morir.
Si este artículo fuera una newsletter, que en realidad lo es para aquellos que han elegido recibirla a diario,
sería demasiado larga. Muy pesada. Es todo texto, con una imagen solo.
Está escrita de forma directa y en castellano plano. No contiene ningún
emoticono. No hay animaciones Gifs. Ni tampoco abreviaciones.
¿Y tus comunicados, cómo son? Quizá son mucho mejor, o mucho peor todavía.
Algunas tendencias
Esto es lo que sé, veo y aprendo:
• Las personas no leemos apenas. 19 minutos al día.
• La
forma de hablar está cambiando de "conversacional" a "informal"; de
"anteriormente ofensiva" a "la gente dice 'joder' cuando antes decía
"vaya"; de "extenso y en profundidad" a "tan breve como sea posible".
Cambia de "Por qué" a "xk"; de "risas" a "XD"...
• La fiebre de lo visual: Instagram, Pinterest, Youtube, es el núcleo de la comunicación diaria.
• La brevedad es incluso más breve que nunca. Cómo el WhatsApp o el Messenger de Facebook.
• La
comunicación multi-plataforma es más importante que la comunicación
"conozco un lugar donde podemos encontrarles" o "cara a cara".
Esto cambia cómo comunicas dentro y fuera del ámbito profesional.
Preguntas interesantes para ti
¿Podrías reconstruir tu newsletter (o post) de forma que fuera más como una serie de mensajes de WhatsApp?
Si tu email marketing desapareciera, ¿qué harías?
¿Estás considerando lanzar un podcast? ¿O una serie de vídeos?
¿A quién intentas alcanzar y cómo hablan esos clientes potenciales? ¿Encaja tu forma de comunicar con la de ellos?
¿Te sientes "obsoleta/o" o "al día" en la forma de conectar a través del lenguaje?
¿Cómo comunica tu negocio en general?
Isra Garcia
viernes, 25 de agosto de 2017
Esto es fiesta y futuro, una verdadera escuela de tiradores de alardo
La foto contiene todas las respuestas que se pueden aportar al problema del alardo y sus procedimientos de legalidad, EDUCACIÓN EN LA FIESTA-
Un festero que se arropa con sus hijos para participar en el alardo de su comparsa no se puede imaginar el beneficio que esta haciendo a la fiesta y sus tradiciones.
Esto no hace muchos años que se hacia, la crisis, las normativas, los tardeos y los inventos que han llevado a la fiesta a perder ese sentimiento hacia sus diferentes actos nos ha llevado a sufrir todas las dudas que continuamente son motivo de actualidad en los medios fetseros y de comunicación.
Lo que vemos en la foto no estan difícil volverlo a revivir y así recuperar ese futuro tan necesario en la fiesta alrededor de sus actos y tradiciones.
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Un festero que se arropa con sus hijos para participar en el alardo de su comparsa no se puede imaginar el beneficio que esta haciendo a la fiesta y sus tradiciones.
Esto no hace muchos años que se hacia, la crisis, las normativas, los tardeos y los inventos que han llevado a la fiesta a perder ese sentimiento hacia sus diferentes actos nos ha llevado a sufrir todas las dudas que continuamente son motivo de actualidad en los medios fetseros y de comunicación.
Lo que vemos en la foto no estan difícil volverlo a revivir y así recuperar ese futuro tan necesario en la fiesta alrededor de sus actos y tradiciones.
martes, 22 de agosto de 2017
Ciudades, turismo y tragedia de los comunes
Los efectos de una aplicación como Airbnb sobre el desarrollo y planificación de las ciudades, especialmente de las más turísticas, son objeto de estudio y de polémica desde hace ya algún tiempo,
y conocidos por todo aquel que haya tratado de encontrar
recientemente una vivienda de alquiler en el centro de alguna ciudad con
atractivo turístico.
El efecto de la aplicación creada por Brian Chesky, Joe Gebbia y Nathan Blecharczyk hace ahora ocho años parece claro y evidente: convierte la explotación de un recurso, el alquiler a corto plazo de propiedades inmobiliarias en áreas turísticas, en algo tan sumamente sencillo y rentable, que pocos pueden resistirse a su atractivo. Las zonas atractivas de las ciudades, que desde el desarrollo del turismo masivo ya sufrían una fuerte presión y, en muchos casos, corrían peligro de convertirse en auténticos parques temáticos, con negocios orientados únicamente al turista y un número cada vez menos de residentes, han visto cómo un número cada vez mayor de propiedades eran puestas en alquiler a través de Airbnb y aplicaciones similares, marcando valores más elevados para la rentabilidad de la propiedad inmobiliaria y, en consecuencia, haciendo que muchos propietarios que anteriormente arrendaban esas propiedades a residentes se planteen utilizarlas para el alquiler de corto plazo.
El proceso de turistificación, conocido desde hace décadas en casos como el del casco antiguo de Venecia, se agrava de manera significativa al poner el alquiler turístico a corto plazo al alcance de absolutamente cualquiera. La idea inicial de los fundadores de Airbnb, dos jóvenes a los que no les llegaba el dinero para pagar el alquiler de su casa en San Francisco que decidieron alquilar una de sus habitaciones a asistentes a congresos y conferencias, ha sido en muchos casos sustituida por compañías que concentran múltiples propiedades o edificios enteros y los operan a través de la plataforma, intermediarios que gestionan propiedades de terceros, y toda una industria en torno a la actividad. En San Francisco, la primera ciudad donde la compañía comenzó a operar, sus oficinas fueron ocupadas por manifestantes en noviembre de 2015, y el ayuntamiento puso en marcha varias medidas de control, como el registro de las propiedades objeto de alquiler e imponiendo diversas restricciones en términos de número de noches al año y el número de propiedades que cada persona puede poner en la plataforma. Desde entonces, la compañía ha visto protestas y actuaciones en otras ciudades de las 65,000 en las que opera en todo el mundo.
En la práctica, lo que estamos viviendo es ni más ni menos que una consecuencia más de la llamada tragedia de los comunes: una situación en la cual varios individuos, motivados solo por el interés personal y actuando independiente pero racionalmente, terminan por destruir un recurso compartido limitado (el común) aunque a ninguno de ellos, ya sea como individuos o en conjunto, les convenga que tal destrucción suceda. Aunque el recurso principal en este caso sea de propiedad privada, los inmuebles, el recurso que genera las protestas puede ser interpretado como de naturaleza común: el conjunto de propiedades que conforman la oferta de alquiler de una ciudad o barrio determinado, o el modelo urbanístico al que da lugar su explotación. Resulta difícil argumentar al propietario de un inmueble en el centro de una ciudad que no va a poder optar a maximizar la rentabilidad de su propiedad por el método que estime oportuno dentro de la legalidad, pero muchos propietarios en una zona optando por ese modelo generan un modelo urbanístico de difícil sostenibilidad que resulta del agrado de muy pocos, aunque genere tasas de actividad económica elevadas. ¿Mata un modelo turístico exacerbado la vida de los barrios? Por supuesto, puede convertir una zona en un lugar en el que sea completamente imposible vivir de manera estable… pero esto ya ocurría, en algunas zonas, mucho antes de Airbnb. Personificar en la compañía estadounidense el problema es, claramente, no haberlo estudiado en profundidad.
En ese problema, Airbnb es un relativo recién llegado a una situación que ya de por sí venía de mucho antes, con efectos tanto negativos como positivos. Antes de Airbnb, la actividad de alquiler de propiedades a corto plazo tenía lugar de manera irregular, generalmente ocupando el nivel bajo del espectro de oferta, y dando lugar tanto a experiencias decepcionantes como a la generación de economía sumergida. El control que aporta el uso de la plataforma permite la aparición de un catálogo que apela a los gustos de un amplio espectro de usuarios – desde el bajo coste hasta el lujo más genuino, – tiende a mejorar la experiencia gracias al uso del peer-rating system, e incrementa las posibilidades de control de la actividad económica resultante. Pero por otro lado, esa democratización del alquiler a corto plazo para ponerlo al alcance de cualquiera que posea una propiedad en una zona atractiva se convierte en un problema.
La forma habitual de responder a la tragedia de los comunes cuando esta pasa a suponer un problema para la mayoría ha sido mediante el establecimiento de regulación, y así se está llevando a cabo en algunas ciudades. Pero esa regulación debe responder a muchos elementos: no sirve, como en algunos casos, responder únicamente a los intereses de la industria hotelera tradicional, ni optar por modelos tan restrictivos que den lugar a una marginalización de la actividad. Hay que entender el equilibrio que supone, por un lado, la actividad económica generada por el turismo, y, por otro, la necesidad de convertirla en razonablemente sostenible, teniendo en cuenta además la problemática específica que marca en ese sentido la existencia, en muchos casos, de una marcada estacionalidad vinculada con la actividad. La solución pasa por reevaluar un recurso, el turismo, convertido en auténtico motor económico de muchos territorios, a la luz de la coyuntura marcada por el contexto tecnológico en el que se desarrolla, un contexto que no tiene ninguna posibilidad de vuelta atrás.
Enrique Dans
El efecto de la aplicación creada por Brian Chesky, Joe Gebbia y Nathan Blecharczyk hace ahora ocho años parece claro y evidente: convierte la explotación de un recurso, el alquiler a corto plazo de propiedades inmobiliarias en áreas turísticas, en algo tan sumamente sencillo y rentable, que pocos pueden resistirse a su atractivo. Las zonas atractivas de las ciudades, que desde el desarrollo del turismo masivo ya sufrían una fuerte presión y, en muchos casos, corrían peligro de convertirse en auténticos parques temáticos, con negocios orientados únicamente al turista y un número cada vez menos de residentes, han visto cómo un número cada vez mayor de propiedades eran puestas en alquiler a través de Airbnb y aplicaciones similares, marcando valores más elevados para la rentabilidad de la propiedad inmobiliaria y, en consecuencia, haciendo que muchos propietarios que anteriormente arrendaban esas propiedades a residentes se planteen utilizarlas para el alquiler de corto plazo.
El proceso de turistificación, conocido desde hace décadas en casos como el del casco antiguo de Venecia, se agrava de manera significativa al poner el alquiler turístico a corto plazo al alcance de absolutamente cualquiera. La idea inicial de los fundadores de Airbnb, dos jóvenes a los que no les llegaba el dinero para pagar el alquiler de su casa en San Francisco que decidieron alquilar una de sus habitaciones a asistentes a congresos y conferencias, ha sido en muchos casos sustituida por compañías que concentran múltiples propiedades o edificios enteros y los operan a través de la plataforma, intermediarios que gestionan propiedades de terceros, y toda una industria en torno a la actividad. En San Francisco, la primera ciudad donde la compañía comenzó a operar, sus oficinas fueron ocupadas por manifestantes en noviembre de 2015, y el ayuntamiento puso en marcha varias medidas de control, como el registro de las propiedades objeto de alquiler e imponiendo diversas restricciones en términos de número de noches al año y el número de propiedades que cada persona puede poner en la plataforma. Desde entonces, la compañía ha visto protestas y actuaciones en otras ciudades de las 65,000 en las que opera en todo el mundo.
En la práctica, lo que estamos viviendo es ni más ni menos que una consecuencia más de la llamada tragedia de los comunes: una situación en la cual varios individuos, motivados solo por el interés personal y actuando independiente pero racionalmente, terminan por destruir un recurso compartido limitado (el común) aunque a ninguno de ellos, ya sea como individuos o en conjunto, les convenga que tal destrucción suceda. Aunque el recurso principal en este caso sea de propiedad privada, los inmuebles, el recurso que genera las protestas puede ser interpretado como de naturaleza común: el conjunto de propiedades que conforman la oferta de alquiler de una ciudad o barrio determinado, o el modelo urbanístico al que da lugar su explotación. Resulta difícil argumentar al propietario de un inmueble en el centro de una ciudad que no va a poder optar a maximizar la rentabilidad de su propiedad por el método que estime oportuno dentro de la legalidad, pero muchos propietarios en una zona optando por ese modelo generan un modelo urbanístico de difícil sostenibilidad que resulta del agrado de muy pocos, aunque genere tasas de actividad económica elevadas. ¿Mata un modelo turístico exacerbado la vida de los barrios? Por supuesto, puede convertir una zona en un lugar en el que sea completamente imposible vivir de manera estable… pero esto ya ocurría, en algunas zonas, mucho antes de Airbnb. Personificar en la compañía estadounidense el problema es, claramente, no haberlo estudiado en profundidad.
En ese problema, Airbnb es un relativo recién llegado a una situación que ya de por sí venía de mucho antes, con efectos tanto negativos como positivos. Antes de Airbnb, la actividad de alquiler de propiedades a corto plazo tenía lugar de manera irregular, generalmente ocupando el nivel bajo del espectro de oferta, y dando lugar tanto a experiencias decepcionantes como a la generación de economía sumergida. El control que aporta el uso de la plataforma permite la aparición de un catálogo que apela a los gustos de un amplio espectro de usuarios – desde el bajo coste hasta el lujo más genuino, – tiende a mejorar la experiencia gracias al uso del peer-rating system, e incrementa las posibilidades de control de la actividad económica resultante. Pero por otro lado, esa democratización del alquiler a corto plazo para ponerlo al alcance de cualquiera que posea una propiedad en una zona atractiva se convierte en un problema.
La forma habitual de responder a la tragedia de los comunes cuando esta pasa a suponer un problema para la mayoría ha sido mediante el establecimiento de regulación, y así se está llevando a cabo en algunas ciudades. Pero esa regulación debe responder a muchos elementos: no sirve, como en algunos casos, responder únicamente a los intereses de la industria hotelera tradicional, ni optar por modelos tan restrictivos que den lugar a una marginalización de la actividad. Hay que entender el equilibrio que supone, por un lado, la actividad económica generada por el turismo, y, por otro, la necesidad de convertirla en razonablemente sostenible, teniendo en cuenta además la problemática específica que marca en ese sentido la existencia, en muchos casos, de una marcada estacionalidad vinculada con la actividad. La solución pasa por reevaluar un recurso, el turismo, convertido en auténtico motor económico de muchos territorios, a la luz de la coyuntura marcada por el contexto tecnológico en el que se desarrolla, un contexto que no tiene ninguna posibilidad de vuelta atrás.
Enrique Dans
La prostitución del transporte de paquetería 1€ por paquete
Hoy ha sido una sorpresa recibir una compra on-line, en el plazo de 24 horas por un coste de 1€.
Alguien pagará este servicio que viene a manifestar la competencia tan desleal que vive el sector y tanto esta confundiendo a los mercados y sectores del transporte-
Son inventos que restan calidad a los servicios y con estos precios pronto explotaran.
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Alguien pagará este servicio que viene a manifestar la competencia tan desleal que vive el sector y tanto esta confundiendo a los mercados y sectores del transporte-
Son inventos que restan calidad a los servicios y con estos precios pronto explotaran.
lunes, 21 de agosto de 2017
daño de las esperanzas
La
esperanza en el mundo de los negocios es algo esencial pero a menudo
perjudicial. Nos lleva a seguir el mapa de otros. Nos desenfoca en el
proceso hacia ser inconformistas.
Son ese tipo de esperanzas que nos lanzan al fracaso. Es la esperanza
de que las cosas cambien mañana. Hay mucha de ese tipo de esperanzas.
Todas ellas son más dañinas que útiles. Ganar por casualidad no es una
opción.
Es la esperanza de ganar un juego en el que no estás participando.
Como
emprendedor te acercas a un inversor potencial. Dices: "disculpa" y
entonces, lanzas un pitch de entre quince y veinte minutos que nunca (lo
siento, nunca) logrará que el inversor diga: "genial, aquí tienes una
inyección de dos millones de euros para que los utilices a tu manera".
Piensa
sobre la idea, esa que ha sido rechazada en doce ocasiones. Piensa en
enviar un resumen de la idea a treinta marcas potenciales. ¿Qué esperas
de todo esto? Quizá, estás esperando ganar el juego al que ni siquiera
has decidido participar. Ese juego que te toca ganar de forma aleatoria
entre diez millones de posibilidades.
Pienso que merecemos algo mejor que la esperanza evanescente de ganar en el juego equivocado.
Si
como yo luchas contra las falsas esperanzas, lucha contra la
probabilidad remota de ser golpeado por una cada vez más caprichosa
fortuna. Entonces te darás cuenta que nuestro instinto se basa en estar
dispuestos a establecer una alternativa positiva para integrarla en un
sistema que te permitan lograr metas. Confundiendo la matemática de la
situación con otra persona intentando cerrar la puerta en tus narices.
Ganar por casualidad
Puedes,
o bien trabajar en ti mismo hasta un punto donde no necesites una
esperanza, o puedes jugar un juego diferente. Lo que ese seguro es que
depositar tus vida en esperanzas no merece el esfuerzo que has hecho
hasta ahora.
Nespresso
no se ha convertido en Nespresso porque fue descubierto por George
Clooney cuando empezaron. No, Nespresso conectó. Crecieron
exponencialmente, reinventaron la experiencia del café y empezaron
abriendo una tienda detrás de otra. Reajustaron, corrigieron, midieron,
mejoraron y repitieron. Día a día, rediseñaron su camino hacia el
triunfo. No ganaron solo por casualidad.
¿Qué
oportunidad hay de que Pete Cashmore o Brené Brown accedan a ser tus
mentores? ¿Qué probabilidad tienes de que Warren Buffer invierta en ti?
¿Cómo invertir tus energías esperando y deseando que llegue el hada
madrina? Tienes prisa, pocos recursos y estás en un camino sin salida.
Cuando
alguien te anima a evitar el hecho de ganar por casualidad, no es que
estén criticando que tu idea o cohibir tu fe o robarte tus esperanzas.
Lo que sucede es, que en lugar de eso, están dejándote saber, que ese
tipo de "atajos" son raramente dependientes (o muy cortos). Y que
entonces, si quieres triunfar, quizá, deberías seguir el camino más
largo, menos deliberado y menos mágico.
Si
tu libro, música, local o cualquier negocio merece realmente tu energía
y tu pasión, no lo devalues dejando su futuro en una lotería al azar.
Puesto
de otra manera: encanta a la comunidad que ya posees, maravilla a los
clientes potenciales que puedes alcanzar. Asombra a los pequeños
inversores que ya te conocen lo suficiente como para escucharte. Toma tu
propio permiso
y trabajo. Los saltos imposibles solo quedan bien en las películas,
porque de hecho, el triunfo no vendrá de ganar por casualidad, sino de
encontrar un camino que se anda un paso detrás del otro.
Isra garcia
|
miércoles, 2 de agosto de 2017
¿Para qué hacer más por mi cliente?
¿Por qué y para qué hacer más?...
Hace
unos días estuve en un restaurante comiendo, una mesa de al lado se
quejó de que tardaron demasiado en sacarles los segundos platos. Un mes
atrás en una conocida tienda de ropa, una mujer se acercó al mostrador y
con un recibo de compra le dijo a la dependienta "acabo de ponerme esta
camiseta por primera vez y se ha roto por las costuras". En otra
situación que recuerdo, en un hotel, tenía reservado un "late check-out"
para permanecer hasta tarde para aprovechar y descansar, a las 12:00h
llamaron a mi habitación anulando el tiempo extra, tenían a otro cliente
que acomodar y el manager no me dio opción. Ayer estuve en una tienda
de electrónica, vi a un hombre entrar con un ordenador portátil nuevo.
Con el recibo en la mano. Entonces el hombre dice: "este ordenador
portátil venía sin cargador de luz".
En todas las situaciones, hubo una discusión. Entonces el manager se acercó y en todas ellas proclamó que era imposible que:
• Hubieran tardado demasiado en sacar los platos.
• Se hubiera roto la camiseta así de fácilmente.
• El check-out hasta tarde hubiera estado reservado.
• El ordenador portátil viniera sin cargador.
En
cada una de las ocasiones, el manager trató de salvar la situación con
"una excepción para la regla". Calentando los platos y ofreciendo un
descuento si pedían postre. Realizando un descuento de un 50% en la
compra de otra camiseta como la que estaba rota. El pago del 50% de la
habitación como "late check-out". Y vender un cargador de luz para el
portátil a mitad de precio.
Para qué hacer más por ellos
Primero, ¿y para qué hacer más de lo que se nos ha preparado / entrenado en crear excepciones que realmente encanten a nuestros clientes? ¿Poseen los negocios una lista de excepciones tan inútiles como esas?
Todavía
peor, el mensaje que cada uno de estos negocios lanza es el siguiente:
"Lárgate. No confiamos en ti. No te queremos como cliente".
Principalmente porque eso es lo que significa esos descuentos ofrecidos.
Cada negocio tiene la posibilidad de hacer a un cliente feliz o infeliz. Hacer lo "adecuado" es irrelevante.
En resumen: si intentar dar una lección a tu cliente, has perdido. Por dos cosas:
• No has dado ninguna lección a nadie.
• Has perdido un cliente.
El marketing facilita, no dificulta. Buscar hacer a tus clientes felices, no que salgan corriendo y no vuelvan jamás
Isra Garcia |
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