Ese “por qué” lo cambia todo, es la razón y aún así acabamos envueltos en detalles como tendencias de mercado, lanzamientos de producto, posicionamiento de marca e incrementar visibilidad y reducir costes en marketing. Entonces perdemos el “por qué”, pierdes el foco en las personas que intentas servir. El status quo para para un líder se parece más a algo como esto:
1. Que haces.
2. Cómo lo haces.
3. Por qué lo haces.
Se abre el abismo porque estos tres pasos ya han caducado y nadie puede identificarse con sus respuestas, esa búsqueda te llevará a quedar exhausto y desconcertado.
Re-formula la rueda
Simon Sinek explica que las marcas que han tenido éxito, Apple, Amazon o líderes como Martin Luther King, han cambiado el orden de los tres puntos que el mismo status quo había fijado. Algo llamado el “círculo dorado”:1. Por qué lo haces: ¿Cuál es tu propósito, causa o creencia, y más importante, por qué debería importarle a alguien?
2. Cómo lo haces: ¿Cuál es tu USP y qué es lo que te separa de otros de manera que puedas alcanzar tu “Por qué?
3. Qué es lo que haces: ¿Qué es (literalmente) lo que haces, especialidad y nicho?
Cuando centras tus procesos entorno a tu equipo o audiencia, lector o usuario, cambias completamente tu conexión con ellos. Ya no serás nunca más una APP, retail o consultor tratando de vender algo. Cuando fijas el “por qué” antes que nada, te conviertes en alguien en el que otros se pueden reflejar.
Para de buscar (primeramente) el resultado – dinero o tráfico. Empieza por el “por qué” lo estás haciendo. Las personas que compartan tu propósito, causa o filosofía te seguirán.