Un viaje a
algún destino exótico es una forma de organizar unas vacaciones. Pero
hay otras alternativas. El denominado turismo solidario se ha convertido
en los últimos años en una de las experiencias más recurrentes –sobre
todo entre jóvenes- para conocer otros países y enriquecerse
personalmente ayudando allí donde se va. Conozca cinco de los destinos
más demandados de este ‘turismo solidario’.
La intención de realizar este tipo de actividades
suele responder a dos cosas: altruismo y ganas de viajar. Aunque puede
sonar pretencioso querer ir a un país extranjero a echar una mano: ¿Qué
puede aportar un joven sin experiencia, en un país en vías de
desarrollo? A priori parece que nada. Pero es importante distinguir
entre dos términos, que muchas veces van de la mano, pero no son lo
mismo: ayuda humanitaria y cooperación para el desarrollo.
En la primera no basta con la buena voluntad, ya que implica satisfacer necesidades humanas primarias (enfermedades, desastres naturales, hambre), además de asentar las bases para una rehabilitación y futuro desarrollo de la zona. Requiere formación específica (médicos, ingenieros, nutricionistas, etc.).
La cooperación para el desarrollo
está enfocada al fomento del progreso económico, social y cultural. El
turismo solidario se ajusta más a esta realidad, ya que ofrece cantidad
de opciones distintas para colaborar: educación de menores, reinserción
social de personas excluidas, protección de animales, etc.
Aunque
el componente filantrópico existe, estos viajes están pensados,
principalmente, para ayudar al voluntario. Si la única intención fuera
echar una mano, hay demanda de sobra en España. Por eso el planteamiento
es su formación.
Hay organizaciones, como la Asamblea de Cooperación para la Paz (ACPP), que se centran en ofertar cursos formativos
de cooperación en el extranjero, relegando la ayuda a gente más
experimentada. Aseguran desde la ACPP que la mayoría de sus cooperadores
empezaron con este tipo de cursos. Este verano los ofrece de 15 días en
Palestina, Israel y Senegal, entre otros.
En la medida que la gratificación es principalmente para él, es el viajero quien se hace cargo de todos los gastos. Paga viaje, alojamiento, comida... Las propias organizaciones suelen ponerlo bastante fácil: ofrecen sitios baratos donde dormir e incluso te ponen en contacto con familias locales o te proponen gente que viajará al mismo lugar para compartir habitación.
Por otra parte, preocupa mucho en las asociaciones el tema de seguridad, que trabajan para evitar casos como el secuestro de cooperantes españoles ocurrido en Mauritania en 2009. Por ello es importante la elección de un país con un mínimo de seguridad, sin riesgos medios-elevados de terrorismo.
Una de las organizaciones más importantes y que mejor representa este fenómeno es Cooperatour.
Su planteamiento es el aprendizaje cultural del voluntario, que ejerce
de apoyo a los cooperadores del lugar. Aquí algunos destinos que ofertan
este año:
Protección de tortugas en Costa Rica
Las tortugas marinas se encuentran en peligro de extinción. Se pretende conseguir una temporada de desovación con el menor número de pérdidas posibles. Precio: 600 euros.
Reinserción de niños con riesgo de exclusión en Guatemala
Se pretende fomentar el desarrollo social de discapacitados, menores en entornos difíciles, etc. Precio: 530 euros.
Ayuda a mujeres y niños en Nepal
Además de la educación de menores, han planteado desde Cooperatour la ayuda para el empoderamiento
de las mujeres. Esto implica fomentar que luchen por sus derechos y
mejoren su posición social. En destinos como este, el choque cultural es
enorme. Por eso, existe un programa de introducción a la cultura antes
de empezar. Además existen cursos online de introducción al voluntariado
internacional. Precio: 655 euros.
Protección de animales y plantas en la selva Manu (Perú)
En
la organización aseguran que aquí se realizan actividades como:
seguimiento de poblaciones de monos, tratar de redirigir migraciones de
pájaros que puedan ser perjudiciales o cultivar y repoblar zonas con
especies en peligro. Precio: 700 euros.
Para los enamorados del arte, Asociación Caravana Arte sin Fronteras
Desde la ACASF se ofertan estancias en Marruecos
para la sensibilización local ante las distintas manifestaciones
artísticas. Incluye pasar tiempo y pintar con los niños, redecoración de
aulas, etc. Precio: 180 euros.