La subida de los termómetros obliga a ser
precavidos, sobre todo con los grupos de riesgo. El golpe de calor
amenaza principalmente a las personas mayores, los niños y los enfermos
crónicos. Conozca siete consejos para evitar sustos en los próximos
meses de verano con las altas temperaturas.
Un golpe de calor es el aumento de la temperatura del cuerpo por una exposición prolongada al sol (insolación clásica) o por realizar ejercicios en ambientes calurosos o con poca ventilación) al punto que el organismo pierde agua y sales esenciales para su buen funcionamiento.
En estas situaciones el cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura por los mecanismos habituales como la sudoración. Puede presentarse en el momento o después de varios días de alta temperatura.
Los mensajes se reciben hasta el 30 de septiembre, dándose de alta en su página web. En ellos, los umbrales de temperaturas varían en función de la provincia y el nivel de alerta se establece si se superan esos límites durante varios días.
Mientras, los médicos aconsejan también que es importante estar alerta ante los siguientes síntomas:
– sed intensa y sequedad en la boca
– temperatura mayor a 39º C (medida en la axila)
– sudoración excesiva
– sensación de calor sofocante
– piel seca
– agotamiento, cansancio o debilidad
– mareos o desmayo
– vértigo
– calambres musculares
– agitación
– dolores de estómago, falta de apetito, náuseas o vómitos
– dolores de cabeza (sensación de latido u opresión)
– estado de confusión, desorientación, delirio o incluso coma o convulsiones.
– Ingerir comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, zumos...).
– Si su médico le limita habitualmente la ingesta de líquidos o le ha indicado un tratamiento diurético, consulte con el mismo la cantidad que debería beber los días de calor.
– No abusar de los líquidos que contengan cafeína o grandes cantidades de azúcar.
– Evitar el alcohol.
2) Protegerse de la exposición directa al sol, sobre todo en las horas centrales del día:
– Cubrirse la cabeza.
– Cuidar la piel con protectores solares adecuados.
– Utilizar gafas con filtros ultravioletas.
– Usar ropa clara, ligera, holgada y que deje transpirar.
3) Evitar los esfuerzos físicos en las horas de más calor:
– Si se pretende realizar algún deporte es aconsejable limitarlo a las primeras horas de la mañana o al atardecer.
– Tras la actividad, reponer los líquidos de forma adecuada.
4) Bajar las persianas cuando el sol incida directamente sobre las ventanas:
– Enfriar el ambiente con ventiladores y sistemas de refrigeración, siempre con un uso racional.
– Refrescarse con una ducha o simplemente mojándose cada vez que se necesite.
– Permanecer el mayor tiempo en lugares frescos, a la sombra o climatizados.
5) Mantener las medicinas en lugar fresco:
– El calor puede alterar su composición y su efecto.
6) No dejar a nadie en un vehículo estacionado, cerrado y sin ventilación:
– Especialmente niños, ancianos o enfermos crónicos.
7) ¿Cómo actuar ante un golpe de calor?:
– Pedir ayuda y permanecer en un sitio fresco.
– Enfriar el cuerpo poniendo paños de agua fría, mediante una ducha o envolviendo a la persona afectada con una sábana mojada.
En estas situaciones el cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura por los mecanismos habituales como la sudoración. Puede presentarse en el momento o después de varios días de alta temperatura.
¿Cuáles son los síntomas que aparecen?
Dentro del Plan Nacional de Prevención de Altas Temperaturas, el Ministerio de Sanidad ofrece de manera gratuita un servicio de información diario de temperaturas y niveles de riesgo a través del correo electrónico y del teléfono móvil.Los mensajes se reciben hasta el 30 de septiembre, dándose de alta en su página web. En ellos, los umbrales de temperaturas varían en función de la provincia y el nivel de alerta se establece si se superan esos límites durante varios días.
Mientras, los médicos aconsejan también que es importante estar alerta ante los siguientes síntomas:
– sed intensa y sequedad en la boca
– temperatura mayor a 39º C (medida en la axila)
– sudoración excesiva
– sensación de calor sofocante
– piel seca
– agotamiento, cansancio o debilidad
– mareos o desmayo
– vértigo
– calambres musculares
– agitación
– dolores de estómago, falta de apetito, náuseas o vómitos
– dolores de cabeza (sensación de latido u opresión)
– estado de confusión, desorientación, delirio o incluso coma o convulsiones.
Siete consejos para prevenir el golpe de calor
Pero además de conocer los niveles de calor y los primeros síntomas que aparecen, en verano resulta esencial poner en marcha una serie de medidas preventivas que impidan sufrir los efectos perjudiciales del sol. Estas son algunas de las recomendaciones que destaca la Agencia Estatal de Meteorología:
1) Lo que se puede comer y beber para refrescarse y lo que no:
– Beber agua frecuentemente sin esperar a tener sed y asegurarse de que niños y ancianos también lo hagan.– Ingerir comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, zumos...).
– Si su médico le limita habitualmente la ingesta de líquidos o le ha indicado un tratamiento diurético, consulte con el mismo la cantidad que debería beber los días de calor.
– No abusar de los líquidos que contengan cafeína o grandes cantidades de azúcar.
– Evitar el alcohol.
2) Protegerse de la exposición directa al sol, sobre todo en las horas centrales del día:
– Cubrirse la cabeza.
– Cuidar la piel con protectores solares adecuados.
– Utilizar gafas con filtros ultravioletas.
– Usar ropa clara, ligera, holgada y que deje transpirar.
3) Evitar los esfuerzos físicos en las horas de más calor:
– Si se pretende realizar algún deporte es aconsejable limitarlo a las primeras horas de la mañana o al atardecer.
– Tras la actividad, reponer los líquidos de forma adecuada.
4) Bajar las persianas cuando el sol incida directamente sobre las ventanas:
– Enfriar el ambiente con ventiladores y sistemas de refrigeración, siempre con un uso racional.
– Refrescarse con una ducha o simplemente mojándose cada vez que se necesite.
– Permanecer el mayor tiempo en lugares frescos, a la sombra o climatizados.
5) Mantener las medicinas en lugar fresco:
– El calor puede alterar su composición y su efecto.
6) No dejar a nadie en un vehículo estacionado, cerrado y sin ventilación:
– Especialmente niños, ancianos o enfermos crónicos.
7) ¿Cómo actuar ante un golpe de calor?:
– Pedir ayuda y permanecer en un sitio fresco.
– Enfriar el cuerpo poniendo paños de agua fría, mediante una ducha o envolviendo a la persona afectada con una sábana mojada.