Si
hoy decidieras cómo debería ser la educación que recibieran pequeños,
adolescentes, universitarios y adultos profesionales ¿qué es aquello que
colocarías en el eje de ese modelo educativo?
¿Podría ser algo como esto? Riesgo: lanzarte primero, corregir y alinear después. Si das un libro que dice cómo hacerlo de antemano, e incluso después, estamos perdidos. No hay crecimiento sin riesgo. Fracaso: no hablar sobre él, eso se vende demasiado barato. Trabajarlo desde sus entrañas, llevar a los alumnos y estudiantes al fracaso, a la caída, al error, que sea profundo, doloroso, cruel e inaguantable. Que no estén solos, que otros puedan apreciarlo desde arriba y tú desde bajo sientas el sabor de esa derrota humillante. Incertidumbre: exponer a alumnos y estudiantes a cualquier situación, proyecto o dinámica que no puedas medir, que no te garantice un éxito, para lo que antes no haya ningún precedente o nadie sepa cual es la respuesta o el resultado esperado final. Liderazgo: obviar las instrucciones, desacreditar los modelos actuales de dirección y management. Quitar el valor a las órdenes. Ganar la confianza del grupo, liderar primero tu trabajo y tu vida y luego quizá la de otros que decidan que merece la pena seguirte. Poner el alza el trabajo en equipo y crear tensión entre participantes. Otorgar responsabilidades supremas a todos los alumnos y asistentes, no importa que no sean los líderes de la la clase, todo el mundo debe liderar dentro, al menos. Incredulidad: llevar a los alumnos / estudiantes hasta el margen de la vida, cuestionar lo incuestionable en sus vidas. Tocar lo sagrado y ponerlo boca abajo. Debatir y argumentar cualquier punto de vista, acepción o verdad universal. Excelencia: no seguir es estándar de completar algo y acabarlo, hacerlo suficientemente bien como nos han enseñado hasta ahora. No, si lo vas a hacer, hazlo con el mayor de tus propósitos, dona todo tu intento y cuida hasta el detalle más minucioso. Crea trabajo, presentaciones o discursos que cambien al que lo recibe. Iniciativa: premiar no al alumno o estudiante que lo piensa primero, sino el que lo hace primero. El que más insiste, el que más ganas e intento deposita en sus trabajos, cuestiones o problemática. Insolencia: la de crear algo sin el permiso del profesor. La de no necesitar la validación de tus compañeros. La de pasar por alto la reafirmación de tus padres, jefes o mentores. La irreverencia para dar un paso al frente por lo que crees y ansías y empujar todo lo que sea necesario hasta llegar,. Habilidades núcleo: esas que te harán crecer y destacar, como profesional y como persona. Dinámicas, conversaciones y debates grupales: momentos donde tienes la oportunidad de colaborar, conectar, argumentar, defender, apoyar y respetar a y con otras personas que ven el mundo de manera diferente a la tuya, o enriquecer enfoque de personas con las que resuenas. Potenciar nuevas interacciones. Fomentar el cambio. Crear espíritu de equipo Y construir puentes entre personas. Estilo de vida: es la clave del éxito y de la felicidad (dos maneras de decir lo mismo) a largo plazo. Obligado. Métodos: el “qué” es esencial, el “por qué” es necesario, pero el “cómo” será aquello que haga despuntar a estudiantes o alumnos. Introspección: andar el camino, en solitario, conscientemente. ¿Quieres un buen chispazo de todo esto? Ven. Isra Garcia |
Browse » Home