Por ello resulta pertinente, y hasta un tanto filosófico, preguntar: ¿Quién no busca la felicidad?
Probablemente cuando escuchas o lees acerca de la felicidad y su búsqueda, brinca a tu mente la película En busca de la felicidad (The Pursuit of Happyness. 2006), aquella aclamada cinta protagonizada por Will Smith -que le valió un Premio oscar- y su hijo Jayden, en la que un padre soltero que enfrenta diversas experiencias amargas en la vida y una inestable situación económica, que al final del día se da cuenta que la felicidad no es el fin en sí mismo, sino el sendero que debe caminar para llegar a ella.
Pues bien, en la vida real encontrar la felicidad es lo mismo: “No existen fórmulas precisas para encontrar la felicidad, cada quien labra su propio camino, pero es muy importante saber que nadie más puede ayudarte a encontrarla más que tú mismo”, fueron las palabras de Chris Gardner -el famoso emprendedor en el que se basó dicho filme.
Reconocido como uno de los gurús de la felicidad, Gardner asegura que ésta es sólo cuestión de actitud y que como tal, no es meramente un estado de ánimo o un fenómeno efímero, sino una forma de vida que involucra distintos componentes, y uno de ellos tiene que ver con ser un buen líder.
Con una vida marcada por las carencias, la pobreza, los abusos sexuales, el maltrato familiar y el alcoholismo, Gardner asegura que la suerte no es necesaria para llegar al éxito, sino que lo realmente necesario es creer en uno mismo y desarrollar estos componentes:
El factor X
Se necesita contar con un principio, un elemento determinante y capaz de diferenciarte de los demás, a lo que el ex empresario de Wall Street llama “genética espiritual”.“Me tardé 28 años en encontrar un camino que me llevara a la felicidad y al éxito personal. Sin embargo, si yo no hubiera contado con este factor diferenciador, jamás lo hubiera logrado”, destaca.
Gardner se ha encargado -en los últimos años- a difundir esta nueva terminología, que, asegura, es un componente diferenciador:
“Tuve a mi lado un padrastro alcohólico que lo único que me decía es que yo nunca iba a llegar a ser nadie en la vida y mira ahora. No porque las circunstancias y el medio lo apremien quiere decir que así sea”, comenta mientras ve una fotografía de su madre, a quien le agradece su factor diferenciador, puesto que fue ella quien le animó a creer y tener confianza en sí mismo antes que en cualquier otra persona.
Tú eliges tu camino
Era 1982, con 28 años de edad y con un hijo de cinco años, este personaje atravesaba una de las crisis laborales más fuertes a las que se ha enfrentado Estados Unidos; 1 de cada 10 estadounidenses no tenía trabajo y la situación económica del país se encontraba en un tremendo bache.A pesar de las circunstancias, Gardner nunca dejó de soñar con un futuro mejor para él y su hijo. Treinta años después, Gardner es dueño de una casa de correduría de valores y poseedor de una fortuna valuada en millones de dólares.
“Las circunstancias no dictan el camino que debes tomar, siempre hay opciones para ser mejor. 'En busca de la felicidad' no es un retrato de mi vida, es un retrato de todos nosotros, donde se aprende que hay veces en las que tenemos que hacer lo que debemos hacer, incluso antes de hacer lo que queremos”, comenta ante los asistente a dicho congreso sobre liderazgo.
Empezar donde uno se encuentra
Después de 28 años de carencias, maltratos y malas decisiones, Gardner se miró a sí mismo y se dijo que podía lograrlo.¿Cómo? Con esperanza: “Es importante saber en qué momento te encuentras, aún si no es el mejor momento, pero es más importante saber que puedes cambiarlo. Hay que empezar con lo que tienes, no importa que tengas décadas de no hacerlo, eso sí, más te vale tener la esperanza y un plan, si no, es 'bullshit'".
Las cinco C
Después de tener esperanza y un plan, no hay nada más importante que tener las cinco “C” en tu proyecto: Conciso, Claro, Comprometido, Consistente y Convencido, comenta Gardner mientras muestra su inmensa sonrisa a la audiencia.El plan B apesta, aférrate al A
Con su característico sentido del humor, comenta que “siempre es bueno tener un plan alterno, sin embargo hay que aferrarse al plan A, porque el B apesta, sino éste sería la primera opción, ¿no creen?”.El empresario de Wisconsin aseguró que en la vida no se puede ir con miles de opciones, se deben bajar las ideas y aferrarse a aquéllas que puedan impulsar tu vida, eso sí, protegiéndolas y convirtiéndolas en un plan de vida.