A la tercera va la vencida y este sábado puede ser un día histórico para Madrid, ya que puede ser elegida como la ciudad anfitriona para albergar los Juegos Olímpicos de 2020. En esta ocasión, a pesar del fracaso en los dos intentos anteriores, todo parece indicar que tiene más posibilidades de conseguirlo.
¿Qué supondría para la capital de España un evento de esta magnitud? Si consigue imponerse sobre las candidatura de Tokio y Estambul, la consecuencia inmediata es que “los Juegos Olímpicos pondrían en el mapa a Madrid como en su día pusieron a Barcelona y muchos visitantes de todas las partes del globo visitarían una ciudad que sin olimpiadas jamás habrían visitado”, afirma Luis Arsuaga, director para España y Portugal de la consultora Jones Lang LaSalle Hotels & Hospitality Group.
Es decir, el sector turístico sería uno de los más beneficiados, ya que la promoción que posibilita un acontecimiento de este tipo no es comparable a ningún otro. Arsuaga explica que “los Juegos Olímpicos convierten a la ciudad anfitriona en una postal viviente. No existe en el planeta un evento de marketing mayor: alrededor del 85% de los 4.000 millones de personas se conectan en algún momento con el canal de los Juegos”. Además, no hay que esperar hasta 2020, la difusión del proyecto comienza ocho años antes.
Aparte de las miles de imágenes que llegarán a todo el mundo con sus atractivos turísticos, la ciudad tiene una oportunidad para demostrar su eficiencia y capacidad para acoger y organizar grandes eventos internacionales, una cualidad que puede servir de impulso para el sector de las convenciones y congresos.
Hay que recordar que este año Madrid se está quedando fuera de la buena marcha de la actividad turística. La cifra récord en la entrada de visitantes internacionales que España ha registrado hasta julio no ha tenido reflejo en esta comunicad autónoma que, muy al contrario, presenta un notable descenso de visitantes extranjeros. Hasta julio, la región recibió 2,8 millones de turistas foráneos, un 5,7% menos.
Hoteles
El segmento hotelero será uno de los que reciba un mayor impacto con la organización de esta competición deportiva. Madrid dispone de una amplia planta hotelera, con casi 45.000 plazas frente a las 40.000 que exige el Comité Olímpico Internacional (COI). La citada consultora aprecia las siguientes variaciones en las ciudades que han acogido unos Juegos Olímpicos:
-Un crecimiento de la oferta de habitaciones a medida que se aproximan la cita.
-Disminución de la ocupación en el año del acontecimiento, para recuperarse tras ese periodo.
-Incremento significativo del promedio de las tarifas diarias durante el año olímpico, seguido de una caída de las mismas en el año posterior.
-Un rendimiento diferente en cada caso tras los Juegos dependiendo de variables ajenas, su situación en el ciclo económico del mercado o la magnitud de la nueva oferta creada.
Marca España
Se estima que el impacto económico del evento puede ser muy importante. El presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, ha comentado que se crearán 300.000 puestos de trabajo a nivel nacional, ya que sus repercusiones no se ciñen sólo a Madrid y su comunidad, tienen también un impacto positivo para el resto de España. Así lo recoge una encuesta realizada por Mediapost para el COE en agosto, con 2.000 entrevistas en todo el país. Las personas consultadas manifiestan su apoyo masivo a este proyecto olímpico. Además, el 88% considera que será rentable en términos económicos para todo el país, incluso el 89% cree que ayudará a reforzar y mejorar la imagen de la Marca España. El informe de la propia candidatura asegura que la cita deportiva aportará más de 3.500 millones de euros al PIB.
¿Resultados inmediatos?
Los resultados que pueda reportar este evento no suelen ser inmediatos. No se pueden recuperar en el mismo año de la celebración los miles de millones de euros invertidos en su organización. “La repercusión que tengan en la ciudad una vez finalizados es lo que decidirá si, económicamente, la acogida de los Juegos mereció la pena o no”, asevera Luis Arsuaga.
Los mismo sucede con los beneficios que pueda suponer para el sector turístico. En general, los frutos se recogen más a largo plazo, “el turismo generado en Barcelona durante el año de los Juegos llegó al 18.9%, pero los verdaderos beneficios se apreciaron al año siguiente, cuando las llegadas internacionales aumentaron un 43.3%”, añade Arsuaga.