1. Define el leitmotiv: en este caso para mí sería, “establecer conexiones emocionales”.
2. Desprende sentimientos: enfado, pena, felicidad, humor, amor y
otros, siempre que sean auténticos y no pretendidos o fingidos.
3. Elige al embajador o embajadora adecuado que mejor represente a tu marca, dentro y fuera del plano digital.
4. Esculpe la silueta ideal de la persona que conectará con tu marca,
la persona que comprará y correrá la voz. Una vez esté desarrollado esa
figura amolda la comunicación, servicios, logística y operaciones a ese
perfil, no a la inversa.
5. No publiques el contenido que deseas, publica el contenido que tu comunidad desea. Escucha antes de actuar.
6. Crea servicios periféricos que añadan valor al producto o servicio que ofreces. Servicios periféricos basados en el punto 3.
7. Sea lo que sea aquello que vende tu marca, organiza jornadas /
talleres / seminarios sin coste para educar a los posibles clientes
potenciales antes de comprar tu producto.
8. Crea listas de emailing no para promocionar, sino para dirigirte a
personas específicas que tienen necesidades específicas sobre. Tu
marca.
9. Envía ese email humano (no marketing) solo cuando merezca la pena
hacerlo. Esto significaría solo en un 5% de las veces que actualmente
realizas.
10. Inicia conversaciones y saca inputs que puedan ser transformados
en algo que puedas hacer por ese público con el que interactúas.
Usando
estos ingredientes para esos que buscan un concierto exquisito, los
profesionales del marketing pueden expandir la presencia de su marca y
hacer crecer su audiencia y alcance significativamente, creándola para
la gente, humanizándola.
Porque esta estrategia es dictada por los sentimientos del consumidor,
sus pensamientos, necesidades y deseos. Coloca a las personas donde
deben estar, en el pedestal. Cuando estos pasos se ejecutan bien, el
consumidor pensará que la marca le pertenece, eso es. Isra garcia
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