DIECINUEVE HÁBITOS DE LA GENTE EXTRAORDINARIAMENTE MOTIVADA.
El amor
propio, el afán de superación constante, el deseo de desarrollo y
crecimiento personal son entre otras muchas, las claves que te permiten
ser una persona excelente, según Confucio.
Las personas más motivadas, con ilusiones y sueños son las que más rápido y mejor consiguen sus metas, con lo cual están más satisfechos en su vida profesional y personal.
Hoy quiero compartir contigo diecinueve hábitos imitables - algunos con más facilidad que otros- de las personas que están muy motivadas.
Los he recopilado para ti y algunos vienen recogidos por el autor del libro Management para Dummies, el norteamericano Peter Economy, que
ayer tuve la suerte de leer y otros están escritos por J.M. Vicedo,
orador de reconocido prestigio en el área de la superación personal y el
máximo rendimiento
1. Están motivados internamente.
Ese tipo de personas se guían por un deseo intrínseco de sacar lo mejor de uno mismo, que les impulsan a buscar los mejores resultados pero aprendiendo por el camino y arriesgando con nuevas posibilidades.
2. No pierden tiempo juzgando.
Las personas motivadas observan los aciertos de los demás para imitarlos y los errores para no repetirlos, en lugar de limitarse a comentarlos, juzgarlos e incluso compararse. No pierden su tiempo con cotilleos ni personas cotillas.
3. Son humildes.
No tienen problema en admitir que han cometido un error y pedir disculpas por ello, porque son conscientes de que errar es humano y que rectificar es de sabios. Del mismo modo, piden la opinión a los demás para mejorar su trabajo y redirigir el rumbo si es necesario.
4. Miran con perspectiva.
Son capaces de tomar distancia de su trabajo y ver qué es lo que no funciona y que es lo que sí, en lugar de centrarse en las malas experiencias y dedicarse a dramatizar sobre ellas.
5. Son auténticos.
Parte de su motivación la basan en ser fieles a sí mismos.
Son permeables a las opiniones de los demás siempre que sea para
mejorar pero no les harán caso si no les convencen y menos aún para
complacerles.
Nunca
eligen el camino fácil para conseguir lo que quieren, sino el más
interesante. Eliminan las barreras y los límites que se les presuponen y
confían en que sus habilidades les permitirán superar las adversidades.
7. Siguen aprendiendo. Leen mucho y son brillantes observadores.
Ambas
cosas las hacen para seguir siendo más eficientes y aprender nuevas
formas de lograr sus objetivos. Entienden que seguir aprendiendo es
parte de su trabajo.
8. Saben lo que quieren.
Tienen
una visión clara de lo que quieren conseguir en la vida o como mínimo
siguen un objetivo a largo plazo. A veces se les tacha de demasiado
optimistas, pero creen que todo es posible y esa fuerza les ayuda a conseguirlo.
9. Nunca se rinden.
Cuando se tropiezan con una piedra, toman medidas para superarlo.
Si vuelven a tropezar con la misma, mejoran ese plan. Pero en ningún
caso, abandonan y se quedan en el suelo. Ni siquiera entra en su
vocabulario.
10. No culpan a otros.
Cuando fracasan, lo aceptan y
se postulan a sí mismos como los únicos responsables de sus acciones
fallidas, en lugar de buscar culpables y señalar a los demás.
11. Reservan tiempo sí mismos.
Saben que mantener la motivación en el terreno laboral requiere bienestar en el terreno personal. Por eso cuidan sus relaciones familiares y de amistad, hacen ejercicio y llevan una dieta equilibrada.
12. Se rodean de otros motivadores.
Precisamente parte de su fuerza proviene de la voluntad de rodearse de otras personas con una actitud similar, que les den confianza, que les infunden positivismo, y que les ayuden a sacar lo mejor de ellos de manera incondicional.
13. Reflexionan y determinan sus verdaderos anhelos y aspiraciones.
Existe
una gran discrepancia entre perseguir los sueños que nos venden en la
publicidad y los sueños que verdaderamente anhelamos en nuestro corazón.
Esos sueños únicos y especiales que resuenan con fuerza en nuestro interior, son los únicos capaces de generar una motivación
gigantesca. Cuando perseguimos objetivos que se encuentran alineados
con lo que verdaderamente es importante para nosotros, accedemos a una
fuente de motivación prácticamente inagotable y de una fuerza
abrumadora.