Primero, las personas pueden ser empujadas, pero al minuto en el que paras de empujarlas, paran. Si el hábito que has enseñado es alcanzar algo para evitar ser amonestado, una vez que esa instigación se detiene, también lo hace el logro o éxito.
Una segunda manera de liderar personas es crear competición. Enfrenta (sanamente) a unas personas contra las otras y muchos de ellas responderán. Haz públicos los resultados de las presentaciones comerciales, muestra online todas las calificaciones de los exámenes, con nombres, con fotos, con perfiles de las plataformas sociales, y mira cómo estas personas tratan la próxima vez de sobrepasar al otro. Promete a un grupo de tus directivos que uno de ellos ocupará tu puesto en seis meses y observa cómo aumenta el nivel de energía y compromiso. Premia públicamente al mejor empleado del mes y verás cómo incrementa la calidad y excelencia del trabajado de cada uno de los involucrados en el proceso. ¿Quieres ver cómo los jugadores de tu equipo consiguen mejores resultados? Permíteles saber que los playoffs son en tres semanas y que están a dos partidos de estar dentro o fuera.
El tercer método, el que prefiero y practico, es abrir la puerta y ofrecer liderazgo, entregar responsabilidad. Ofrece a la gente una plataforma desde donde despegar, no un sótano. Establece expectativas para cada uno de tus trabajadores, no para manipular, si no para animarlos. Y entonces, apártate del camino. Habilita una hoja en blanco, sin direcciones, sin guía, sin camino, solo un lápiz para dibujar, entonces los de tu alrededor sobresaldrán, se excitarán y serán mejores. Ayuda cuando te pregunten, pero no grites desde el fondo del autobús. Cuando las personas aprenden a aceptar la consecución de algo, se vuelven adictos a ello. Únicamente observa los increíbles logros de las organizaciones de antiguos trabajadores de cualquier organización. Cuando adultos (y niños) reconocen el poder de la auto-dirección y se dan cuenta del los beneficios del apoyo mutuo, tienden a buscarlo (y encontrarlo) una y otra vez.