Como interactuamos, adoptamos ideas, trabajamos, vivimos y transmitimos en la nueva economía ha cambiado la manera en la que dirigirse a audiencias como speaker.
Dirigirte a audiencias abiertas hoy requiere un método de trabajo más “micro”, útil, concreto, original, directo, disruptivo e interactivo. Los comunicadores (o las comunicadoras) más efectivos serán aquellos que puedan abrazar estas técnicas estratégicamente.
Para mí, estas son las técnicas que hacen funcionar este nuevo juego dentro de hablar en público en una economía disruptiva y conectada:
1. Replicar tu “discurso de éxito” ya no es una garantía escalable
Un consumidor – o audiencia – cada día más inteligente, exigente y con un grado alto de expectación y ganas de ser encantada y sorprendida, no acepta el mismo discurso una y otra vez. Esto está dejando de funcionar. La audiencia es cada vez más crítica, necesita contenidos nuevos, dinámicos y frescos, vienen par ser encantados no engatusados como la serpiente con la flauta mágica.
Trabaja en un discurso nuevo o por lo menos con el 50% de contenidos diferentes al discurso que sueles repetir en todos los lugares. Ahora con streaming, Periscope, Youtube live y más herramientas, puedes tener una audiencia global, la misma que presenció tu discurso en Berlín, puede estar ahora en Florianópolis.
2. La práctica no te hace brillante, del todo
Sí, has leído exactamente. Olvida lo que aprendiste en el colegio. La práctica no te hace perfecto, la práctica con intento, propósito y feedback sí.
Dar conferencias sin parar no necesariamente te llevará a ser mejor speaker. Necesitas ser auto-consciente y auto-crítico sobre que es aquello que deberías practicar más, luego trabajar en ello de acorde.
Piensa en hacer playbacks sobre tus discursos y toms notas de lo que te gustaría cambiar.
3. Deposita foco en el centro
Los consejos sobre hablar en público siempre suelen ir hacia un inicio potente y cautivador y un final rompedor. ¿Y el centro? ¿Qué pasa si la energía empieza a desvanecer cuando vas por la mitas de tu discurso?
Presta atención a la mitad d tu discurso, aquí es donde usualmente van los detalles del mensaje, es fácil perder aquí elmomentum con le cual empezaste.
4. Habla como cantas
Hablar en público es como cantar. Una voz potente te dará una gran ventaja. Modular la voz y adaptarla es imprescindible para impactar y entrar en la audiencia.
Busca tener la garganta y lengua seca, pero no demasiado. Respirar correctamente importa. Si quieres controlar el sonido, debes aprender a controlar el aire.
Intenta respirar a través de tu nariz, inhala profundamente desde el diafragma. Llena el fondo de tus pulmones como si hubiera un balón en tu estómago. Habla solo a la vez que exhalas, como si el “balón” se deshinchara gentilmente. Una cosa que he aprendido con Bikram Yoga y Pilates es a controlar mi respiración, eso me ha ayudado a mejorar esto.
5. Menos textos e imágenes no objetivas
No uses textos o imágenes que no apoyen tu mensaje. Solo porque sean divertidas, tiernas o impactantes no significan que aporten valor a tu audiencia, justo lo contrario, podrían estar distrayéndola y confundiendo tu mensaje. Mal. Si tus diapositivas no representan fielmente tu mensaje, no las utilices.
Piensa de manera no-linear. La mejor técnica es crear el storyboard y crear un transcript. Y aquí la clave, por lo menos para mí desde que empecé a seguirla en 2011, una idea por pase. ¿Cómo plasmas una idea por dispositiva?
Atención: las imágenes pobres transmiten mensajes pobres. Antes que imágenes pixeladas y sobredimensionadas, utiliza texto.
Sobre texto, puedes jugar con textos pequeños o diminutos cuando quieras desconcertar a la audiencia. He llegado a utilizar textos que ni yo podría leer, me gusta. Hace que la audiencia se sienta incómoda. Por lo general contrasto exageradamente con textos que me permiten colocar una letra por diapositiva, es como llevar a tu audiencia por una montaña rusa, es divertido.
6. Chistes y anécdotas que se repiten
Creo que empezar con una sonrisas de tu audiencia es salir en posición ganadora, conectas realmente. La mejor fórmula para esto es ser natural, a veces venir con un set de bromas o chistes preparado queda demasiado artificial y lo que consigues es el efecto opuesto. Nunca preguntes “¿No es divertido?” o “voy a contar algo divertido”, la audiencia no será honesta.
Si alguien no ríe en tu presentación, se honesto y deja a un lago la formalidad, actúa genuinamente. Mis mejores presentaciones siempre se han dado cuando conecté con la audiencia, esto sucedió porque en algún momento dejé a un lado el guión (o no lo recordaba) y empecé a ser más Isra García.
7. Te diriges a gente más inteligente, intrépida y astuta que tú
Si piensas que ese cuento de, “tú eres el que está en el escenario y eres que que controlas y tienes el poder” aún sirve, piensa de nuevo dos veces.
Tu audiencia sabe más de ti que nunca antes, de tu trabajo, de tus debilidades, de tus fortalezas y posiblemente del tema del que tu presentación va. Son tus invitados, no tus criados. Son tus clientes, no tus competidores. Son tu familia, no tus enemigos.
8. Comprueba, comprueba
Cada vez me gusta comprobar con más frecuencia el sonido, la iluminación, el proyector, Internet, la sala, el tipo de micrófono, conocer a los responsables, hablar con ellos, visualizar la sala y la presentación, todo en el lugar donde va a realizarse. Me gusta hacerlo por mí mismo, me permite dar el discurso antes de que se produzca. Cuanta más tecnología utilices más debes comprobar.
No soy fan de ensayar mi presentación, para mí es quitar naturalidad a la intervención.
9. Al frente del cambio
Si el mundo cambia, hablar en público también. es importante que permanezcas en un estado de re-invención continuo en esta área también.
Las personas cada vez se aburren más con las conferencias magistrales, disfrutan verdaderamente con conversaciones interactivas y con preguntas en cualquier etapa del discurso. Cada día mis presentaciones son menos conferencias y más conversaciones, el valor proporcionado es inmensamente mayor.
10. Acaba = acción
Para mí el punto decisivo, sí a acabar con una frase provocadora que deje a todo el mundo pensativo, pero antes es imprescindible haber traslado acción a todos y cada uno de los asistentes a tu presentación. Si al final de tu discurso no posees una llamada a la acción, ¿para qué fuiste a darlo? Isra Garcia