Normal ha
dejado de existir. Adiós. En el mundo de hoy, la persona que más destaca no es
aquella que aprende a seguir las reglas, sino la que inventa su propio juego. La vida ya no va
sobre encajar, sino sobre destacar. Oportunidad.
La
incertidumbre es el nuevo estándar por el que navegar. Ahora, ningún trabajo es
para toda la vida. Nadie te asegura que todos los meses recibas un sueldo que
te permita vivir cómodamente. Ya no hay paga de navidad. Vaya.
La perfección de toda una vida se ha roto en
pequeñas piezas de lego que parecen no tener encaje las unas con las otras. La
educación ha demostrado ser una herramienta inútil para educar a nuestras
futuras generaciones. Perfecto ha sido destronado, todo lo que parecía
imposible ahora es el nuevo posible. Cualquier persona puede crear un movimiento
que sea impulsado por miles de personas. Cualquier profesional puede lograr ser
su propio jefe. Genial.
No queremos
tus órdenes, ni supervisión, tampoco tus descuentos o promociones en Facebook,
no queremos ni siquiera que nos sigas, lo que queremos de ti es tu humanidad,
generosidad y conexión. Queremos qué cambies vidas y aportes valor en
cantidades industriales. Queremos que
lideres, te necesitamos. Ahora.
Ya no hay ni
un sólo trabajo que verdaderamente importe, donde haya alguien que te diga qué
es lo que debes hacer y cómo hacerlo. El trabajo que importa es el que te
enfrenta implacablemente contra el mundo. Menos mal.
Ahora que
normal ha dejado de ser un estándar y tenemos una oportunidad única de
re-escribir el libro, ¿siguiente excusa por la que preocuparte?