Lo sé, esto no solucionará cada enfermedad repartida en el mundo. No garantizará trabajo para todo el mundo. No creo ni que siquiera te mantenga caliente por las noches. Sin embargo, si piensas que ese pequeño gesto cambiará vidas, incluso una sola, entonces piensa en emplear 20 minutos de tu día en impulsar a esa persona.
Tan pronto como lo hagas, estarás cambiando el mundo, estarás salvando vidas. Serás una persona increíble, no una persona ocupada. Una persona en la línea de fuego por una causa noble. Y posiblemente esa persona, en un futuro no muy lejano, hará lo mismo por otra persona. Y eso, en su esencia, sería una revolución.
Empuja fuerte a una sola persona.
Isra Garcia