Es
cierto, primero hay que ganar (hace años se decía “captar”) la atención
de tu cliente potencial, ¿y una vez posees ese tesoro que supone la
atención? Necesitas construir confianza para convertir clientes.
Y
la confianza no tiene tanto que ver con crear un sitio web robusto,
tener el mejor equipo community engagement del país o poseyendo cientos
de miles de fans. La confianza se gana por integridad y la integridad
significa mantener promesas.
Cuando
de verdad quieras crear un marketing magnífico, empieza solo por hacer
promesas que tu organización o pequeño negocio pueda mantener. También
puedes seguir los 7 componentes (o valores) que IG, y yo mismo, seguimos para lograrlo.
1. Sinceridad
Necesitas
ser honesto y genuino en todo tu marketing – incluyendo lo que tus
empleados o management habla ahí afuera. Obtén atención por lo que tu
marca, producto o servicio hace bien, no clames por aquello que podría
volver después y perjudicarte. Esto es como las start-up que cierran de
repente (por adquisición o bancarrota) sin dar explicaciones a sus
proveedores, clientes o incluso empleados, y entonces surge un ejecutivo
y habla de la importancia de la transparencia en una organización.
2. Claridad
No
es necesario que algo de lo que más horripila a una persona es ser
vendida sin querer serlo. Inmediatamente desconectamos. El contenido que
crees debería estar repleto de valor que tus clientes y prospectos
puedan usar hoy, la clave aquí es generar utilidad para todo aquel que
llega a ti, sí, hasta que los que ni siquiera poseen o compran lo que
intentas vender.
Para
hacer esto, hay una manera que nos funciona genialmente bien, intentar
resolver los problemas de nuestra audiencia, explica cómo podría
despegar su campaña de crowdfunding, cómo optimizar su blog, qué
carencias tienes su plan digital o cómo obtener una gran rentabilidad
por sus accione suplicatorias online, ofrece trucos y prácticas potentes
para ayudarles a tener éxito.
3. Autoridad
Algo
que cada vez que explico a un cliente o marca que asesoro, me miran
como si hubiera tomado LSD. Posiblemente hay contenido mejor que el
tuyo, producto más funcional que el tuyo, servicio más recomendable que
el tuyo, el de tu competencia. Si encuentras algo que desearías haber
hecho, no tengas miedo de compartirlo. Haciéndolo no solo proporcionar
valor a tu audiencia, sino que también demuestras que tu organización
está lo suficientemente convencida de su trabajo, que referencia a la
competencia no representa ninguna amenaza.
4. Comunicación
Si
tu mensaje no llega, si tu audiencia no entiende lo que quieres decir,
si no sabes quien es tu cliente o si no hay fricción a causa de los
resultados de tu trabajo que expones, es que tu comunicación falla. Lo
que haces, contenido, producto, equipo, empleados, cuentan una historia.
¿Quién mejor para contarla que un profesional de la comunicación, un
marketer generoso, un storyteller o un periodista?
5. Veracidad
Cuando
la gente acuda a ti con problemas, preguntas, dudas o información, si
decides ayudarles, no puedes fallar. Por ejemplo, uno de los objetivos
en el content marketing es colocarte como experto en un campo
específico. Incoherencia de mensajes, demasiados errores, comentarios o
reviews negativos y quejas de clientes, podría hacer que las personas no
te creyeran fácilmente – entonces tampoco creerán en lo que vendes.
6. Reconoce y disculpa
Por
supuesto, esto es vital, ¿quieres crear confianza? empieza por admitir
que te equivocaste, pide disculpas y haz algo para solucionar el posible
desperfecto. Cuando más cueste reconocerlo, más confianza ganarás, y no
a la inversa. En mi caso hay un 99% de probabilidades que haga negocios
con alguien que sabe reconocer cuando ha fallado y lo toma en serio,
que quien siempre parece que gana y nunca pierde. En IG promovemos la
disculpa directa y sin tapujos como un gran activo de crecimiento
colectivo y confianza.
Cuando
eres capaz de saltar a una plaza abarrotada de gente y decir que te
equivocaste, esto solo muestra que te dedicas a la transparencia y a
intentar arreglar las cosas que no salen como esperabas ¿quién no
confiaría en eso?