¡Por
fin estás de vacaciones! Después de un intenso año trabajando al máximo
durante horas y semanas, sacando adelante proyectos, cumpliendo
objetivos y plazos, llega la mejor época del año para recargar la
energía gastada los meses anteriores. Esas semanas que debemos aprovechar para desconectar,
viajar, estar con la familia y con los amigos, no pensar en el trabajo,
etc. de pronto volvemos a sentir estrés, nos enfriamos o contraemos
alguna enfermedad. Además, no es la primera vez que nos pasa, pues enfermamos siempre durante las vacaciones o periodos de relax.
Si esta historia te suena, debes saber que comienza a ser habitual entre las personas que están sometidas a mucha presión en
sus puestos de trabajo, que son ambiciosas y superarse cada día forma
parte de su ADN. Son personas altamente responsables y que tienen una
fuerte carga de trabajo que soportan día tras día. El propio estrés desvía la posibilidad de enfermar durante las jornadas laborales, posponiéndolo a otro periodo de descanso.
Igualmente son personas que durante las vacaciones sienten la necesidad de seguirconectados al correo electrónico, que no confían en delegar sus tareas o lo que es peor, sienten miedo de que un compañero aproveche las semanas de descanso para tomar ventaja sobre el suyo.
Se llama enfermedad del ocio o síndrome del tiempo libre,
nuestro organismo se pone enfermo cuando dejamos de trabajar. Si bien
todavía no existen datos científicos que la cataloguen como enfermedad,
desde hace poco más de una década se han llevado a cabo algunos estudios
que muestran un patrón común en quienes lo padecen. El psicólogo holandés Ad Vingerhoets, de la Universidad de Tilburg,
realizó una encuesta a 1128 hombres y 765 mujeres, con edades entre los
16 y los 87 años. Y llegó a la conclusión de que el 3% de la población
puede llegar a sufrir este síndrome.
El 3% de la población puede llegar a sufrir este síndrome
Suele ocurrir durante periodos vacacionales como navidades, verano, fines de semana, incluso ante la celebración de acontecimientos importantes como una boda, el nacimiento de un hijo o un cambio de puesto de trabajo. Los síntomas que
suelen padecerse van desde dolores de cabeza, migrañas, fatiga, a daño
muscular, náuseas o un estado similar al resfriado o la gripe.
El cambio de rutinas y hábitos también
suele influir, cambiar los horarios y el estrés de la oficina por la
búsqueda de un hotel para las vacaciones, la familia, etc.
Consejos para combatirla
Combatir
el síndrome del ocio está en nuestras manos, consiste en no pasar los
20 días tumbados sin hacer nada, puesto que nuestra mente nunca deja de
trabajar y comienza a pensar y pensar… por ello, por ello es
recomendable cambiar nuestra estructura del tiempo de trabajo por una
estructura del ocio.
- Relajación: aprovecha los días de vacaciones para aprender técnicas de respiración profunda y atención plena, practica disciplinas como yoga, pilates o body balance. Estas técnicas nos ayudan a respirar mejor, a entrenar la mente y conseguir un equilibrio entre cuerpo y mente.
- Deporte y ejercicio: ponte en forma en verano, practica deportes al aire libre que no puedes hacer el resto de al año, como running, paseos en bici, etc.
- Hobbys: practica alguna afición o busca nuevas que te sugieran nuevas sensaciones, también aprovecha para ver exposiciones, conciertos, cosas que normalmente no hagas.
- Formación: piensa en esas habilidades que te gustaría mejorar, como aprender un idioma, hacer un curso sobre algún aspecto relacionado con tu profesión o sobre algo que te guste y quieras aprender, retomar o descubrir.
- Carrera Profesional: dedica un tiempo de tus vacaciones a pensar en tuvocación profesional, si el trabajo en el que estás te hace sentir realizado, si tienes una idea de negocio o proyecto que te gustaría poner en práctica, si ha llegado el momento de dirigir tu trayectoria hacia otro rumbo, etc. Esta motivación de cambio puede llegar a ser muy gratificante.
Pero
por encima de todo… ¡disfruta! Sé consciente de que las vacaciones al
final son muy cortas y si no las aprovechas volverás con la sensación de
no haber cargado pilas. Así que descansad, womenalias, ¡os lo merecéis!
Artículo escrito por Desireé García, Coordinadora de Contenidos de Womenalia