21/05/2013 Globalíder
ha presentado su “Decálogo para el Exportador: Diez claves para
exportar con éxito", un documento en el que recoge su amplia experiencia
como consultora especializada en comercio exterior, con especial foco
en los países emergentes de West África y Asia.
“Exportar es la
salida natural para gran parte de nuestros productos y servicios”,
afirma Francisco Casáus, director general de la consultora,
especialmente en una situación como la actual, caracterizada por el
exceso de oferta en el mercado interior y la creciente demanda en
múltiples países emergentes. Sin embargo, es fundamental conocer las
claves para que este desarrollo exterior genere los objetivos deseados”,
concluye.
En base a su experiencia, y con el objetivo de contribuir a identificar
algunos de los aspectos claves en los procesos de internacionalización,
la compañía ha elaborado este decálogo para el exportador:
1. Exportar, exportar, exportar. Producir, distribuir, comercializar, bajo la premisa y el convencimiento de que el mercado es el mundo.
2. Dosificar, dosificar, dosificar. En el caso de los productos
de consumo, fabricar y acondicionar productos en formato fraccionado,
adecuados a la “moneda” y la renta per cápita del mercado de destino.
Comercializar formatos asequibles, pensando en el bolsillo del
consumidor final, en los que el producto, por su estudiada dosificación,
satisfaga el hábito de consumo y la posibilidad de acceso económico.
3. Marketing, marketing, marketing. Fabricar productos con valor
añadido, el diseño no va reñido con el costo. Potenciar siempre la marca
España, que es un valor seguro. Aunque el producto no sea “original”,
incluso con un ciclo de vida maduro; hay que ser absolutamente original
en su envasado, en su presentación, en el desarrollo de marca. El
consumidor agradece una buena imagen y presentación sea cual sea su
cultura, sea cual sea su poder adquisitivo.
4. Innovar, innovar, innovar. No fabricar por casualidad, sino en
permanente imbricación con el departamento de I+D+i, obligatorio en
estos tiempos. La investigación, el desarrollo y la innovación
constituyen siempre el preámbulo de cualquier actuación. Los envases
flexibles, que mejoran los rendimientos de los fletes marítimos; las
atmósferas protegidas, que alargan la vida útil de los producto
alimentarios; el packaging inteligente, la adaptación cultural de los
etiquetados, etc. constituyen elementos imprescindibles para el
crecimiento.
5. Escuchar, escuchar, escuchar. Sólo fabricar productos que
respondan a la demanda de los clientes. La presencia permanente, con
personal expatriado, en los mercados de destino; o la contratación de
consultores con presencia exterior; posibilita el conocimiento
especializado de canales de distribución y hábitos de consumo,
imprescindibles para garantizar el éxito. No debemos imponer reglas de
consumo, más bien acatarlas, en base al conocimiento real de la
idiosincrasia de un determinado mercado exterior.
6. Vender antes de producir. Sólo producir lo que es seguro que
se va a vender. Fabricar por lotes, a satisfacción de un mercado y un
importador en concreto. Estudiar el mercado, definir la demanda de los
futuros clientes, establecer el marco de colaboración en base a tipo de
producto, características, presentación, fecha de entrega, forma de
pago, y una vez concretados todos los puntos de la transacción, iniciar
la producción.
7. Cobrar antes de exportar. Sólo exportar lo que es seguro que
vamos a cobrar. Cobramos una señal con el pedido de fabricación y el
resto contra documentos de embarque o con crédito documentario
confirmado. Es importante contar con estructuras colaboradoras en
destino para salvar cualquier tipo de contratiempo.
8. Venta integrada. Fomentar relaciones comerciales de
exportación a largo plazo. La gestión comercial no termina con la venta,
cobro y exportación del producto. Los colaboradores expatriados deben
vigilar el canal y hacer un seguimiento de la distribución del producto,
para garantizar su ciclo de vida.
9. Mecanismos de seguridad a través de consultores presentes en los mercados de destino.
No exportar a un mercado que no se conozca previamente. A través de
empresas filiales o participadas en los mercados de destino, o de
consultores establecidos; es prudente realizar ensayos de distribución y
conocer a la perfección los mecanismos de import/export en los
destinos.
10. Catálogo de Marcas Propias. Disponer de catálogo de
productos, con marca propia. Trabajar con marcas y presentaciones
prediseñadas y protegidas intelectualmente en los mercados de destino,
aparte de los pedidos de “marca blanca” de los clientes, a los que es
bueno apoyar y asesorar en sus desarrollos de producto y marca.
Browse » Home