Que el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, llevaba la lección bien aprendida no cabía duda.Desde el primer momento transmitió un mensaje diseñado ex profeso para la ocasión. Había ochenta periodistas en la sala, bastante más que alumnos (sobre medio centenar) en el curso que sobre “Competitividad y Marca España” organiza la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en Santander.
Presentó el “España va bien” en versión “Vamos por el camino correcto, aunque algunos señores periodistas no se quieren enterar”.
Tiró de la sutileza para coger de las orejas a innominados medios de comunicación, aunque algún nombre propio citó. Quiso poner de manifiesto que, como sin citarlo directamente dijo del presidente de Banco Central Europeo, Mario Draghi, no se leen las estadísticas. Y si se las leen, no se enteran.
Montoro advirtió que no tenía intención alguna de abandonar el camino de mantenerse “pesado pedagógicamente”, porque lo que pasa, vino a decir, no es que la cosa no marche, sino que no nos enteramos de que va bien.
Así, “el paro está tan alto porque hay el doble de ocupados que en 1996” (literal), afirmación que suena tan absurda como cuando la esgrimía el Gobierno socialista cuando la situación comenzaba a írsele de las manos, si es que algunas vez la tuvieron en ella.
Pero lo que ha destacado hoy de Montoro en Santander ante la amplísima representación de periodistas que hacen información económica es que ha sacado pecho con desparpajo, lo que no es extraño en él, y fortaleza, un elemento que pone de manifiesto que el ministro se encuentra seguro o que finge más que el ex tesorero más famoso de su partido.
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