Frases como: "Al cliente lo que pida" o "El cliente siempre tiene la razón" no siempre se pueden tolerar. Aprende a elegir a tu cliente, a decirle no o adiós.
¿Alguna vez has escuchado la frase “al cliente lo que pida? Con anterioridad, las empresas se encargaban de difundir la filosofía de que el cliente siempre tenía la razón, sin embargo, para los nuevos empresarios esta realidad puede ser cuestionada. Sabemos, como empresa, que el cliente es nuestra mayor fuente de ingresos, pero ¿qué sucede cuando tu cliente se ha convertido en tu peor pesadilla?
Retraso en pagos, boicot en estrategias operativas, postergación de la salida del proyecto, malos entendidos por falta de una comunicación efectiva, ¿has tenido alguno de estos problemas con tus clientes? Bueno, pues tal vez la mejor solución es decir adiós. En este manual te vamos a presentar el escenario de cuándo decir no y cómo terminar una relación con tu cliente, pero, apelando al dicho de que más vale prevenir que lamentar, te decimos cómo aprender a elegir a tu cliente.
Y es que, para Andrea Pallares, experta en Pyme Marketing y Social Media, esta bochornosa situación puede prevenirse en lugar de lamentarse. “Muchas de las empresas o empresarios esperan a tener conflictos con sus clientes para analizar la posibilidad de abandonarlos, sin embargo, esto se puede prevenir desde antes de que nos contraten”, comenta la experta en entrevista con AltoNivel.com.mx.
Descubre cuál es el perfil de tu cliente ideal
Parece de cuentos de hadas, pero existen. Antes de realizar tratos con tus clientes debes saber cuáles son las características con las que ellos deben contar para que tu empresa y tu cliente puedan trabajar en conjunto y de manera armónica. Si bien es cierto que el “cliente ideal” es diferente para cada empresa, la experta asegura que, al menos, deben contar con las siguientes características:Características geográficas. La tecnología puede ayudar a que el trabajo a distancia sea más placentero, sin embargo, no hay nada como que tu cliente quede en el mismo uso horario que tu empresa, de esta forma el contacto, la comunicación y la operatividad del proyecto no estarán en juego por una simple distancia.
Características operativas. Para que la relación entre empresa y cliente funcione es primordial que exista una disponibilidad completa por parte del segundo agente, si la disposición no existe, jamás se concretará el proyecto con éxito.
Para ello, verificar la visión y valores de la empresa es esencial antes de crear cualquier vínculo comercial. “Yo soy una ferviente de la idea de que las mepresas también deben de elegir a sus clientes, los negocios lo hacemos con personas, no con empresas (…) si no existe una química de entrada con la gente con la que se va a trabajar, ya se empezó con el pie izquierdo”, indica Pallares.
Características económicas. Si no es la principal, si es una de las más importantes. Cuando una empresa paga de manera impuntual los servicios que ofreces, quiere decir dos cosas: 1) que tiene una gestión administrativa deficiente y 2) que no respeta tus servicios. Cuando esto sucede, lo mejor es decir no.
Sin embargo, encontrar estos puntos específicos antes de iniciar algún trato con tus clientes puede ser algo complicado, ya sea por un encargo personal, que sea una recomendación importante