Muchas de las crisis económicas son derivadas de burbujas. Todo mundo habla de ellas, pero ¿qué las genera y cuáles han marcado nuestra historia?
Estas lecciones de riesgo en el mundo financiero han marcado la historia, pero, ¿verdaderamente aprendemos?
Si eres de los que sigue puntualmente las noticias, seguramente el término ya te sea familiar. Las burbujas financieras, para bien y para mal, se utilizan en muchas ocasiones, para explicar las causas de las crisis. Esto no es nada nuevo ni tampoco del todo errado si partimos de lo que significa una burbuja financiera: una alza infundada del precio de un activo por un tiempo prolongado, que rompe todo vínculo entre su valor y sus fundamentos económicos.
Este concepto va de la mano con otro llamado especulación, que no es otra cosa que trata de adivinar cuál será el precio futuro de un activo. Se puede especular a la alza o a la baja, aunque la primera es más común.
Especular no necesariamente es malo y puede formar parte de una estrategia de inversión; sin embargo, lo más importante al hacerlo es tener la capacidad de asumir el riesgo que corremos de que aquello que presumimos no resulte cierto o salga de una forma no esperada.
Carlos Ponce, director de análisis y estrategia bursátil de BX+, insiste claramente en ello: “lo que más debe cuidar el inversionista no es el rendimiento, sino el riesgo; tener el riesgo bajo control, trae rendimientos por consecuencia”. Es por eso que una estrategia especulativa generalmente se reserva para inversionistas experimentados que cuentan con grandes cantidades de dinero para asumir las pérdidas en caso de que algo salga mal. Claro, todo esto en el mundo ideal, pero sabemos que la realidad rebaza a la teoría en muchos de los casos.
La montaña rusa
Las burbujas financieras generalmente se generan por aquellos inversionistas inexpertos que se dejan llevar por “el canto de las sirenas”. Existe un adagio en inversiones que explica bien la experta en finanzas Milagros Gutiérrez Nájera, “la especulación es considerada una profecía autocumplida, pues los compradores al creer que el precio de un determinado activo va a subir, lo adquieren, provocando un incremento en la demanda, que trae como consecuencia un aumento en el precio del objeto de especulación, que deja de ser una señal eficiente de la escasez del mercado”.Es decir, entre más gente interesada en el mismo activo la burbuja crece hasta llegar a tamaños desproporcionados, que por su propia naturaleza tiende a reventarse para caer estrepitosamente. En el mejor de los casos, el precio cobra su valor natural, pero en algunos, los peores, llega a tocar niveles por debajo de su valor. Es ahí cuando la historia vuelve a comenzar.
Es también por eso que muchos especialistas afirman que las burbujas son parte de los ciclos del mercado. No obstante, la diferencia en la profundidad –y la locura por los precios– es lo que explica que algunas crisis sean más profundas que otras, así como otros factores aunados a las propias burbujas financieras, como son los valores macroeconómicos fundamentales de un país, lo que explica que la burbuja reviente diferente para cada uno de los inmiscuidos en ella.
Un poco de historia
Pero para comprender mejor estos fenómenos, hagamos un breve repaso histórico por las burbujas financieras más destacadas de la historia.1. Crisis de los tulipanes
Este evento es el primero del que se tiene memoria en la historia económica mundial. Incluso, si te gusta el cine, recordarás que Gordon Gekko tenía un cuadro dedicado a ese acontecimiento en la película Wall Street de 1987.
Esta crisis fue derivada del alza infundada del precio del bulbo de tulipán. Se dice que, en 1623, uno solo podía valer hasta mil florines neerlandeses, más que un lujo al lado del salario de un trabajador cuyo promedio anual era de 150 florines. Incluso se llegaron a vender mansiones para cubrir el costo de esa preciada flor. Entre 1636 y 1637 se registraba una subida de 700% en el precio del bulbo, cuando estalló la burbuja para corregir ese valor desproporcionado y alucinante.
2. Compañías Mississippi y Mares del Sur
Se trata de dos burbujas: la primera de Francia y la segunda de Inglaterra, ambas en 1720. “El Tesoro de ambos países habían elevado su endeudamiento a niveles insostenibles. Con el fin de evitar la bancarrota, los gobiernos francés y británico recurrieron a sendas compañías: la Compagnie du Mississippi y la South Sea Company, que se ocuparían de sanear las cuentas públicas a cambio de concesiones comerciales en régimen de monopolio. Para tal fin, ofrecerían a los tenedores de deuda pública la posibilidad de cambiarla por acciones. Mediante este mecanismo, todos ganaban”, explica Miguel Ángel Durán Muñoz, autor de Episodios históricos de burbujas especulativas.
Pero como lo hemos aprendido en la historia, la fortaleza de estas compañías se basaba en el desconocimiento que implicaban las exploraciones de nuevos territorios, que en ese entonces estaban rodeadas de leyendas. Por lo que no pasó mucho tiempo para que la realidad los alcanzara y las acciones de esas compañías cayeran estrepitosamente, llevándose de calle no solo a los inversionistas ingleses y franceses, sino a los de otras naciones con las que tenían relaciones comerciales, como Holanda, Italia y Alemania. Por lo que esta es la primera crisis financiera considerada como internacional.
3. La Gran Depresión de 1929
Este es quizá el suceso económico histórico más estudiado de la actualidad, pues muchos han hecho referencia al mismo para tratar de explicar algunos fenómenos más recientes. Después de la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos logró un crecimiento sostenido que se reflejaba en las cotizaciones de las acciones de ciertas compañías. El problema, como en ocasiones anteriores, fue un exceso de confianza, de creer que esa expansión sería para siempre.
La burbuja especulativa fue inflando el precio de las acciones de manera sostenida y financiada por los ríos de crédito que corrían en aquel momento. Sin embargo, cuando llegó el momento de pagar, también fue el momento de despertar en un nefasto, histórico y recordado “Martes Negro” que sufrieron las bolsas luego del “Jueves Negro”.
Aunque fue una burbuja creada localmente durante siete años en los que se registraron subidas hasta del 500%, al reventarse las consecuencias tocaron a prácticamente todo el mundo. Tras tres años de dolorosas correcciones, el mercado paulatinamente logró corregirse al 100%
4. La burbuja de la codicia
Los hombres no tenemos memoria histórica, o al menos a veces eso parece. En 1987, tras pensar que lo peor ya había pasado, las políticas monetarias de Estados Unidos y Japón comenzaron a relajarse. El lema “greed is good (la codicia es buena)” se puso de moda. No por nada la primera película Wall Street está ubicada en ese año.
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“La inundación de crédito barato, junto con el aumento de la renta disponible fruto de las reducciones impositivas, un dólar depreciado que abarataba las inversiones extranjeras en Estados Unidos, y la bajada de los precios del petróleo desde las cimas de los 70, fueron el empujón necesario para poner en marcha la máquina de la especulación bursátil e inmobiliaria”, explica Durán Muñoz.
Además, tres innovaciones se sumaron a este mar de euforia: la creencia de que los bonos basura no son tan riesgos; las adquisiciones apalancadas de empresas que funcionan genial mientras todo va bien, pero no así cuando las cosas se ponen difíciles; y el trading programado, que hacía pensar que una computadora podía tomar las mejores decisiones de compraventa.
Medidas similares se comenzaron a adoptar en Japón, que tenían una abundante liquidez, lo que generaba crédito barato y una de las burbujas inmobiliarias más colosales de las que se tenga memoria, quizá porque además en el país oriental –por razones orográficas y sociales– la propiedad de tierra siempre ha sido un bien escaso. Entre 1956 y 1986, el precio de la tierra subió un
5,000%.
La consecuencia de ambos eventos fue que tuvieran que pasar unos 10 años para que la corrección llegara al 100% del alza de la Bolsa y a tan solo 64% en el mercado inmobiliario.
5. La burbuja de las puntocom
Se llama así al periodo en el que la valoración de las empresas ligadas a internet creció estrepitosamente entre 1997 y 2001. Las diferentes bolsas de valores, principalmente en Estados Unidos, crecieron gracias a la creencia de que estas empresas representaban una nueva economía. La burbuja estalló cuando la sobrevaloración de estas compañías fue insostenible, y muchas de ellas quebraron o en el mejor de los casos salieron del mercado bursátil. Pasados dos años del estallido, la corrección del alza fue del 80%.
6. La burbuja inmobiliaria
La creencia de que los bienes inmuebles nunca pierden su valor ni paran de crecer, provocó que en varios países, principalmente en Estados Unidos y Europa, se dejaran correr los créditos sin grandes restricciones. Surgieron las afamadas hipotecas subprime y otros inventos que tergiversaron la mal llamada ingeniería financiera, como los CDS y derivados sofisticados, instrumentos que especulan con el impago.
Las consecuencias son las que ya conocemos todos y hemos padecido desde 2009 a la fecha, ¿cuánto durarán las correcciones en esta ocasión? Aunque algunos tratan de dar estimaciones, la realidad es que nadie lo sabe a ciencia cierta. Pero algunas acciones ya están en marcha, como las acordadas en Basilea III, de la que te hablaremos en un siguiente tema.
¿Crees que hemos aprendido la lección y que las nuevas reglas nos evitarán volver a caer en una burbuja? ¿Será Bitcoin la siguiente lección? altonivel.mx