Si es así, aquí te dejo algunas prácticas fruto de experiencias pasadas con numerosos departamentos externos, clientes, proyectos, algunos mejores y otros no tanto. Esto te permitirá adueñarte de tu trabajo y recuperar tu excelencia.
Cómo adueñarte de tu trabajo y recuperar tu excelencia
- El contenido no se crea sólo: crear contenido es, en la mayoría de casos, responsabilidad del departamento de prensa (sí, desearía que el negocio tuviera un departamento de content marketing, pero seamos realistas) y moverlo es esencial. Y pasar del offline al online y vicerversa, también. Por eso debe haber continuo movimiento entre tu equipo y el departamento de prensa.- Tu trabajo no es ir detrás de otros – excepto por tu equipo: tu trabajo es producir los resultados que te has comprometido a entregar. Al trabajar con departamentos, agencias o profesionales independientes, te toparas con la casi insultante falta de profesionalidad, seriedad y compromiso que muestran algunos de ellos. Puedes hacer dos cosas, tratar de ser un héroe y trabajar por tu parte y la de ellos e intentar de encauzarles o implicarte únicamente en el trabajo que tiene que ver directamente contigo y cortar cualquier tipo de vía que pueda suponer una excusa para ellos a la hora de presentar sus resultados.
- No eres Moisés – no estás aquí para abrir mares: es posible que cuando trabajes con seguridad, contundencia y una excelencia aplastante (si esto existe), hayan muchos clientes que vean en ti la figura del salvador y entonces acudan para mediar en conflictos internos de la empresa, entre departamentos, dar la cara por ellos, pedir tu el material, fijar los plazos y objetivos y dejar en evidencia a otros que no cumplen con sus funciones. Ni te llamas Moisés, ni portas una tabla con 10 mandamientos en la mano, ni un bastón que abre mares.
- Define, siempre: tanto la comunicación, como los objetivos, responsabilidades y a quien reportar. Esto debe estar definido antes de iniciar el primer movimiento siquiera. En caso contrario, no des un paso hasta que no esté resuelto. Pista: si no se fija por el cliente o la organización es probablemente porque no tienen ni idea, lo cual dice que es lo que vas a encontrar por el camino. Si esto ocurre, respira hondo y hazlo tu mismo. Si estás aquí sabes cómo hacerlo.
- Apagar fuegos ajenos: es lo que absolutamente no forma parte de tu trabajo. Ni eso, ni verificar las gráficas de diseño, ni que el sitio web funciona bien o que la APP está bien configurada , o corregir las faltas de ortografías o erratas en las notas de prensa o en la imagen de Facebook. Tampoco comprobar que todos los enlaces funcionan. Las comprobaciones son el trabajo de los que comprueban, no el tuyo. el tuyo es colocarte al frente, decidir, arriesgar, lanzar, ejecutar y tomar responsabilidad certera por el resultado.
- Corta las cadenas de emails: cuando recibas el tercero (antes lo hacía al quinto) email de lo que ya es una cadena, detenla y llama a los afectados o si son muchos organiza un skype o hangout. Te ahorrarás tiempo, disgustos y malentendidos. De nada sirve que inviertas tiempo en enviar emails con especificaciones, en copiar a todo el mundo, dando voz y voto a todo el mundo, luego nadie hace caso.
- La brillantez no entiende de dioses: tratar de estar en todos los sitios, haciendo de todo e implicado en todos los procesos, decisiones y acciones es un fallo tremendo y común en todas las organizaciones, agencias y PYMES. Acabas duplicando, triplicando o incluso cuadriplicando tareas y acabas frustrado, y sin resultado medible.
- Mira a los ojos: esta es la técnica más efectiva. Cuando el trabajo no salga, cuando falles, cuando tengas algo poco agradable que decir. Cuando sientas que debes ser contundente, felicitar a alguien por el logro, declinar la propuesta o abandonar el proyecto. La mejor manera que existe es convocando un encuentro cara a cara con el/la/los implicado(s), para decirles lo que tengas que decir mirándole(s) a los ojos sin ni siquiera vacilar por un segundo. A más contundencia y contacto directo, más credibilidad, honestidad y vulnerabilidad, algo para lo que muchos no están programados.
Cuanto más te adueñes de tu trabajo y de tu resultado más valioso te volverás y más trabajo brillante serás capaz de producir. No es una paradoja, es una necesidad. Isra Garcia