Mientras unos piensan en engrosar su base de fans y followers, otros
construyen relaciones auténticas con 100 o 150 clientes potenciales. Unos
convierten y otros traen a mas clientes potenciales.
Mientras unos buscan, durante años, la belleza impoluta del trabajo perfecto,
otros salen ahí fuera todos los días a marcharse las manos con pequeñas acciones
que van obrando el milagro que habilita lo imposible.
Mientras unos persiguen algoritmos de búsqueda en Google, unos deciden cual
es el trabajo que necesita ser hecho para impactar positivamente en la vida de
las personas.
Mientras otros hacen siestas, descansan el fin de semana, acaban su jornada a
la hora que dice su contrato y desconectan del trabajo que importa tan pronto
como nadie les paga por ello, otros, en ese mismo momento, están aprovechando
para re-escribir
la historia.
Mientras unos comparan su felicidad con la de una página de inicio de
Facebook, otros pierden la cuenta tratando de recordar el número de experiencias
sin aliento que han vivido, por ahora,
Mientras otros rechazan cualquier punto de vista o realidad que no sea la
suya propia, otros otros descubren nuevas formas de pensar y actuar gracias a
ignorancia e insolencia.
Mientras unos dejan escapar sus pasiones y sueños por culpa de que es lo que
dirán los críticos, otros están creando algo valioso y lo suficientemente
potente como para alimentar las vidas de esos pobres diablos (críticos) y parece
que disfrutan del resultado.
Mientras unos están esperando esa llamada, email, tweet o whatsapp que les
cambie la vida, otros han decidido elegirse
a sí mismos y actuar de manera maquiavélica.
Me pregunto quien de estos dos grupos estará cambiando las
cosas. Isra Garcia
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