Cada colaborador de una empresa representa seis de cada 10 pesos del costo de la misma. Sigue estas máximas para motivar su apreciación.
El 60% de la contratación corresponde a la actitud de los candidatos.
Entre los atributos de valor que aportan las personas a una empresa están su conocimiento, experiencia, capacidad de desempeño, competencia para el auto-aprendizaje, liderazgo y el logro de resultados. De ahí que se considera el capital humano que sea descrito como el activo más importante de la organización.
Sin embargo, aquí hay una paradoja. En un balance general, el capital humano no siempre refleja su relevancia como activo, por el contrario, aparece en el renglón del pasivo, traducido en la nómina como costo o gasto, los finiquitos, liquidaciones, pensiones, etcétera. Solamente el rubro de sueldos llega a representar el 60 por ciento del costo de operación.
Es decir, que se suele considerar al capital humano como un centro de costo y rara vez como un elemento que adquiere valor conforme pasan los años. Este elemento de la empresa se deprecia, de forma directamente proporcional al tiempo en combinación con aspectos como la carencia de capacitación y auto-capacitación, déficit de contribución, presentismo laboral y, por supuesto, quedar desempleado y fuera del radar de los reclutadores a falta de un curriculum vitae actualizado y atractivo.
La depreciación del talento se produce cuando la persona no genera ningún valor en términos de talento o para un negocio.El recurso humano se aprecia cuanto más valor agregado aporta a través de su participación en los procesos productivos. Pero, ¿cómo podemos dimensionar el valor financiero y social del activo más importante en la organización?
Si las personas representan 6 de cada 10 pesos del costo de la empresa, significa que tienen un impacto alto en los estados de resultados. Aquí la tarea es calcular el retorno de inversión (ROI) de estos costos para determinar si todas las características que reúne el talento son rentables para la empresa. ¿De qué tamaño son los beneficios que recibe tu empresa por parte de su equipo de trabajo? ¿Cuánto de dicho ingreso se debe específicamente a la intervención del talento? ¿Es un tema contable o más bien surge a partir de nuestra visión como empresarios?
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Para evitar que tus empleados sean una carga monetaria y logres colocarlos en el rango de activos.
1. Rompe el paradigma de la explotación
Para competir mejor y ganar mercado, las empresas deben de generar una buena experiencia y crecimiento a sus colaboradores. El hecho de dar más del 100% en un trabajo no es una frase trillada de Vince Lombardi, es el detonador de tu apreciación en el mercado y de tu capital humano.2. La proactividad
Dar un lugar a la apreciación del talento es responsabilidad del empresario, la empresa y el colaborador. Las acciones específicas para que el capital humano incremente su valor provienen de esta triada. Sin embargo, Stephen R. Covey establece el primer hábito para los colaboradores: Ser Proactivos.El desarrollo profesional y crecimiento inicia y termina en nosotros, no en la voluntad y planes de las empresas.