Ahora que todos somos agentes del cambio, también somos
todos marketers. Social Media se ha convertido en
la manera de contar nuestra historia al mundo. Gratis, esa es la ventaja y al
mismo tiempo el problema. porque para contar esa historia, lanzar ese mensaje,
promoción o ruido tenemos que tener alguien a la quien impactar.
Números arriba
Necesitamos
un número. Hay una nueva influencia, que no es real, así como hay una sabiduría
corrupta que toma como núcleo las siguientes prácticas:
- Sigue miles de personas para que miles de personas te sigan.
- Contratar a un equipo de profesionales por el número de fans que te lleven a tu página de fans en Facebook.
- Céntrate en el número de follows, no los intereses / necesidades de tus followers o tu relación con ellos.
- Escupe links 24/7, absórbelos también. Entonces fanfarronea con lo mucho que compartes.
- Ofrece lo mismo que ofrecen todos y fuera de contexto. Esto es un altavoz, no un teléfono.
- Pensar que estás ganando, porque juegas a un juego: el participante con el ratio más alto de followers gana.
- Obtener el máximo número de RT, likes o comentarios.
- Tener más fans / followers / conexiones / lectores / visitas que tu competencia.
Parece que
ganas ¿cierto? bien, estás perdiendo porque estás ensuciándolo todo, eres una
molestia para las personas que tratan de aportar algo con significado a
comunidades, personas, empresas, proyectos o ideas. Estás perdiendo el tiempo.
Empléalo mejor en crear algo donde tu voz sea bienvenida.
Esta nueva economía amedrenta a mucha gente,
porque pide tus propias palabras. La alternativa es ser un experto, gurú o
influencer, es decir un vendedor de cosas que no sirven.