Dos enfoques, o bien sobrevaloramos
el concepto de audiencia o mejor aún, infravaloramos el significado de
comunidad. El público no es la audiencia, al igual que la audiencia no es la
comunidad y por supuesto una comunidad no es el equivalente a la conexión con
una persona.
El público
es la parte del mercado que estaría dispuesto a escucharnos, pero que no
necesariamente tiene por qué hacerlo. La audiencia es aquellos que actualmente
nos escuchan y la comunidad son aquellos a los que debemos escuchar.
La gente que
te quiere, confía en ti, te ofrece su atención y conectar contigo, quiere algo
más de lo que haces, quiere que los trates como a tu comunidad:
- Conecta, no atosigues.
- Escucha, no hables tanto.
- Responde, no es sobre ti.
- Preocúpate, no
- Ayuda, no ofrezcas.
- Lidera, no dirijas.
- Comparte, no vendas.
- Da, no esperes.
- Consolida, no parlotees.
- Aporta, no restes.
- Impulsa, no instigues.
- Facilita, no dificultes.
- Potencia, no ignores.
- Demuestra, no te escondas.
- Educa, no fanfarronees.
- Muestra, no hables.
Vamos bien,
justamente aquellos que piensas deberían escucharte, son a los que tú deberías
escuchar. Es tu comunidad, no tu audiencia.
Sí
necesitamos más publico y audiencias, pero no estoy muy seguro que sea más
importante que cuidar de nuestra comunidad, hacerla crecer y aportarles lo que
han venido a buscar.