Ahora los profesionales del marketing no son especialistas de la manipulación, si no arquitectos de la conexión con el cliente, dispuestos crear y escalar – y a menudo predecir – experiencias e interacciones humanas que cambian a audiencia, prospectos y clientes potenciales. Tiene que ver más con eso, que con nosotros mismos o nuestros productos.
Estas experiencias son impulsadas a través del canal (o herramienta) preferido por cada individual y reflejan los comportamientos, contexto actual – localización, tiempo y que dispositivo usan – y que nos revela ese tipo de información sobre lo que nuestros clientes intentan conseguir y cómo poder cambiar su mundo.
Habilidades imprescindibles de un marketer conectado
Es imprescindible llevar la resonancia y engagement a través del proceso de conversión del cliente, desde la percepción de marca, compra, uso, re-compra y colaboración.Cómo resultado de todo esto, si te dedicas al marketing, necesitas aprender algunas de estas nuevas habilidades:
- Diseñar e proceso que lleva desde impactar a tu audiencias hasta ganar su atención.
- Ciencia del comportamiento, cliente, contexto y economía.
- Mapear el viaje del cliente. Análisis y optimización.
- Entender y dominar el embudo de conversión online.
- Comprender que es lo que se puede conseguir con el análisis de datos y que no.
- Extraer información útil de los análisis y aplicarla en las decisiones estratégicas.
- Traducir acciones en resultados online, por medio de un informe.
- Combinar creativamente “paid”, “earned” y “owned” media para potenciar el alcance y credibilidad.
- Armar estrategias cross media y desarrollar planes de content marketing.
- Crear y distribuir contenido contextualizado vía marketing de automatización.
- Interpretar y usar la analítica web, escucha activa y semántica.
- Utilizar la web social para encontrar conversaciones relacionadas con tus objetivos.
- Asimilar que la publicidad online, sigue siendo publicidad y aprovecharla para crear conversiones, no ruido.
- Orquestar flujos de trabajo e intra-ecosistemas para ofrecer experiencias de servicio inolvidables.
- Agilidad para adaptar las nuevas tendencias tecnológicas.
- Capacidad para tomar decisiones estratégicas transversales.
- Entender que el crecimiento orgánico (gratis) tiene los días contados.