Nuevos hábitos de consumo
están cogiendo fuerza a la hora de organizar viajes. Ya no solo para
desplazarse, como la polémica aplicación para compartir gastos, sino que
ahora se pone de moda el couchsurfing: una manera de encontrar un sitio donde pasar la noche sin pagar absolutamente nada.
Con la crisis cada vez se pone más difícil viajar. Sin embargo, no
paran de surgir propuestas novedosas que permiten desplazarse nacional e
internacionalmente abaratando al máximo los costes. El couchsurfing es la nueva moda entre los jóvenes, principalmente, para no gastar nada en alojamiento.
La iniciativa surge de una empresa, couchsurfing.org, que pone en contacto gente interesada en acoger viajeros gratuitamente y trotamundos con poco presupuesto o deseo de nuevas experiencias.
Couchsurfing.orgsurge en principio sin ánimo de lucro, pero en 2012 cambia sus políticas de uso y ahora se reserva la facultad de apropiarse de los contenidos subidos en la página web. Esto ha generado mucho descontento, y ha derivado en la creación de cantidad de páginas alternativas que ofrecen el mismo servicio (por ejemplo Bewelcome).
No se establece un límite, pero la práctica habitual ronda los 4 o 5 días.
El hospedante puede parecer, de primeras, excesivamente altruista. Pues bien, cantidad de personas ofrece un sofá, colchón o lo que puedan a desconocidos por el simple hecho de conocer gente, nuevas culturas... Es una manera de establecer contacto con viajeros que luego pueden acogerles en su casa, conocer otras costumbres...
En primer lugar, todos los participantes tienen una valoración. Es decir, una vez abandonada la casa, se puede puntuar al hospedante. Así, los usuarios se orientan de qué se encontrarán. Además cada uno tiene una carta de presentación en la que explican cómo son, sus gustos...
También recomiendan no dar teléfono ni correo hasta que se esté seguro de que la persona hospedante es de confianza. Por eso, es bueno tener un plan B en caso de que algo vaya mal.
Como último consejo, es básico informarse de la cultura y las costumbres de allí a donde se viaje. Saber lo que nos vamos a encontrar antes de llegar puede evitar muchas sorpresas, ya que en muchos casos los choques culturales son muy grandes. Para las mujeres, se ofrece la posibilidad de buscar solamente hospedantes de su mismo sexo.
Desde la CEAV afirman que, por el momento, el couchsurfing no les afecta para nada. Sin embargo, piden una regulación legal como se exigiría a cualquier otra actividad de hospedaje. Que se paguen impuestos (novedad que acaba de introducir recientemente BlaBlaCar), seguro del huésped...
Rafael Gallego considera que cada vez que un viajero viene a España, la imagen del país como destino turístico está en juego. Por eso, aunque no se posiciona en contra de esta nueva práctica (“si trae turistas, bienvenida sea”) cree que hay que regularla de alguna manera para cuidar las posibles malas experiencias.
Fte: el confidencial digital
¿Qué es?
Literalmente significa “surfear el sofá”. Consiste en quedarse a dormir en casa de alguien que viva en el destino elegido.La iniciativa surge de una empresa, couchsurfing.org, que pone en contacto gente interesada en acoger viajeros gratuitamente y trotamundos con poco presupuesto o deseo de nuevas experiencias.
Couchsurfing.orgsurge en principio sin ánimo de lucro, pero en 2012 cambia sus políticas de uso y ahora se reserva la facultad de apropiarse de los contenidos subidos en la página web. Esto ha generado mucho descontento, y ha derivado en la creación de cantidad de páginas alternativas que ofrecen el mismo servicio (por ejemplo Bewelcome).
No se establece un límite, pero la práctica habitual ronda los 4 o 5 días.
¿Qué ventajas tiene?
Para el que viaja, la utilidad principal es que no está obligado a pagar absolutamente nada. Aunque la práctica habitual es invitar a un desayuno, dejar algo de dinero por gastos de mantenimiento... Además, no hay mejor guía que un residente en la zona para enseñar a sus huéspedes el lugar donde se alojan.El hospedante puede parecer, de primeras, excesivamente altruista. Pues bien, cantidad de personas ofrece un sofá, colchón o lo que puedan a desconocidos por el simple hecho de conocer gente, nuevas culturas... Es una manera de establecer contacto con viajeros que luego pueden acogerles en su casa, conocer otras costumbres...
¿Y sus inconvenientes?
Lo que más preocupa es el tema de la seguridad. Aunque no abundan, sí que existen las malas experiencias. Por eso desde las propias páginas webs se recomiendan algunos pasos que seguir antes de hacer couchsurfing.En primer lugar, todos los participantes tienen una valoración. Es decir, una vez abandonada la casa, se puede puntuar al hospedante. Así, los usuarios se orientan de qué se encontrarán. Además cada uno tiene una carta de presentación en la que explican cómo son, sus gustos...
También recomiendan no dar teléfono ni correo hasta que se esté seguro de que la persona hospedante es de confianza. Por eso, es bueno tener un plan B en caso de que algo vaya mal.
Como último consejo, es básico informarse de la cultura y las costumbres de allí a donde se viaje. Saber lo que nos vamos a encontrar antes de llegar puede evitar muchas sorpresas, ya que en muchos casos los choques culturales son muy grandes. Para las mujeres, se ofrece la posibilidad de buscar solamente hospedantes de su mismo sexo.
¿Qué opinan las agencias de viajes?
El Confidencial Digital se ha puesto en contacto con Rafael Gallego, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), para ver qué posición tienen los profesionales del sector turístico frente a esta nueva práctica.Desde la CEAV afirman que, por el momento, el couchsurfing no les afecta para nada. Sin embargo, piden una regulación legal como se exigiría a cualquier otra actividad de hospedaje. Que se paguen impuestos (novedad que acaba de introducir recientemente BlaBlaCar), seguro del huésped...
Rafael Gallego considera que cada vez que un viajero viene a España, la imagen del país como destino turístico está en juego. Por eso, aunque no se posiciona en contra de esta nueva práctica (“si trae turistas, bienvenida sea”) cree que hay que regularla de alguna manera para cuidar las posibles malas experiencias.
Fte: el confidencial digital