¿Serías capaz de “matar” todo un proyecto para construir uno capaz de nadar en el Océano Azul? El fundador de Sanki lo hizo y te comparte sus claves de éxito.
A diferencia del Océano Rojo, donde la competencia es el común denominador, y el valor agregado aspiracional está en el precio final, en una estrategia de Océano Azul las marcas han logrado diferenciarse significativamente del resto, han conquistado nuevos nichos de mercado y han sabido crear y captar nuevas demandas.
De eso se trata la estrategia del Océano Azul: de construir un nuevo paradigma de negocio y establecer una nueva forma de hacer las cosas que hasta el momento no han sido explotadas al 100 por ciento y que harán de tu marca un negocio mucho más rentable.
Así que para conocer las claves que te pueden servir de guía para mudarte del Océano Rojo al Océano Azul, Alejandro López Tello, CEO y fundador de Sanki Global, comparte su caso de éxito y explica la forma en que puedes adoptar este modelo.
Diferenciación
En lo primero que debes pensar es en la gran diferencia de tu marca, es decir, qué es lo que ofreces que nadie más tiene o que nadie hace tan bien como tú. Esta diferenciación te hará único y si te resulta fácil identificarlo sólo es cuestión de que lo explotes.La diferencia –aclara el experto – puede estar en la creación, mejoramiento u optimización de tus procesos de negocio, es decir, en la atención al cliente, en la forma de relacionarte con tus empleados o en el tiempo que tardas en responder a tus clientes. Tu personalidad es única, pero ¿es diferente?
Bajo costo
No se trata de ser diferente y ya. Marcas como Lamborghini o Rolls Royce tienen diferenciaciones bastante específicas y claras; valores altamente costosos e inaccesibles. El Océano Azul propone que te enfoques en una diferencia accesible según tu oferta.Es por eso que la rentabilidad de tu negocio radicará en una inversión inteligente, una ejecución impecable y un precio accesible. Ojo, accesible no quiere decir económico, sino que tu target pueda y quiera pagar por lo que ofreces, por la simple razón de que lo vale.
Innovación en valor
Ésta es la parte medular del Océano Azul: crear algo nuevo y valioso para una nueva audiencia. Además de la diferenciación y el costo accesible, el experto explica que la innovación implica hacer un alto total en la estrategia y definir el nuevo rumbo que debe tomar la empresa.Si la empresa funciona, puede funcionar mejor; y si no lo hace, quizá sea oportuno asumirlo y tomar una decisión importante: “matarla para crear algo mejor o, de ser posible, ir reformando los procesos”.
Renovarse o morir
En el caso de Sanki, según explica López Tello, antes de crear esta empresa tuvo que mantener un proyecto que comercializaba más de 90 productos de salud, cuyo funcionamiento no era el mejor: materiales difíciles de manejar, pesados, contenidos delicados e inventarios imposibles eran el patrón de la empresa.Cortó por lo sano y decidió que si no podía renovar este proyecto, tendría que dejarlo morir para poder crear uno nuevo y que, finalmente fuera rentable. Y así fue, Sanki salió al mercado en 2010 con un solo producto y único también en su categoría, ya que la nanobiotecnología se convirtió en el factor diferenciador y el beneficio del costo le abrió el paso hacia el Océano Azul.
Crear nueva demanda
Aunque muchas personas consideren que la publicidad se trata de crear necesidades, la verdad es que en una estrategia del Océano Azul se trata de crear nuevas oportunidades, nuevas demandas y nuevos nichos de mercado. No es fácil, sin embargo, el experto deja sus recomendaciones.Responder estas preguntas podría ser algo funcional: ¿Qué ofrecen todos en tu sector? ¿Qué crees que tu marca puede ofrecer que los demás no? ¿Cuáles son los viejos paradigmas que han regido a las marcas de tu industria?
Salte del lugar común, deja de navegar en aguas rojas y rompe con todos los paradigmas. Marcas como el Cirque Du Solei, Nintendo, Apple, Cielito Café o las aerolíneas de bajo costo han sabido encontrar la oportunidad de captar a un nicho que antes no tenía acceso a ciertos productos o servicios. Hoy, gracias al Océano Azul, la nueva demanda ahí está.