martes, 9 de julio de 2013

¿Postergas lo importante? Eres un procastinador y tienes solución

Realizar una lista desde lo más burdo hasta lo más importante te ayudará a tener una guía diaria.

Posponer todo parece no ser la solución, sin embargo, John Perry, ex profesor de la Universidad de Stanford, explica cómo hacerlo sin dejar de ser eficiente.

 Para Manuel, la frase “No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”, es sólo eso, una frase. Desde que tiene conciencia, Manuel ha sido de aquellas personas que posponen todo para “al rato”; en el trabajo, en su casa y en la vida personal. Muchos asegurarían que las posibilidades de que Manuel sea una persona productiva y eficiente están en 1/0, sin embargo, Manuel podría llegar a ser un “procrastinador estructurado”.
Un procastinador es esa persona que pospone lo importante y lo sustituye por acciones irrelevante, sin embargo, para John Perry, filósofo y profesor de la Universidad Riverside, posponer las tareas y “dedicar” el tiempo a otras cuestiones que parecen improductivas es el menor de los problemas.
En su libro “La procrastinación eficiente; Guía para dar largas y posponer todo de manera productiva”, este ganador del Premio IgNobel 2011, asegura que esta “mala conducta” puede ser el atajo para llegar a una mayor productividad y aprovechamiento del tiempo. Así que si eres un procastinador, no dejes de leer porque tu caso tiene salvación.
De acuerdo con el autor que se considera a si mismo, un procrastinador declarado, todos podemos llegar a ser procrastinadores eficientes, pues el arte de postergar puede traer beneficios a corto plazo sin darse cuenta o “conseguir que este rasgo negativo trabaje en tu favor”. A este método el autor le llama procrastinación estructurada
¿Cómo funciona? “Es raro que los procrastinadores no hagan absolutamente nada; hacen cosas ligeramente útiles, como ocuparse del jardín o afilar lápices o dibujar un diagrama de cómo van a reorganizar sus archivos cuando se pongan a hacerlo”. No obstante, se les puede motivar para que hagan tareas difíciles, oportunas e importantes, siempre que sean un medio para no hacer algo más importante, afirma el autor.
La procrastinación estructurada no es nada más que organizar las tareas que se tienen que realizar, de tal manera, que estas perezcan pequeñas cosas a realizar. 
Pero, no todos los procrastinadores son eficientes y según Perry, hay grados de alerta. “No todos somos procrastinadores, ni a todos los procrastinadores les será de ayuda reconocer la estrategia de la procrastinación estructural, porque a veces es una manifestación de problemas más profundos que exigen más terapia de la que puede ofrecerles una filosofía ligera”, indica Perry al asegurar que antes de entregar oficios importantes para Stanford o trabajos finales, inclusive ensayos postergados; prefería regar el jardín o ir con los alumnos a platicar, es más, afilar sus lápices que antes de realizar lo que para él, era importante.

¿Cómo ser un procrastinador estructurado?

Como muchos de los procrastinadores, lo primero que necesitan es una guía que estructure las cosas importantes y no tan importantes por hacer. El primer paso es realizar una lista de actividades prioritarias a realizar, pero ¡Ojo! El autor no nos habla de la realización de una lista como la que estamos acostumbrados – donde apuntamos los asuntos más importantes y los asuntos de vida o muerte- se refiere a una lista de actividades diaria.
Ejemplo: 
1. Apagar la alarma.
2. No pulsar el botón repetidor.
3. Levantarme.
4. Ir al cuarto de baño.
5. No volver a la cama.
6. Ir a la planta baja.
7. Hacer café.
Por más absurdo que parezca, la procrastinación es un desorden que puede convertirse en un modo de vida, es por ello que el autor recomienda realizar una lista más larga y ordinaria a la que estarían acostumbrados a realizar, mientras más cosas absurdas contenga, más rápido se finalizarán todas y así, de manera inconsciente nos sentiremos más útiles y eficaces. 
Cuando me siento en la cocina con una taza de café, me doy cuenta que no sólo  he realizado una cosa de la lista, sino siete; indica el autor.
¿Podría funcionar? El consejo de la procrastinación estructurada no es hacer miles de listas con una infinidad de tareas rutinarias o burdas para hacerlas importantes. No, la recomendación es hacer, paso a paso, una o varias tareas que sean de suma importancia, esto ayudará a dividir cada una de las tareas en varias que sí puedas terminar.
Como primera recomendación, para los procrastinadores fervientes, se les recomienda realizar una lista extensa, en un principio, esto ayudará a concluir más tareas de las que se pueden realizar sin una lista en mano. 
Como otros consejos, John Perry recomienda acompañar la lista con una “lista de canciones” para asegurar el ritmo adecuado que te ayudará a realizar la tarea de la forma correcta.
“La música tiene una conexión directa con las emociones, no hay nada mejor que llegar a la computadora con una de tus canciones favoritas, escoge la adecuada y empieza; es mejor empezar tus pendientes con Start Me Up, de los  Rolling Stones o Tennessee Flattop Box, de Johnny Cash, que sólo ver tu compu".
También, asegura, hay que tener cuidado con los distractores como la televisión, la computadora y el internet; si sabes que te distraes fácilmente, evita tener contacto con ellos, desconéctalos o agrega recordatorios que te indiquen cerrar las pestañas o programas que no vas a necesitar. 
Y como todo procrastinador necesita una ayudadita, Perry asegura que juntarte con otros procrastinadores podría facilitar el trabajo, “así, si te tardabas tres meses en realizar un trabajo pendiente, con un procrastinador de compañero, te puedes tardar dos”. Pero eso sí, evita juntarte con personas que no postergan, lo único que ocasionarías es frustrar a tu compañero y postergar su trabajo, asegura irónicamente el autor.
 

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