Hay características que comparten hombres y mujeres, pero su presencia se da en mayor medida en las ejecutivas. Descubre cuáles son.
Día
con día, escuchamos noticias sobre los acontecimientos en el mundo y
encontramos una situación global compleja, llena de retos y
oportunidades, en lo social, en lo político y, por supuesto, en lo
económico. Ante este escenario de negocios cada vez más competitivo, las
compañías requieren líderes con diferentes carices que guíen a sus equipos a innovar, a rebasar metas y a llevar a las empresas a mejores niveles de resultados.
Las organizaciones necesitan ser impulsadas por el liderazgo masculino y por el liderazgo femenino.
Lo menciono así porque ambos géneros aportan cualidades, aptitudes,
competencias y matices de liderazgo diferentes; justo ahí radica la
riqueza de la diversidad de género, en la suma de talentos para el éxito de una marca, un producto, un servicio o una compañía entera.
Por ello, en esta ocasión, haremos un breve análisis del liderazgo femenino.
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Más allá de las cualidades con las que nacemos…
Al
preguntarle a una persona sobre las características del liderazgo
femenino, es altamente probable que nos respondan mencionando aspectos
que se reconocen como innatos a la mujer: inspirar, motivar, desarrollar al equipo, crear relaciones y trabajar colaborativamente.
Es
cierto que dentro de la personalidad de las mujeres radican esas
cualidades; sin embargo, estudios recientes con la participación de
ejecutivos de diferentes países, como el publicado por Zenger and
Folkman; “¿Son las mujeres mejores líderes que los hombres?", indican que las cuatro competencias principales en el liderazgo femenino son:
► Iniciativa
► Autodesarrollo
► Honestidad e integridad
► Enfoque en resultados
¿Qué
tienen de especiales estas cuatro características? Que son habilidades y
competencias que las mujeres han desarrollado a lo largo de décadas,
como herramienta de crecimiento y respuesta ante los retos que enfrenta su género en el ejercicio corporativo.
Si
bien estas características las comparten hombres y mujeres, su
presencia se da en mayor medida en las ejecutivas. La razón: las mujeres
han tenido que demostrar que sí pueden con las responsabilidades y que
cuentan con la capacidad para ejercer puestos de alto nivel.
Las mujeres toman la iniciativa, buscan su autoaprendizaje y luchan por dar resultados que reafirmen su talento y les abran oportunidades a nuevas posiciones.
¿Actuar como hombre?
Tal
como lo indica una investigación de la Universidad de Queensland,
algunas mujeres consideran que deben adoptar estilos más masculinos para
ser percibidas como mejores líderes y sobreponerse a los obstáculos de
lacarrera profesional, mientras que, al mismo tiempo, ese estudio muestra que hay elementos propios del liderazgo femenino que representan un valor agregado para
las organizaciones: la resiliencia (capacidad para sobreponernos a
situaciones adversas), la empatía y la energía, factores clave en el
entorno potencial de estrés y retos de las compañías.
Lo
relevante es que cada ejecutivo y ejecutiva conserve su esencia de
género, además de cultivar y desarrollar su potencial, ya que uno de los
aspectos más valiosos de la diversidad es la suma de talentos de
hombres y mujeres, para integrar un liderazgo más fuerte, incluyente y
eficaz, en donde se fusione lo mejor de ambos mundos.
Esto
me lo ha confirmado la experiencia. A lo largo de los más de 20 años
que me he dedicado a los recursos humanos, he conocido a una cantidad
importante de ejecutivos que tienen claridad sobre los beneficios de
tener mujeres en su equipo y ello implica que valoran las aportaciones
diferenciadas de hombres y mujeres.
LOS EJECUTIVOS VALORAN EL LIDERAZGO FEMENINO Y LES INTERESA QUE LAS EJECUTIVAS MANTENGAN ESAS CUALIDADES QUE EL SER MUJER IMPLICA.
Queda
entonces un gran reto para las profesionales de alto nivel: crecer,
mantener nuestra iniciativa y seguir siendo mujeres únicas.
Es la conciencia de nuestros comportamientos y actitudes lo que nos permitirá tomar lasmejores competencias para
nuestro desarrollo, al mismo tiempo, que podamos seguir siendo líderes
femeninas, con un gran compromiso y un propósito inspirador