Pensé
que esto podría ser una ventaja en lugar de una desventaja, mientras
buscaba una solución para recuperar el teléfono, podría vivir
cómodamente sin él. Fijé un plazo inicial, un mes, hasta el día 6 de
abril que regresaba a España y entonces, según los resultados de este
experimento, decidiría si volver a tener smartphone, o no. Habría que
valorar muchas cosas y ver como de independiente o dependiente podría
ser del dispositivo móvil.
Objetivo del experimento
El fin de este experimento es:
- Analizar semana a semana las ventajas y desventajas de vivir sin un smartphone y medir el impacto que ello causa en la vida cotidiana y trabajo.
- Cuantificar el tiempo invertido en un smartphone versus donde va ese tiempo cuando el dispositivo no existe.
- Qué hay más allá de la vida conectada.
- Comprobar si estos dispositivos realmente conectan o desconectan.
- Encontrar maneras de ser más productivo y eficaz. Amo este punto.
- Desarrollar ideas para dejar la dependencia de estos aparatos a un lado.
- Y sobre todo, qué sucede cuando vives sin un smartphone: tu relación con familia, amigos, contactos profesionales. El trabajo, la calidad del mismo, los “spams” de atención. Multi-tasking y concentración.
Resultados semana 1
Complicaciones:
- Movilidad y transporte: en Colombia nos movemos básicamente a través de Uber, al no tener smartphone no he podido solicitar el servicio. Solución momentánea: al estar trabajando la mayoría del tiempo con Juan, él sí ha podido utilizar el servicio para ambos. Incluso cuando hemos tenido que tomar compromisos diferentes, en mí caso, lo he solicitado a través de su smartphone, vía dirección de recogida. El mayor inconveniente vendrá cuando Juan deje el país el próximo 23/03 y ya no tenga medio con el que hacerlo. Trabajaré en una solución para la semana próxima. Nota: supongo que encontraré problemas similares con AirBnB o el navegador GPS.
- Maniobrabilidad y agilidad: no es lo mismo andar con un smartphone que con una tablet (iPad), por lo cual en determinados momentos como entrenamiento en el rodillo o la bicicleta estática, el iPad es más aparatoso y no tan manejable. Aunque pueda servir de algún modo.
- Deporte: suelo usar la aplicación Nike+ para monitorizar los entrenamientos de carrera a pie, llevo como 7 años utilizándola. Ahora comprensiblemente no puedo llevar un iPad en el bolsillo de la pantaloneta o porta-teléfono. el Watch de Apple podría ser una solución, pero haciendo esto entraría de nuevo en el entorno de los smartphones, quizás la mejor solución sería utilizar el sensor y la pulsera como cuando utilicé este servicio por primera vez. Investigaré si todavía esto está disponible.
- Sueño: este último año he estado utilizando sleep cycle para medir la calidad del descanso y las horas depositadas en ello, ha dado bastantes buenos resultados, he dormido más horas y por lo tanto la calidad de mi sueño y descanso han subido considerablemente. Esto me ha permitido afrontar el día a día con más energía, convicción y optimismo. Ahora llevo 8 días sin usarlo y aunque creo que estoy durmiendo incluso más, siento que me falta algo, quizás la medición de estos parámetros. Buscaré una APPS para iPad con las mismas funcionalidades que sleep cycle.
- Social media: las imágenes son de mas baja calidad, lo que antes podría parecer precioso o “increíble”, ahora es suficientemente bueno o regular. Esto se demuestra en las imágenes que subo en Instagram, Facebook o Twitter por ejemplo, en la primera plataforma obtienen menos alcance. Esto podría ser una clara desventaja, pero ¿sabes? Estoy empezándolo a ver como una ventaja, vulnerabilidad e imperfección de lo que sucede día a día, nada de lo que hago es tan increíble y esto podría ser una manera de seguir transmitiendo ese mensaje.
Puntos a favor:
- Distracciones: no hay llamadas entrantes que continuamente estén distrayéndome. Aunque eso no supone un gran cambio, ya que desde hace como medio año tenía las llamadas en silencio. Respecto a las distracciones de las notificaciones tampoco he notado cambio, cuando preparaba Ultraman las desconecté todas y desde entonces nunca más las volví a activar. Si bien es cierto, que ahora no hay un whatsapp que comprobar por ejemplo, aunque antes no lo utilizará mucho, ahora absolutamente nada. Así ha ido disminuyendo el número de aplicaciones que antes utilizaba y el tiempo destinado a consumirlas (o usarlas).
- Proactividad: al estar expuesto a cero inputs externos no hay nada a lo que reaccionar y eso amigos y amigas, es maravilloso. Si tengo que hacer una llamada la hago a través de mi teléfono en skype (apareciendo en tu pantalla como mi teléfono de toda la vida). Si tengo que enviar un tweet lo envío desde el PC o tablet, igual en cualquier red social o SMS (actualmente i-Message, que puedes enviarlo por mac o iPad). La cuestión es que ahora más que nunca elijo cuando crear un estímulo y no cuando reaccionar a uno.
- Conexión auténtica: ahora estoy más conectado a lo que ocurre a mi alrededor, ya había limitado el iPhone en desayunos, comidas o cenas, ya sea sólo o acompañado, ahora está totalmente erradicado. Esto está causando en mi una atención mayor en el entorno, lo cual me está llevando a reflexiones, conclusiones, ideas o desarrollo creativo, además de ser consciente de todo lo que ocurre a mi alrededor. Construyendo mejores conversaciones, apreciando cosas insignificantemente encantadoras.
- Trabajo que importa: esta semana que acaba de pasar, a pesar de tener una media de tres reuniones de trabajo / negocios al día, en diferentes puntos de Bogotá – con el tiempo respectivo de viajes. He producido casi el doble de trabajo importante que una semana normal en la que estoy trabajando sin tantas alteraciones en mi rutina. Significativo.
- Transporte: en los desplazamientos no suponen un gran problema, incluso suponen una mejora en todos los sentidos a la hora de responder emails, escribir posts para mi blog, preparar conferencias o avanzar proyectos y revisar el desarrollo de nuestros trabajos con clientes.
Siendo
consciente de todo lo que arriba he concluido en base al experimento en
tan solo una semana, es posible que los resultados finales sean más
sorprendentes de lo que esperaba. El primer día sin teléfono y con este
experimento en mente, no pensaba pasar mas de un mes sin smartphone, una
semana después apartarlo de mi vida por completo es lo que pasa por mi
cabeza.
Todavía es demasiado pronto para decidir, continuaré con los experimentos. Isra Garcia