Un estudio de ZenithOptimedia, detallado en este artículo en Quartz,
ofrece las impresionantes claves del mundo en el que vivimos
actualmente, cosas que sin duda no te van a sonar extrañas porque las
ves todos los días, pero que no dejan de resultar impresionantes cuando
alguien compila las estadísticas y las pone delante de ti: como media,
pasamos ya más de ocho horas al día (490 minutos) consumiendo
información y medios de todo tipo a través de canales como la
televisión, internet, radio, periódicos, cine, etc.
Un
mix de canales que no disfruta en absoluto de una salud uniforme:
mientras la televisión sigue siendo todavía la reina del consumo con
algo más de tres horas al día, su uso ha ido disminuyendo en torno a un
8% a lo largo de los últimos cinco años. En el mismo período, internet,
que alcanza ya las dos horas diarias, un 30% de nuestro consumo total,
ha experimentado un ascenso del 105%. Casos como los de las revistas,
que caen un 23%, o los periódicos, que descienden un 31%, dejan claras
las características del entorno al que nos dirigimos: consumo sin duda a
través de pantalla, con el papel relegado a un lugar cada vez más y más
residual.
La difusión y generalización progresiva del smartphone juega,
en este incremento del consumo, un papel absolutamente central: ahora
consumimos contenido constantemente, desde prácticamente cualquier
sitio: en casa, en el trabajo, en el transporte entre uno y otro, en
cualquier rato muerto mientras esperamos a alguien, o sentados en…
cualquier sitio. Resulta interesantísimo ver cómo un dispositivo que
ideamos como forma de dotar de movilidad y de echarnos al bolsillo la
función de hablar por teléfono, y que evolucionó en su primera época
hacia hacerse cada vez más pequeño y transportable, ha podido mutar
hasta el punto de convertirse en uno que utilizamos principalmente para
la función de consumo de contenidos, y que ha ido transformándose y
creciendo en sus dimensiones para adaptarse a ella.
Las
conclusiones son clarísimas: ninguna de las tendencias que el estudio
apunta parecen estar ni siquiera mínimamente próximas a su punto de
saturación. En el año 2017, dedicaremos todavía más tiempo en el día al
consumo de medios, y un porcentaje todavía mayor recaerá en internet y
en los dispositivos móviles. Si no lo habías visto claro aún, vete
preparándote para ello.
Es en ese entorno en el que la iniciativa recientemente presentada por Facebook, Instant Articles,
ofrece un punto brutal para la reflexión: si te dedicas a los medios,
te habrás sin duda dado cuenta de que el producto constituye, como diría
Don Corleone, “una oferta que no se puede rechazar”. La idea de acceder
con tus artículos a más de mil doscientos millones de usuarios de una
aplicación móvil, con todo lujo de formatos vanguardistas y ricos en eye-candy,
que se cargan a toda velocidad, que no requiere que hagas cambios en tu
publicación tradicional, que te permite mantener tu publicidad
cobrándola entera sin ningún tipo de coste, y que además, si no tienes
todo tu inventario vendido, te lo completa con una comisión estándar en
la industria del 30/70 va a hacer que en muy poco tiempo, la práctica
totalidad de los medios estén ahí. Desde la cabecera histórica, hasta el
blog personal, porque el interés de Facebook a corto plazo está en
abrir su propuesta desde el escaso puñado de medios con los que han
comenzado, hasta una inclusividad total. Plataforma abierta a todo aquel
que la quiera utilizar.
Si
esto se cumple, Facebook, que ya es a día de hoy la empresa de medios
más importante del mundo sin necesitar para ello producir ni una sola
pieza de contenido, logrará albergar en sus servidores un porcentaje muy
significativo de los contenidos consumidos por los usuarios de todo el
mundo… con todo lo que ello conlleva. En vídeo, ya prácticamente lo ha
conseguido: Facebook es ya la plataforma que más vídeos alberga entre los que han obtenido más de un millón de visitas,
seguida por el Vine de Twitter con sus piezas de seis segundos.
YouTube, que hasta no hace tanto tiempo era el auténtico sinónimo del
vídeo en la red, ya está en una distante tercera posición. ¿A dónde
lleva esto? Simplemente, a que cada vez más anunciantes prefieran la plataforma de Facebook frente a la de Google a la hora de difundir sus anuncios de vídeo. O a que se lleve hasta el 75% del total de la publicidad social, con un 41% de crecimiento sobre el año anterior.
Como jugada estratégica, me parece una de las de mayor calado que hemos podido ver en mucho, mucho tiempo. E,.Dans