Hoy, en
medio de esta gran nueva economía podemos hacer cosas excepcionales:
- Tocar emocionalmente a cualquiera.
- Entretener a la audiencia.
- Cambiar positivamente la vida de otras personas.
- Conectar con nuestros clientes potenciales.
- Criticar canciones, películas, documentales o libros.
- Acceder al tipo de trabajo que buscamos.
- Crear nuestro propio MBA.
- Promocionar nuestros servicios o productos.
- Convertir nuestra idea en negocio, iniciativa social o movimiento altruista de manera más rápida, fácil y barata que nunca antes.
- Comunicarnos directamente incluso con Richard Branson, Seth Godin o Pete Cashmore.
Podemos
hacerlo, sí. Sin embargo no lo hacemos, por lo menos no tanto como tenemos la
opción a hacerlo. Dos monedas de cambio:
- Elección: que tengas la oportunidad de hacerlo no significa que elijas hacerlo. Elegir implica, primero elegirte a ti mismo, luego invertir tus recursos (tiempo, esfuerzo y dinero) en ello, decir no y descartar la enorme abundancia de posibilidades.
- Atención: que elijas hacerlo no significa que todos estemos esperando a que lo hagas. Tenemos demasiadas alternativas, elecciones y oportunidades como para estar expectantes. Diariamente.
Esto me
lleva a dos preguntas: primera, ¿en qué oportunidad vas a elegir crear
algo único? y segunda, ¿cómo vas a sobresalir del resto y crear ese algo único
que llame mi atención?