Cuando nos enfrentamos a un fracaso, estamos mentalmente derrotados, pero existen formas de sacarle provecho a nuestras fallas.
Enfócate en los triunfos aunque sean pequeños, en eso que haces bien y puedes repetir una y otra vez.
Recuerdas lo que contestó Edison cuando le preguntaron: ¿Qué siente después de haber fracasado más de 1,000 veces antes de inventar el foco?
Él contestó: "Yo no fracasé 1,000 veces; yo encontré 1,000 maneras de cómo no hacer un foco."
Si vemos las cosas de la manera correcta, los fracasos y pérdidas serán oportunidades para cambiar y mejorar.
Mientras más fracases, más éxito tendrásTodos nos equivocamos y fallamos, la diferencia es que algunos ocultan sus falllas por falta de seguridad en ellos mismos o miedo al qué dirán, mientras otros hablan abiertamente al respecto pues saben que es parte de la vida misma, y que al hacerlo, están corroborando que son humanos y que pueden aprender de sus errores. Estas personas son las que crecen.
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Lo que necesitamos es cambiar nuestra manera de ver las pérdidas y fracasos, cultivar cualidades que nos ayuden a responder a ellas, y desarrollar la capacidad de aprender de ellas. Para conseguirlo te sugiero que sigas estos pasos:
1. Nos hacen quedar emocionalmente atascados
Solución. Para salir del pantano emocional, cuida tu diálogo interno y lejos de continuar regañándote, utiliza frases de cambio como: "Antes era de esta manera y por eso me equivoqué; ahora soy así y por eso triunfo."“Las palabras más importantes que diremos jamás, son esas palabras que nos decimos a nosotros mismos, acerca de nosotros mismos, cuando estamos solos”. Al Walker
2. Hacen que estemos mentalmente derrotados
A medida que las pérdidas o fallas se acumulan, se convierten en una carga más pesada. Y si no respondemos inmediatamente y de manera correcta, esas fallas se vuelven mayores, y con frecuencia conducen a más fallas que disminuyen nuestra autoconfianza, nos lamentamos. El problema es que no podemos construir sobre el lamento.Solución. Aprende de la pérdida. Una perdida no es totalmente una pérdida si aprendes algo como resultado de ello. Trata los problemas, errores y fracasos como vienen y no permitas que se acumulen.
Como dijo el impresor William A. Ward:
“El humano, como un puente, fue diseñado para soportar la carga durante un momento, no el peso combinado de todo un año al mismo tiempo”.
El número no es tan importante como el modo en que experimentes esas pérdidas. Las pérdidas duelen y causan un impacto sobre nosotros mismos; sin embargo, no debemos permitir que nos controlen.3. Las fallas crean un precipicio entre la confianza y el actuar
Mantén el impulso. Al ganar creamos un ciclo positivo en nuestra vida. Cuando logramos una meta, aumentamos nuestra confianza, y mientras más confianza tenemos, más acciones emprenderemos cuando sea necesario. Ese tacto para reconocer el momento oportuno y actuar, nos lleva al éxito.Sin embargo, las pérdidas, y en especial cuando se acumulan, pueden conducir a la inseguridad y hacernos dudar de nosotros mismos y de la decisión para actuar. Se crea un precipicio y si no se atraviesa, el éxito se vuelve casi imposible.
Solución. Celebra tus logros. Enfócate en los triunfos aunque sean pequeños, en eso que haces bien y puedes repetir una y otra vez.
No olvides agradecer, por más dura que esté la situación, siempre habrá algo que agradecer. Agárrate de ahí y comienza a construir más y más confianza en ti mismo.
Permitir que las experiencias negativas del pasado deformen tu futuro es como vivir en un ataúd.
Emmet Fox dijo: “Las dificultades llegan en el momento correcto para ayudarle a crecer y a avanzar al vencerlas. El único infortunio verdadero, la única tragedia real, llega cuando sufrimos sin aprender la lección”.Actividades para aprender de tus fallas
- Lleva un diario.
- Realiza tu revisión semanal.
- Reflexiona antes de dormir: ¿Qué estoy aprendiendo de esta crisis?