Cuando tus opiniones no aportan valor y te empeñas en defenderlas, tú no tienes opiniones: ellas te tienen a ti. ¿Cómo aportar opiniones de valor?
Dejar de emitir juicios y hacer aportaciones de valor, te permitirá tomar mejores decisiones.
Tengo que admitir que durante mucho tiempo mis opiniones me tenían a mí. En discusiones con otros defendía a capa y espada lo que pensaba mientras los demás hacían lo mismo. No importaba el tema en cuestión, de alguna manera siempre existían diferencias de opinión y yo me encargaba de defender las mías. El resultado era: desgaste, molestia y desperdicio.
Las personas pasan muchísimo tiempo externando, debatiendo y defendiendo sus opiniones, en ocasiones incluso violentamente. Es como si pensarán, yo creo, que éstas los definen y, por ende, requieren ser protegidas como la integridad física. Así las cosas, es común ver cómo las personas se molestan y pelean, todo con el fin de tener la razón.
¿Pero qué nos compra la razón? ¿Cuántas veces no ocurre con líderes y jefes que consideran que tienen la razón?
En esta batalla ideológica en la que nos enfrascamos, se nos olvida que nuestras opiniones son relativas y sirven únicamente para avanzar la acción hacia el resultado que deseamos.
Desafortunadamente, muchas veces estamos dispuestos a pagar con lo que más queremos: nuestras relaciones, nuestro trabajo, nuestra eficiencia y efectividad, el éxito del proyecto o la empresa, nuestra tranquilidad, etc. antes de considerar que el punto de vista del otro podría ser igual de válido o más que el nuestro.
Quizá la fuente de este problema tiene que ver con nuestra necesidad de encontrar un punto de acuerdo, lo cual hacemos en todo ámbito, sea este social, político, laboral o personal. El problema reside en que, dadas nuestras extensas diferencias históricas e ideológicas (cada ser humano es un mundo), es virtualmente imposible que nos pongamos de acuerdo, por lo que buscarlo es a menudo una gran pérdida de tiempo y esfuerzo.
¿Quién no ha estado en una reunión de trabajo, por ejemplo, en la que se discuten puntos contrarios durante horas sin llegar a ninguna conclusión o compromiso? En lugar de tratar de ponernos de acuerdo sería mejor que buscáramos alinearnos: un estado de cooperación entre personas y grupos de personas hacia una causa común. A continuación enlistamos los puntos clave para lograr la alineación y algunas de sus diferencias con el acuerdo.
1. Crea un objetivo común
Una meta deseada por todos que funja como la brújula y el motor que nos empuje y nos jale hacia el logro y nos mantenga enfocados en el trayecto.2. Establece reglas básicas de cooperación o convenios
Pensaríamos una locura al realizar un proceso técnico complejo sin un procedimiento detallado de cómo llevarlo a cabo. Sin embargo, es muy común que las personas se pongan a conversar con el fin de llegar a una conclusión sin ningún tipo de reglas de cooperación. Algunos puntos importantes a considerar son la puntualidad, el respeto, el orden, la escucha, la participación, etc.3. Relacionarse
Relaciónate con cada uno de los asuntos propuestos como elementos distintos de un todo, no como posiciones diversas y encontradas.4. Busca el ganar – ganar en todo momento
Pregúntate, ¿de qué manera puedo satisfacer y atender los intereses y las inquietudes de todas las partes?5. La alineación es incluyente, el acuerdo excluyente
En una conversación o reunión, asume una postura incluyente, que abarque a todos los grupos y opciones representados, en lugar de tomar partido y una postura divisoria de nosotros vs. ellos o de una opción o la otra.6. Decide mediante consenso, no votación
El consenso busca obtener el consentimiento de los participantes; la votación solicita la preferencia de cada persona.7. Al exponer un punto, escucha a todos los participantes
Independientemente de su rango, autoridad jerárquica o de la singularidad de la opinión expresada. Esto te ayudará a tomar en cuenta todos los puntos de vista, incluyendo los poco comunes y compartidos, pero no necesariamente menos valiosos.8. En la alineación, el compromiso de la conversación reside en generar funcionalidad, no defender tu postura
Durante la conversación, pregúntate: ¿qué es lo más funcional para el grupo y el objetivo que estamos buscando? No, ¿qué pienso, quiero o creo yo al respecto?En última instancia, alineación es buscar jalar la cuerda en la misma dirección. El objetivo es llegar juntos a la meta de la manera más eficiente y efectiva, no defender tus opiniones y puntos de vista.