Internet, los colegios, las relaciones, la empresa, el
deporte, política o religión, siempre encontraremos una lista de cosas no
permitidas. Es interesante que la lista de tareas permitidas sea más difícil de
recordar que la de no permitidas. Podría ser por la preocupación de tanta
libertad y lo que se espera que hagamos con esa libertad. Parece que nos gusta
vivir con una lista de lo que no podemos hacer. Sin embargo, cuando las
revoluciones aparecen, la lista se acorta y no sabemos que hacer.
Por ejemplo ¿Cuánto tiempo pasó entre la idea de construir tu negocio a
través de los nuevos activos digitales y el momento en el que lo lanzaste al
mundo? Antes de esto, no habían muchas opciones baratas y disponibles. Antes no
estaba permitido, ahora sí.
Cualquier persona puede darte información valiosa sobre cualquier tema. En un
blog puedes encontrar lo que hacer exactamente en 3 párrafos. Un vídeo te da 13
pasos para alcanzar tus sueños. Un tweet puede decirte cómo ganar dinero en
Internet. Esto podría convencerte de que todas las respuestas están ahí fuera,
pero no, no lo están, hay algunas que todavía deben ser formuladas.
Por favor, para de seguir instrucciones, este nuevo
escenario recompensa a aquellos que construyan nuevos caminos, no a
aquellos que hagan lo que hacen todos.
La barrera ya no está en el sistema, está en tu cabeza. Isra Garcia
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