Con
la llegada del buen tiempo vuelven los propósitos de ponerse en forma
de cara al verano. Perder peso se convierte en una prioridad en una vida
en la que en la mayoría de los casos falta tiempo para ir al gimnasio o
ganas para seguir una estricta y milagrosa dieta. Sin embargo, sí es
posible adelgazar sin necesidad de hacer grandes esfuerzos ni económicos
ni en nuestro día a día. Estos son los consejos de un endocrino.
Miguel
Ángel Mollar Puchades, miembro de Saluspot y endocrinólogo explica que
la base de cualquier proceso de pérdida de peso es llevar una vida sana.
“Comer de forma equilibrada, sin excesos y controlando las cantidades
es suficiente para comenzar a adelgazar sin grandes esfuerzos”.
La
intensidad de los horarios laborales, las labores domésticas y el
cuidado de los hijos dificulta mantener, por lo menos durante el tiempo
preciso, hábitos deportivos o alimenticios que nos ayudarían a
adelgazar.
Por ello,
el experto aconseja partir de un punto de salida que no haga variar en
exceso las rutinas. En la mayoría de los casos, los que se disponen a
adelgazar caen en falsos mitos que se prodigan de milagrosos y que muy
probablemente tengan efectos contraproducentes.
Falsos mitos que no debes seguir
Estos son los consejos que no deberíamos seguir por su inconsistencia científica.
-- Comer la fruta antes de la comida.
Muchas personas creen que al ingerir el postre antes que el resto de
alimentos nuestro cuerpo experimenta “algo” que nos evitará engordar.
Según los expertos, se trata de una conducta que esa línea no actúa de
ninguna manera. Da lo mismo comer la fruta antes, durante que después
que el resto de platos. El orden de los factores, en este caso, no
altera el producto.
-- Cenar o comer sólo fruta.
Casi todos están relacionados con la fruta. Aunque sean un alimento
fundamental de la dieta sana (los expertos aconsejan consumir entre dos o
tres piezas al día), no se pueden convertir en su eje central. La
aportación de igual medida de hidratos, lácteos y proteínas es
fundamental para que nuestro cuerpo se desarrolle con normalidad.
-- Dejar de comer pan.
Es otro de los mitos para perder peso. Dos cucharadas de aceite
equivalen a 80 gramos de pan, o lo que es lo mismo, a una pulguita. El
problema con es el pan en sí, sino lo que ponemos dentro, explica.
Fiambres y queso son dos de los grandes enemigos a la hora de
enfrentarse a la báscula.
-- El aceite en crudo no engorda (o
por lo menos engorda menos que cocinado). El aceite es grasa y por lo
tanto engorda. Da igual que esté crudo o cocinado. Contienen las mismas
calorías, lo único que cambia al freirlo es su aporte nutricional.
Consejos para perder peso si no tienes tiempo
“A
mis pacientes lo que les intento recalcar es que las buenas conductas
alimentarias son la base para el día a día”, explica el doctor. De
hecho, muchos de sus pacientes, lejos de seguir dietas estrictas, sino
mejorando esos malos hábitos ya consiguen comenzar a perder peso,
apunta.
Para ello, les
recomienda seguir una serie de consejos imprescindibles que, sin
grandes esfuerzos, reconducen nuestras malas conductas en la buena
dirección.
-- No comer deprisa.
Si comemos muy rápido, el estómago no envía la señal al cerebro de que
se encuentra saciado inmediatamente, por lo tanto, comeremos más de lo
que necesitamos.
-- Hacer 5 comidas al día.
Si haces dos o tres comidas al día, la sensación es de hambre
permanente. Hacer cinco comidas es uno de los trucos para perder peso
sin darte cuenta, aunque no lo parezca. Desayuno, media mañana, comida,
merienda y cena son fundamentales, y más aún hacerlas cada más o menos 3
horas. Enseñas al cuerpo a tener los ritmos ordenados. Tener al cuerpo
sin comer genera una mala la respuesta para el organismo: el cuerpo
retiene más y puede costar más perder el peso haciendo solo dos comidas
al día.
-- Desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo. Hay
que hacer caso de la sabiduría popular es algo básico: un buen
desayuno, una comida aceptable y una cena más ligera. Da igual si comes
primer y segundo plato o plato único, lo importante es controlar las
cantidades.
-- No picar entre horas.
Comer cada tres horas sí, pero no picar todo el rato. Si tú comes muy
seguido no le mandas la señal al cuerpo para que consuman energía con
normalidad.
-- Ser consciente de las grasas que ingerimos. La
gente falla mucho en el tema de las grasas, explica el endocrino.
“Conocer el aporte de grasa de los alimentos es algo realmente sencillo y
muy efectivo”. La gente, por lo general come más grasa de lo que
piensa, cayendo en el error de que sólo engordan los fritos. Un puñado
de almendras son 800 calorías, en una dieta diaria recomendada de 1.500
calorías.
Alimentos que es mejor evitar
Es importante evitar algunos alimentos que engordan más de la cuenta sin que seamos del todo conscientes.
-- El queso engorda
mucho. Tiene sus propiedades, pero es mejor intentar sacar el calcio de
otros sitios. La gente no lo tiene en conciencia.
-- Los frutos secos tiene grasas sanas, pero si engordas debes de controlarlas.
-- Colines o palitos de pan de pipas.
-- Los zumos son
fuente de calorías (naturales e industriales). Es mejor tomar batidos
por las proteínas que aportan. En su lugar, lo mejor es consumir
refrescos sin azúcar o agua.
Al menos 30 minutos al día de ejercicio
El
ejercicio diario es un caballo de batalla perdido, confiesa el experto.
Es fundamental para que los pacientes mantengan el peso y sobre todo,
para perderlo.
En
general, lo recomendable es al menos practicar durante tres días a la
semana 45 minutos de ejercicio aeróbico bueno. Sin embargo, la
Organización Mundial de la Salud prefiere recomendar 30 minutos al día
y, además, pudiendo practicarlos en tandas de 10 minutos.