Tener una estrategia ganadora en social media no se basa solo en abrir cuentas y publicar al por mayor, sino también en generar ideas de largo aliento.
POR: ALEJANDRO MEDINA GONZÁLEZ
Las redes sociales están definitivamente de moda entre la clase política mexicana. Prácticamente todos los políticos y candidatos a cargos de elección popular están vueltos locos por contar con un perfil lleno de likes en Facebook y followers en Twitter.
Sin
embargo, conseguir éxito en el llamado social media no es algo que se
pueda conseguir de la noche a la mañana, ni mucho menos lanzando
únicamente tuits y comments a diestra y siniestra.
La verdadera victoria para los políticos en redes sociales únicamente
llega cuando, al igual que en el mundo real, se preocupan por crear
estructuras sólidas que sostengan cada uno de sus movimientos y
actividades.
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Así lo asegura Merary Delgadillo, experta en social media y Chief Operating Officer en la firma digital TresEnSocial,
quien menciona que crear estas estructuras es una actividad compleja y
que los políticos que aspiren a ganar elecciones deben de comenzar a
crear al menos con un año de anticipación. En la práctica, no todos los candidatos cumplen con ello.
“Las estrategias políticas ganadoras en redes sociales deben empezarse un año o año y medio antes de cada elección,
durante este tiempo se analizan todas las fortalezas y capacidades que
tiene cada candidato, además de que se crea todo un entorno alrededor de
él”, menciona la especialista.
Básicamente,
la estructura que se crea para el político consiste en cuatro capas que
se van creando paulatinamente y que funcionan prácticamente una tras
otra, buscando que los mensajes y propuestas lleguen a más y más personas.
A
continuación te mostramos los puntos medulares que una campaña política
debe cumplir en redes sociales, y son estas claves las que actualmente
no están cumpliendo gran parte de los candidatos, razón por las que sus
estrategias social media en vez de acercar, distancian a la gente por
ese halo de desconfianza que permea en la política nacional y sus
representantes.
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Primera capa: El político no político
En primera instancia, Delgadillo sostiene que los estrategas digitales necesitan crear perfiles en las principales redes sociales para el futuro candidato.
Prácticamente
hablamos de Facebook y Twitter, sitios en los que se empezará a mostrar
una imagen ciudadana del personaje, sin ligarlo a cuestiones que tengan
que ver con política.
Las
publicaciones de estas cuentas deben de estar relacionadas
principalmente a sus gustos, actividades del día a día y cosas que
toquen a los cibernautas, como puede ser, por ejemplo, su activismo hacia el medio ambiente o los animales. La idea es mostrar una cara amable de él.
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Segunda capa: La creación del movimiento
Una vez que concluyó la creación de la primera capa de posicionamiento, llega ya el momento del destape político. El personaje empieza a señalar lo que haría para manejar tal o cual tema, señalando su interés por ser un candidato a futuro.
A
la par de esto, los encargados de la estrategia digital necesitan
comenzar a relacionarse con los grupos afines al personaje con el
objetivo de invitarlos a hacerse presentes y mostrar su simpatía con el
político en redes sociales, además de crear grupos de apoyo que lo respalden durante toda la elección.
Tanto las personas como los grupos jugarán un papel muy importante en la contienda, ya que serán los propulsores del boca a boca del candidato, además de que lo defenderán y protegerán cuando sea necesario.
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Tercera capa: La aparición de los ‘bots’
Cuando
ya se tiene un sólido grupo de personas y movimientos reales alrededor
del político llega la hora de pedir apoyo a los famosos ‘bots’, cuentas
falsas que se deberán utilizar durante la campaña únicamente para dos
cosas: para la ofensiva y silenciar malos comentarios.
Estos
cumplirán con la tarea de aparecer alrededor de un candidato cuando se
registre un momento complejo para él, moviéndose de forma intermitente y
posteriormente desapareciendo.
Ojo: Estas cuentas no deben para nada ser las propulsoras de las propuestas del candidato, para eso está la capa anterior de personas reales que darán certeza a toda la estrategia que se está practicando.
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Cuarta capa: La voz del candidato y los ‘influencers’
Finalmente,
está la tarea de impulsar lo más posible los comentarios y
señalamientos del político, lo cual se cumplirá principalmente
apoyándose en influenciadores afines a él, que mencionen lo que propone.
Se trata de cuentas con varios miles de seguidores que
seguirán al personaje no sólo en el mundo digital, sino también en el
real, haciéndose presentes en sus eventos y mencionando desde el sitio
lo que el político está diciendo.
La redes complementarias
La
estrategia de capas está principalmente dirigida hacia Facebook y
Twitter, sin embargo, explica Delgadillo, también existen cosas muy
importantes que se deben de realizar a través de otras redes sociales que deben ser vistas como complementarias para la campaña.
Periscope: Los
estrategas digitales pueden usar esta red para difundir en tiempo real
las actividades de su candidato, así como también para hacer encuentros
de pregunta-respuesta con los votantes.
Instagram: Las
fotografías que se tomen y publiquen en esta red servirán para el
posicionamiento e imagen del personaje, además de para reforzar las
actividades en Facebook.
LinkedIn: Para
cerrar es importante señalar que hoy los candidatos también deben
apostar por subirse a esta red profesional, con el objetivo de colocar
en este sitio su curriculum bien detallado, buscando generar por esta
vía conexiones con personajes de más alto nivel que no están presentes
en las típicas plataformas de social media.