Las
relaciones entre jefes y empleados no siempre son sencillas, más aún si
tenemos en cuenta factores como la personalidad de los diferentes
miembros del equipo, la capacidad comunicativa del directivo o el
ambiente laboral en el que tienen lugar estas situaciones. Sin embargo,
por muy mal que funcionen las relaciones entre ambos colectivos, siempre
hay solución.
“Muchos
de los problemas que surgen dentro de las organizaciones son los de
relación jefe-empleado” explica a La Buena Vida Javier González, coach
especializado en emprendedores y CEO de la empresa dedicada a ello,
Magna Coaching.
Un
superior jerárquico debe gestionar un equipo o departamento entero a
través de las emociones, continúa, para ello debe “hacer gala de toda su
competencia emocional para que los empleados que dependen de él o ella
se sientan cómodos en el departamento”. Esta es la clave fundamental
para que además consigan unos resultados excepcionales.
“Liderar
es una labor ardua, en ocasiones solitaria pero también satisfactoria
cuando, fruto de elecciones y decisiones estratégicas en consonancia con
el capital humano de la empresa, se alcanzan los logros” confiesa.
La solución se reduce a tres claves
Pero,
¿cómo llegar a la meta y reforzar la relación entre superior y
empleado? El experto resume esta tarea en tres claves fundamentales. Son
éstas:
-- Coherencia entre discurso y comportamiento.
Es
el primero de los tres puntos que marca el experto como fundamentales a
la hora de comenzar a mejorar la relación con tus empleados.
La
responsabilidad de ser un superior jerárquico “no sólo se mide en las
funciones que acomete, sino también en la expectativa de su
comportamiento hacia los compañeros, empleados o clientes” explica.
Pero, ¿quién puede tomar en consideración a un responsable que exige al
resto lo que él/ella no cumple? plantea el experto. De ahí la
importancia de esta primera clave como punto de partida para comenzar a
mejorar en este aspecto.
-- Fomenta la escucha activa con tu equipo, es decir, entendiendo la comunicación desde el punto de vista de tus empleados.
En
este punto influyen notablemente factores como la empatía. Es
importante, según explica, “atender no sólo al mensaje que te quieran
transmitir sino al contexto emocional que subyace del mismo.
En definitiva, el secreto reside en "escuchar con todos los sentidos, no sólo con el oído”.
-- Estimula la productividad a través del refuerzo positivo y la pertenencia a un grupo.
Este tipo de vínculos, apunta el coach, proporcionan a la larga una gran lista de logros entre los empleados.
Entre ellos destacan:
-- Un mayor compromiso con el proyecto empresarial.
-- Mejores resultados en el trabajo del día a día.
-- Genera un mayor respeto hacia el superior.
“Estas reacciones nunca se consiguen en relaciones despóticas y desiguales entre superior y empleado” concluye.