'Si mi jefe se explicara mejor', 'es culpa de otra área'… Todos tenemos excusas en la vida profesional, ¿pero qué tanto permites que dominen tu desarrollo?
Deja de inventar excusas y libérate de ellas. ¡Deja a un lado la excusitis!
El síndrome se llama “excusitis”. David Schwartz, coach y escritor motivacional, describe a la excusitis en su libro “La Magia de Pensar en Grande”, como la enfermedad del fracaso, pues el autor asegura que mientras más exitosos son los profesionistas, menos excusas se necesitan.
En su obra, Schwartz describe las cuatro formas en las que la excusitis se presenta en nuestras vidas. ¡Pon atención!
Si tienes una buena excusa, ¡deséchala! (Anónimo)
1. La culpa es de la mala salud
¿Cuántas veces has puesto como pretexto alguna enfermedad propia o, peor aún, la de un familiar? La salud es un factor muy importante para ser buenos profesionistas, pero no lo es todo, así que deja a un lado los dolores de cabeza, las migrañas, la gastritis y todos los pretextos que puedas poner para no hacer lo que "debes hacer".Te recomendamos leer también: Quejumbritis aguda, el mal que reduce tu productividad
2. Yo no soy capaz de…
Suele presentarse cuando hay una oportunidad de crecimiento en la empresa, cuando se debe delegar o tomar decisiones importantes, también es muy recurrente cuando se está en una situación de mucha presión; el pensar "yo no tengo la capacidad de" puede ser la diferencia entre llegar al éxito o casi alcanzarlo.El autor lo describe como la excusitis de la inteligencia y es la más común en los directivos y trabajadores, pues de acuerdo con Schwartz el 95% la padece.
Ante ello, el coach de vida brinda algunas recomendaciones.
El que quiere hacer algo, encuentra el camino. El que no quiere hacer nada, encuentra una excusa. (Anónimo)• ¡Deja de subestimarte! Debes confiar en tu inteligencia y en tus capacidades. Asegúrate de estar todo el tiempo preparándote, actualizándote y aprendiendo nuevas cosas, esto te ayudará a sentir mayor confianza en tus capacidades. ¡Ojo! El autor también recomienda no subestimar a los demás, debes creer en las capacidades del otro; éste es el primer paso para saber delegar.
• ¡Es sólo una cuestión de actitud! Bien dicen que la actitud es lo que cuenta. Debes estar confiado de lo que sabes y si no es así, no lo demuestres, pon la cara en alto y asegúrate de que la siguiente vez que te lo pidan estés preparado para ello.
• ¡Razona! Para Schwartz la capacidad de razonar es un don muy valioso que todo ser humano tiene, recomienda evitar el memorizar, pues asegura que esto puede afectar la creatividad, el desarrollo de ideas y la capacidad de responder bajo presión.
3. La excusitis de la edad
¿Te viste reflejado? Así es, el tiempo pasa y cada año se integran jóvenes capaces y con una asombrosa adaptabilidad en el mercado, sin embargo, hay cosas que como director y líder ellos crecen: experiencia.El motivador profesional recomienda ver la edad de manera positiva, aprovechar los conocimientos, la experiencia y ver el camino recorrido como un solo trecho.
Otra de las recomendaciones es ver la vida transcurrida y compararla con la vida productiva que te queda.