viernes, 23 de enero de 2015

Avergüénzate y aprende a crecer con tus errores

Dependiendo del sentido que le des a la vergüenza puedes aprender a tomar aquello que te ayudará a crecer y a desechar las críticas que dañan tu autoestima.

Avergüénzate y aprende a crecer con tus errores

Aprovecha cada error como una oportunidad de seguir creciendo.

POR: Marcela Hernández y Hernández, Coach Empresarial y de Vida
Existen personas muy tímidas y otras que derrochan seguridad, sin embargo, todos en mayor o menor grado somos susceptibles a avergonzarnos ante ciertas situaciones.
La vergüenza, como la mayoría de las emociones, tienen un aspecto funcional y disfuncional, depende del sentido que le demos y de qué acciones tomemos a partir de experimentarla.
Por un lado, la vergüenza nos habla de algún aspecto en el que hemos fallado o que podríamos mejorar. Nos brinda información que nos ayuda a cambiar lo que no nos gusta de nosotros mismos o bien de nuestra vida. De alguna manera puede ser un motor que no impulsa a transformarnos.
Desafortunadamente, también tiene un lado negativo y paralizante. Éste va relacionado a aquellas voces ajenas que desde nuestra niñez nos hicieron experimentar vergüenza, a partir de ciertas críticas destructivas o burlas.
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Pero el sentimiento de vergüenza no sólo se alimenta de críticas externas. Una de sus fuentes de origen más poderosas es a partir de nuestra propia voz interna; aquella que nos califica y reprueba constantemente para sabotear nuestros objetivos y deseos. Hemos aprendido a utilizar la vergüenza como un mecanismo de defensa para no equivocarnos.
En su libro La sabiduría de las emociones, Norberto Levy nos brinda mayores perspectivas para entender y transformar la vergüenza en un recurso positivo.

¿Cómo manejar la vergüenza en tu beneficio?

1. Aprende a distinguir los mensajes positivos de los negativos

Cuando cometemos un error o fracasamos es posible que escuchemos algunos mensajes, propios o ajenos, que enfaticen nuestra equivocación. Debemos aprender a tomar los aprendizajes y a desechar las críticas que dañan nuestra autoestima.
La idea principal es la siguiente: “Esto que me dices es cierto, y esto otro no”.
Por ejemplo: “Es cierto que me equivoqué en algunos datos de la presentación y que debo revisar con mayor detalle mi trabajo antes de presentarlo, pero eso no significa que sea un inútil e irresponsable”.

2. Cambia el enfoque: de examinador a colaborador de aprendizaje

En la medida de lo posible, incluye en cada aspecto de tu vida el componente de aprendizaje, en el que cada uno ejercita su condición de aprendiz que continuamente ensaya, explora, acierta y se equivoca.

Aprovecha cada error como una oportunidad de seguir creciendo.

3. No te identifiques con el error

Generalmente la vergüenza es de larga duración, porque solemos identificarnos con nuestros errores y fracasos. En vez de asimilarlos objetivamente en su espacio y su tiempo, los hacemos parte de nosotros y de nuestra identidad.
Una cosa es lo que nos ocurre y otra cosa es quienes somos. Aprende a distinguir ambas posibilidades.
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4. Sentido del humor

Woody Allen dice que la comedia es igual a tragedia más tiempo. Las “peores” cosas que nos pasan, pueden ser motivo de risas a lo largo del tiempo, una gran historia que contar. Nadie puede evitar las tragedias o los errores.
Todos, al vivir en este mundo, estamos expuestos a caer y equivocarnos.
Ten confianza en que saldrás adelante de los fracasos pues cuentas con los recursos necesarios para sobrellevarlos. Esto te permitirá correr riesgos y no paralizarte a causa de la timidez.
La vergüenza puede ser una emoción muy destructiva cuando inhibe la acción y/o la expresión de una persona. Aprender de ésta es una fuente de empoderamiento para expresarnos, crear e improvisar.
 

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