¿Cómo es el consumidor de 2015? Las decisiones de compra
se toman hoy más con el corazón que con la razón. El consumidor tiene en
cuenta factores como el impacto sobre el medio ambiente, el poder
compartir o la comodidad a la hora de comprar. La línea entre el consumo
online y offline se difumina, hasta el punto que obliga a reinventar
los centros comerciales, que se postulan como puntos de encuentro
sociales. Estas son algunas de las claves que apunta el informe Top 10 Global Consumer Trends for 2015, elaborado por Euromonitor.
1.- Conveniencia y simplicidad
Una de las grandes tendencias que se apuntan sobre hábitos de consumo es la conveniencia y la simplicidad, dos actitudes que reforzarán la estrategia omnicanal, en las que se incluyen las aplicaciones para dispositivos móviles. Otra de las claves del omnicanal es el estar disponible para el consumidor las 24 horas al día durante los siete días de la semana.
2.- Consumo como vía de progreso
La idea del consumo como una vía para el progreso continúa al alza. El consumidor parece decantarse por artículos y servicios que sean respetuosos con el entorno. Las marcas, por su parte, tienden a recoger el creciente interés por un consumo más solidario en lo que se ha denominado activismo de marca.
3.- Influencia de los vídeo bloggers
Por otro lado, los consumidores cada vez son más capaces de reivindicar su individualismo a través del consumo y de transmitirlo por Internet. Los vídeo bloggers cada vez son más influyentes en las decisiones de compra de sus seguidores, incluso más que las celebridades habituales.
4.- Consumidor-presciptor
Las colaboraciones con celebridades continúan al alza y buscan nuevas fórmulas más allá del producto. Sin embargo, el consumidor como prescriptor gana protagonismo a través de las redes sociales. Facebook, Flickr, Instagram o YouTube alcanzan el mass market, pero hay otras redes, como Pinterest, que ya se dirigen a un público más selecto.
5.- Consumo colaborativo
Se impone también el consumo colaborativo, pensado para compartir. Este tipo de consumo está haciendo mella en la manera que hasta ahora se tenía de pensar el espacio y la propiedad. El consumo colaborativo representa para el consumidor más comodidad, pero también innovación, comunidad, monedas virtuales y hasta valores ecológicos.
La tecnología facilita el compartir, ya sean noticias, posts, marcas o productos. Después de la crisis, el consumidor se ha vuelto más cauteloso a la hora de gastar y busca más información, compara y pregunta, e incluso va más allá y es capaz de crear sus propios mercados, en los que los mismos consumidores se intercambian bienes y servicios.
6.- Centros comerciales como puntos de encuentro social
Por otro lado, las compras online están repercutiendo en la evolución de los centros comerciales, que tratan de atraer al consumidor con proyectos más vivenciales y con el objetivo de convertirse en puntos de encuentro sociales, que se alejan de la estética de emporios comerciales. Los nuevos centros comerciales tratan de fusionarse con la ciudad.
7.- Millennials
Los Millennials, los jóvenes nacidos entre 1980 y mediados de la década del 2000, se incorporan a la sociedad de consumo. Este conjunto de la población, que comprende alrededor de 2.600 millones de personas, se muestra indeciso y totalmente volcado en sus smartphones. Son la primera generación de nativos digitales, caracterizada por cuestionar lo público y lo privado, en tener una falta de confianza en la autoridad y elevados niveles de optimismo. Sin embargo, es un grupo de personas que se muestra solidario, colaborativo y que piensa que la solución no pasa por comprar más, sino menos.
8.- Celo por la privacidad
Otra de las claves para el consumo será reforzar la privacidad de los consumidores. Ante la ansiedad que puede provocar a muchas personas el tener que dar datos personales a las marcas, las marcas tratarán de recuperar la confianza mejorando la seguridad en la privacidad de los datos personales.
9.- Consumidor global y omnicanal
El consumo, por otro lado, supera fronteras. Las plataformas de compra online cada vez son más interactivas y más atractivas visualmente, tratan de ser divertidas y de mostrar seguridad, además de permitir realizar compras en el extranjero de artículos únicos o más baratos. El mundo se hace cercano, ya sea por Internet o por el aumento del turismo de compras, de personas que viajan en busca de las mejores ciudades en las que comprar.
La estrategia omnicanal se refuerza con el propósito de mejorar la experiencia de compra del consumidor. Esta convergencia también trata de tener un impacto en el estilo de vida de los consumidores. La flexibilidad que ofrece el omnicanal permite comprar por Internet un artículo que ya no está disponible en las tiendas, por ejemplo. Además, los devotos del omnicanal son los compradores más frecuentes y los que se gastan más dinero.
10.- Salud y bienestar
Por último, Internet también ha entrado en el campo de la salud y del bienestar. El estudio revela también que cada vez son más los usuarios de plataformas online especializadas en hacer un seguimiento a los consumidores sobre su salud, sus hábitos de vida o la práctica de deporte.
1.- Conveniencia y simplicidad
Una de las grandes tendencias que se apuntan sobre hábitos de consumo es la conveniencia y la simplicidad, dos actitudes que reforzarán la estrategia omnicanal, en las que se incluyen las aplicaciones para dispositivos móviles. Otra de las claves del omnicanal es el estar disponible para el consumidor las 24 horas al día durante los siete días de la semana.
2.- Consumo como vía de progreso
La idea del consumo como una vía para el progreso continúa al alza. El consumidor parece decantarse por artículos y servicios que sean respetuosos con el entorno. Las marcas, por su parte, tienden a recoger el creciente interés por un consumo más solidario en lo que se ha denominado activismo de marca.
3.- Influencia de los vídeo bloggers
Por otro lado, los consumidores cada vez son más capaces de reivindicar su individualismo a través del consumo y de transmitirlo por Internet. Los vídeo bloggers cada vez son más influyentes en las decisiones de compra de sus seguidores, incluso más que las celebridades habituales.
4.- Consumidor-presciptor
Las colaboraciones con celebridades continúan al alza y buscan nuevas fórmulas más allá del producto. Sin embargo, el consumidor como prescriptor gana protagonismo a través de las redes sociales. Facebook, Flickr, Instagram o YouTube alcanzan el mass market, pero hay otras redes, como Pinterest, que ya se dirigen a un público más selecto.
5.- Consumo colaborativo
Se impone también el consumo colaborativo, pensado para compartir. Este tipo de consumo está haciendo mella en la manera que hasta ahora se tenía de pensar el espacio y la propiedad. El consumo colaborativo representa para el consumidor más comodidad, pero también innovación, comunidad, monedas virtuales y hasta valores ecológicos.
La tecnología facilita el compartir, ya sean noticias, posts, marcas o productos. Después de la crisis, el consumidor se ha vuelto más cauteloso a la hora de gastar y busca más información, compara y pregunta, e incluso va más allá y es capaz de crear sus propios mercados, en los que los mismos consumidores se intercambian bienes y servicios.
6.- Centros comerciales como puntos de encuentro social
Por otro lado, las compras online están repercutiendo en la evolución de los centros comerciales, que tratan de atraer al consumidor con proyectos más vivenciales y con el objetivo de convertirse en puntos de encuentro sociales, que se alejan de la estética de emporios comerciales. Los nuevos centros comerciales tratan de fusionarse con la ciudad.
7.- Millennials
Los Millennials, los jóvenes nacidos entre 1980 y mediados de la década del 2000, se incorporan a la sociedad de consumo. Este conjunto de la población, que comprende alrededor de 2.600 millones de personas, se muestra indeciso y totalmente volcado en sus smartphones. Son la primera generación de nativos digitales, caracterizada por cuestionar lo público y lo privado, en tener una falta de confianza en la autoridad y elevados niveles de optimismo. Sin embargo, es un grupo de personas que se muestra solidario, colaborativo y que piensa que la solución no pasa por comprar más, sino menos.
8.- Celo por la privacidad
Otra de las claves para el consumo será reforzar la privacidad de los consumidores. Ante la ansiedad que puede provocar a muchas personas el tener que dar datos personales a las marcas, las marcas tratarán de recuperar la confianza mejorando la seguridad en la privacidad de los datos personales.
9.- Consumidor global y omnicanal
El consumo, por otro lado, supera fronteras. Las plataformas de compra online cada vez son más interactivas y más atractivas visualmente, tratan de ser divertidas y de mostrar seguridad, además de permitir realizar compras en el extranjero de artículos únicos o más baratos. El mundo se hace cercano, ya sea por Internet o por el aumento del turismo de compras, de personas que viajan en busca de las mejores ciudades en las que comprar.
La estrategia omnicanal se refuerza con el propósito de mejorar la experiencia de compra del consumidor. Esta convergencia también trata de tener un impacto en el estilo de vida de los consumidores. La flexibilidad que ofrece el omnicanal permite comprar por Internet un artículo que ya no está disponible en las tiendas, por ejemplo. Además, los devotos del omnicanal son los compradores más frecuentes y los que se gastan más dinero.
10.- Salud y bienestar
Por último, Internet también ha entrado en el campo de la salud y del bienestar. El estudio revela también que cada vez son más los usuarios de plataformas online especializadas en hacer un seguimiento a los consumidores sobre su salud, sus hábitos de vida o la práctica de deporte.