
Sin embargo, los accesos desde dispositivos móviles no dejan de subir. El gráfico muestra los porcentajes correspondientes a las últimas cien mil visitas: 57% desde ordenadores, 31% desde smartphones, y 12% desde tablets. En total, 43% de consumo desde dispositivos móviles. Aunque los datos correspondan a agosto, período típicamente vacacional en España, y ello pueda conllevar un uso más habitual de este tipo de dispositivos, no dejan de ser llamativos.
Los datos, en cualquier caso, reflejan una tendencia global: la mayor parte del consumo de contenidos se está desplazando hacia apps móviles, algo que puedo comprobar todos los días cuando consulto mis estadísticas de acceso: tanto en las aplicaciones que permiten un consumo completo de mi contenido, tales como Feedly o Pulse, como en aquellas que suponen simplemente un acceso al mismo, como Facebook, Twitter, Facebook o Google+, el ascenso es notable. Claramente, el consumo desde dispositivos móviles se está comiendo el mundo, y se convierte en la única categoría cuyos tiempos de consumo parecen crecer de manera imparable.
Por otro lado, se sigue apreciando un incremento de una modalidad de consumo que parece volver a la popularidad: la newsletter. Actualmente, 6.400 personas acceden al contenido de esta página a través del correo electrónico cada día a partir de las siete de la mañana, lo que lleva a fenómenos curiosos dentro del flujo general de atención, y particularmente, a un segundo pico de consumo y comentarios en la página y en redes sociales al día siguiente de haber escrito la entrada. Sigo administrando ese servicio, al igual que el feed de la página, mediante Feedburner, un servicio que nadie sabe en qué momento Google decidirá dejar de ofrecer, así que es posible que tenga que hacer cambios pronto.
La pregunta, claramente, es hasta qué punto es necesario invertir tiempo y esfuerzo en el desarrollo de una versión móvil o un diseño responsive. Obviamente, es mejor tenerla que no tenerla y es algo que está en los planes para un futuro rediseño de la página, pero ¿es realmente tan necesario? El gráfico de arriba me lleva a pensar que no lo es tanto: si acceder a esta página desde un smartphone fuese realmente tan molesto, lo natural sería pensar que ese porcentaje no debería ser tan elevado. E.Dans